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2015-January-22 09:39

Que la relación se tiña de nuevos colores

(cortesía del Departamento de América y Oceanía del Ministerio de Comercio de China)
 

América Latina y el Caribe, con sus abundantes recursos y su enorme mercado, demuestra un halagüeño desarrollo, y ha sido una de las regiones con mayor potencial de la economía internacional. América Latina es un importante socio de China para su participación en la globalización económica y la aplicación de la estrategia “salir al exterior”. Después de entrar en el nuevo siglo, la cooperación entre China y América Latina se ha desarrollado muy rápido y las relaciones comerciales también han alcanzado muchos logros.

 

7 de junio de 2011. Una unidad eléctrica múltiple (EMU, por sus siglas en inglés) sale de la línea de montaje en Changchun. Es la primera unidad eléctrica múltiple fabricada en China que entró en el mercado de América del Sur. Cnsphoto

 

Cooperación fructífera

 

En el mercado chino se pueden encontrar por todas partes productos latinoamericanos, y en el mercado latinoamericano, también se ven muchos productos chinos. Es una prueba de los frutos del comercio chino-latinoamericano. En el año 2013, el volumen de comercio entre China y América Latina llegó a 261.600 millones de dólares, casi 21 veces el del año 2000, representando casi el 6,3 % del volumen de comercio exterior de China, en comparación con el 2,7 % del año 2000; y el 12 % del volumen de comercio exterior de América Latina, en comparación con el 1,7 % del año 2000. China se ha convertido en el primer o segundo socio comercial para la mayoría de los países latinoamericanos. Los principales productos exportados de China son maquinarias y equipos eléctricos, tecnologías nuevas y avanzadas, así como productos de la industria ligera, mientras que los productos importados son principalmente commodities. En la actualidad, para China, América Latina es el mayor proveedor de soja, aceite de soja, harina de pescado, azúcar y cobre.

En los últimos años, la escala de inversión mutua entre China y América Latina ha venido expandiéndose, sobre todo la de China en América Latina. Se ven con más frecuencia proyectos de inversión de más de mil millones de dólares y los ámbitos de cooperación son más diversos. A finales del año 2005, el volumen de inversión directa de China en América Latina llegó a 11.500 millones de dólares, primera vez que superó los 10.000 millones de dólares. Hasta finales de 2013, la cifra superó 83.000 millones de dólares.

En estos años, los países latinoamericanos se han dado cuenta, gradualmente, de la importancia de la construcción de infraestructura para impulsar la economía, así que están aumentando sus inversiones. China desempeña un importante papel en la construcción de infraestructura en América Latina. En la actualidad, ese es el mercado más importante de contratación de proyectos para China. Hasta finales del año 2013, China firmó contratos de proyectos en América Latina por 94.600 millones de dólares, y el volumen de negocios ya realizados alcanzó los 54.400 millones de dólares, representando, respectivamente, el 8,1 % y 6,9 % de las transacciones de su tipo de China con el exterior. Los negocios se concentran, principalmente, en Venezuela, Brasil, Ecuador, entre otros, y se relacionan con tuberías de gas natural, centrales eléctricas, carreteras, dragado de puertos, viviendas, instalaciones de comunicación, entre otros.

 

21 de octubre de 2013. En Río de Janeiro, tras una licitación del derecho de explotación de un campo petrolífero cercano a la costa, cuatro compañías, entre ellas CNPC (China), CNOOC (China), Total y Shell, ganaron y participarán con sus socios brasileños en la explotación del campo petrolífero. CFP

 

Más oportunidades que obstáculos

 

En los últimos diez años, la cooperación comercial entre China y América Latina ha sido dinámica y próspera. Ambas partes han formado un modo de interacción positivo sobre la base del respeto mutuo y el desarrollo conjunto. América Latina provee una gran cantidad de materias primas y productos básicos, y China exporta a América Latina una gran variedad de máquinas, aparatos eléctricos y productos de la industria ligera. Los productos intermedios de China también ayudan a América Latina a aumentar el volumen de exportaciones. La cooperación en la inversión y construcción de infraestructura contribuye aún más al desarrollo económico de ambos.

En el futuro, la cooperación China-América Latina todavía enfrentará algunos desafíos. Por ejemplo, la estructura de los productos exportados desde América Latina a China deber ser optimizada, y China necesita ampliar las áreas de inversiones en América Latina. El modo de cooperación en la infraestructura es simple, pero con la profundización continua de las relaciones comerciales bilaterales, la cooperación aún tiene mayor potencial.

