“Un país pequeño también puede ayudar a un país grande”
Por PEDRO LAGO
Felipe Carazo, director ejecutivo de Fundecor, fue el único latinoamericano hispanohablante que participó en la Conferencia Anual del Foro Ecológico Global 2014, celebrada en Guiyang, principal ciudad de la sureña provincia china de Guizhou, entre el 10 y el 12 de julio, con la presencia de más de 4000 especialistas de 61 países y regiones. China Hoy aprovechó la ocasión para conversar con él.
China Hoy (CH): ¿Qué es Fundecor?
Felipe Carazo (FC): Fundecor es una fundación que se llama Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central. Es una fundación costarricense que se establece al inicio de los años noventa. Al ser una fundación, es una organización no gubernamental que se regula por la ley de fundaciones de Costa Rica que le da un carácter privado, sin embargo requiere un fundador y en nuestro caso el fundador es el gobierno. Entonces, es una organización privada, pero que trabaja en función de una misión pública, tal y como lo ha establecido el gobierno, por lo que se vuelve un agente técnico de confianza, un actor que ayuda a movilizar o a empujar las agendas de la gestión de recursos naturales. Nos concentramos, principalmente, en buscar, a través de la innovación, darle valor al bosque o a los ecosistemas naturales, concentrados en bienes y servicios. No somos una fundación de conservación, somos una fundación de desarrollo. Pero un desarrollo fundamentado en el buen uso de los recursos. Al ser un país tan verde como Costa Rica, nos permite estar concentrados en que la gestión de recursos genere un reto y una sostenibilidad económica. Nos interesa mucho la agenda, pero nos interesa que el dueño del recurso tenga un rédito a partir de una buena práctica, para que eso genere un modelo de desarrollo sustentable.
CH: ¿Cómo llegas a la Conferencia Anual del Foro Ecológico Global 2014?
FC: Llego al evento invitado por el gobierno provincial de Guizhou y el Banco Asiático para el Desarrollo (ADB). Ellos nos invitaron a ser parte de este foro y a intervenir, como un caso internacional, en la subsesión con el tema Mecanismos financieros público-privados para el manejo de cuencas. Debo decir que la conexión se desarrolló a partir de un consultor del Banco que se llama Michael Bennet, que está basado en China y trabaja para una organización que se llama Forest Trends. El año pasado, tuvimos la oportunidad de hacer una visita con una delegación oficial de Costa Rica que nos permitió tener un enlace con muchos actores y eso generó una base, lo cual refleja el valor de la coordinación con las estructuras diplomáticas del país y para generar posicionamientos estratégicos en la divulgación de procesos nacionales, ya sean gubernamentales, de ONGs, empresariales o del sector privado.
CH: Explícanos brevemente el contenido de tu presentación…
FC: Nosotros hicimos una presentación sobre cómo estamos estructurando el fondo de agua llamado Agua Tica. Es un instrumento, un mecanismo financiero público-privado para asegurar una inversión que mantenga la calidad y la cantidad de agua en Costa Rica. ¿Por qué es relevante? Esta parte del foro la organizan el gobierno de la provincia y el ADB, como parte de un proceso que ellos vienen desarrollando para hacer un fondo de agua en la cuenca de Chishui. Ellos están haciendo esta sesión, básicamente, para darle impulso y seguimiento a ese ejercicio. Querían tener una experiencia internacional que les diera parámetro de comparación y también que vaya más avanzada, que les de elementos, una mejor idea de qué elementos se debe considerar. Es ahí donde tomaron en cuenta nuestra experiencia. Es un gran honor y un gran privilegio que el esfuerzo de Costa Rica sea considerado. Creo que tiene que ver mucho también con el avance que ha tenido Costa Rica en darle valor a los recursos naturales como parte de su agenda de desarrollo. Eso es un elemento que nuestro país tiene que utilizar para asegurar que la transferencia de conocimiento y comercial, inclusive, gire alrededor de ese conocimiento. Creo que es un ejemplo de cómo un país pequeño también puede ayudar a un país grande. Siempre pensamos que la balanza es desfavorable, pero, en realidad, una buena relación bilateral puede construirse donde un país como el nuestro pueda sacar valor agregado de un conocimiento específico en un área específica que pueda ayudar para potenciar un esfuerzo en una provincia como esta.
CH: Concretamente ¿qué parte de la experiencia costarricense puede resultar útil en la provincia china de Guizhou?