Para ambas partes, las oportunidades principales son:

Primero, los dirigentes de alto nivel de ambas partes están promoviendo la cooperación. Recientemente, la interacción de alto nivel entre China y América Latina ha sido más frecuente y las ganas de fortalecer la cooperación comercial bilateral, más fuertes. Desde el año 2013 hasta la fecha, el presidente chino, Xi Jinping, ha visitado dos veces América Latina, y el máximo legislador de China, Zhang Dejiang, también acaba de terminar su visita a América Latina. Los líderes y dirigentes de los gobiernos de los países latinoamericanos visitan frecuentemente China. Los intensos intercambios de alto nivel confirman la intención de cooperar con ganancia compartida y promueven, en gran medida, la facilitación del comercio, además, sientan una base sólida para la cooperación a largo plazo.

Segundo, América Latina y China representan oportunidades el uno para el otro. Después de muchos años de desarrollo, el comercio bilateral ha alcanzado un volumen considerable y se espera que crezca constantemente. En el año 2013, el volumen de importación y exportación de China se convirtió en el primero del mundo y eso contribuyó al crecimiento económico mundial. En los futuros cinco años, el volumen de importación de China superará los 10 billones de dólares. Todos los países latinoamericanos pueden tomar el tren del desarrollo de la economía china. Como otro mercado emergente importante, América Latina también representa grandes oportunidades para las empresas exportadoras de China.

Tercero, las necesidades de construcción de infraestructura de América Latina están aumentando. América Latina tiene abundantes recursos y una población numerosa, pero su nivel de infraestructura es relativamente bajo, lo que restringe en cierta medida el desarrollo económico. Los gobiernos de los países latinoamericanos también lo saben, por eso consideran la construcción de infraestructura como una importante fuerza motriz del desarrollo económico. En los últimos años, se han llevado a cabo muchos proyectos de construcción de aeropuertos, puertos, ferrocarriles y carreteras. Al respecto, las empresas chinas tienen tecnología avanzada, equipos y mucha experiencia. Por eso, la cooperación en cuanto a infraestructura tiene mucho potencial.

Además, en estos años, la cooperación financiera entre China y América Latina se ha profundizado constantemente y ha sido un importante impulso para la cooperación comercial entre las dos partes. En el año 2009, China se incorporó al Banco Interamericano de Desarrollo y firmó acuerdos de intercambio de monedas con Argentina y Brasil. El negocio en América Latina del Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China está aumentando constantemente. El Banco de China ha establecido sucursales en Brasil y Panamá, mientras que el Banco Industrial y Comercial de China compró el Standard Bank Argentina y ha establecido oficinas en Brasil y Perú, además ya está planeando la apertura de oficinas en México. Por su parte, el Banco de Construcción de China adquirió el banco brasileño BIC. Al mismo tiempo, el Banco de Chile, Banco de Brasil, el Banco Itaú BBA y el Banco Nacional de Cuba establecieron oficinas en China. Con la profundización de las relaciones comerciales, el apoyo financiero abrirá un espacio más amplio para su ulterior desarrollo.

 

Profundización de la cooperación en seis áreas

 

La cooperación económica y comercial es una parte importante en las relaciones entre China y América Latina. Hemos logrado muchos éxitos en el pasado y en el futuro todavía queda mucho por hacer. En julio de 2014, cuando el presidente Xi Jinping se reunió con los líderes de los países de América Latina y el Caribe, en Brasil, propuso construir un nuevo marco de cooperación denominado “1+3+6”. En adelante, China y América Latina pueden tener una cooperación pragmática en seis áreas prioritarias que son los recursos y energía, infraestructura, agricultura, manufactura, innovación tecnológica y tecnología informática, dependiendo de tres motores que son el comercio, la inversión y las finanzas.

Con la desaceleración de la demanda de materias primas por parte de China, el desarrollo sostenible chino-latinoamericano, posiblemente, se verá afectado en cierta medida. Los países latinoamericanos, además de exportar petróleo crudo, mineral de hierro y de cobre, y productos agrícolas a China, deben promocionar en el mercado chino sus productos no tradicionales para optimizar así la estructura de comercio y formar nuevos polos de crecimiento comercial.

En concreto, primero, China y América Latina deben explorar más áreas de inversión. Los gobiernos tienen que seguir alentando a sus empresas a diversificar sus inversiones. Sobre todo las empresas chinas, además de seguir invirtiendo en recursos y minerales, deben dirigir su mirada a la manufactura, agricultura, tecnología informática e industrias emergentes, con sus ventajas en capital y tecnología.

Segundo, hay que mejorar el modo de cooperación en cuanto a la construcción de infraestructura. Por una parte, China sigue desarrollando su negocio tradicional en la contratación de proyectos en América Latina. Por otra parte, las empresas relacionadas deben buscar nuevos modos de contratación, según las peculiaridades locales.

En tercer lugar, ambas partes deben resolver sus problemas de fricción y crear un buen ambiente de cooperación comercial. Tanto China como los países latinoamericanos se encuentran en una etapa importante de desarrollo económico. Hemos formado una relación comercial de dependencia mutua. Cuando tengamos discrepancias, necesitamos resolver los problemas a través de negociaciones amigables y sostener el principio de beneficio mutuo para crear un ambiente de desarrollo sano y estable.


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