FC: Creo que muchas. Estuve leyendo mucho el ejercicio y los documentos que ha preparado el ADB y no hay una receta y, obviamente, los contextos son diferentes, pero es muy importante asegurar que haya un ambiente facilitador para generar confianza entre los actores. Aquí están muy interesados en que de verdad el instrumento sea público-privado, ha habido una inversión grande en muchos ejercicios de conservación de cuencas del gobierno chino y ellos quieren ver cómo logran que las empresas, sean estatales o no, pero el sector empresarial, corporativo, tenga un rol, que no todo el peso recaiga en la estructura formal gubernamental. Entonces, esa transición entre el gobierno como el proveedor del incentivo a un gobierno catalizador de una estructura donde el sector productivo genere el incentivo es toda una tarea que están tratando de generar. Entonces, aunque nuestros contextos son muy diferentes, el ejemplo de Costa Rica provee muchos elementos de cómo generar ese ambiente de confianza entre las partes públicas y privadas para llegar a tener un modelo de esos. Y está muy fundamentado en la gestión de la información, en el desarrollo técnico del modelo, en cómo se asegura que hayan parámetros técnicos que permitan generar trazabilidad y transparencia para que las partes públicas y privadas generen conocimiento. Y creo que aquí hay una gran oportunidad para desarrollar.
CH: ¿Has percibido interés en los representantes de la provincia de Guizhou?
FC: Sí, yo creo que sí. Es evidente que esta provincia tiene mucho recorrido en internalizar la parte ambiental. Y la conferencia es una muestra de eso. Están tirando la casa por la ventana en términos de que esto sea algo continuo, anual, que la provincia sea reconocida por ese tipo de proyectos. Es el sexto año de hacer esta conferencia con un perfil enorme. Ves toda la ciudad empapelada sobre el tema de la conferencia, lo cual es un mensaje muy fuerte. Yo tuve la oportunidad, el año pasado, de visitar Qinghai que es una provincia mucho más rural, donde hay un esfuerzo del gobierno por generar un vínculo, el cual está vivo y lo estamos cultivando, pero ahí sí te das cuenta que es todavía más difícil. Aquí, yo creo que la capacidad receptiva existe. Sentís que ya hay, no solo el interés de querer explorarlo, sino que ya hay en el medio casi un sentimiento de responsabilidad de querer empujar esa agenda. O sea, para esta provincia esa agenda es estratégica y, probablemente, la oportunidad de diferenciarse de las otras provincias, en la misma China.
CH: ¿Cuál es el rol que le compete a China en esta inevitable transformación hacia el desarrollo sustentable?
FC: Esa es muy buena pregunta. China tiene la bola del planeta en sus manos, creo yo. La sociedad occidental no ha sabido entender eso. La sociedad occidental piensa que China se tiene que acomodar a todas las reglas que ha establecido la sociedad occidental. Y China lo que está diciendo es: “sí me interesan estos temas, pero yo voy a generar las reglas”. Si somos más abiertos en entender esa realidad, lo cual pasa mucho por entender las concepciones culturales podemos encontrar sinergias y no polarizaciones. Voy a ponerte un ejemplo. En el contexto de las negociaciones climáticas, ha sido imposible generar condiciones facilitadoras para los mercados de carbono. Está el mecanismo de desarrollo limpio, que se ha ido limitando porque no tiene un alcance amplio, están los mercados voluntarios, pero al no salir Kyoto, al no lograr acuerdos no tenemos las condiciones para hacer las transacciones país a país. Entonces, se ha generado, en los últimos años, una dinámica interesante que es que se han empezado a generar mercados a una escala más baja. ¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, sale California como un Estado y hace un acuerdo con Acre en Brasil y un acuerdo con Chiapas en México y empiezan a buscar esquemas para poder hacer transacciones de créditos de carbono. China, como país, decide montar su esquema con mercado nacional, con mercados regionales y a generar una dinámica de comercialización. Uno se da cuenta que, ante la falta de un acuerdo global –y ese acuerdo no está porque es demasiada la presión para que sea bajo la estructura de la parte occidental- de una manera muy estratégica, China ha dicho: “yo voy a ir generando mi modelo”. O sea, aunque yo tenga una huella tan pesada, soy consciente –y yo creo que aquí fallamos nosotros como occidentales, en no darnos cuenta de que hay un nivel de conciencia. Tal vez no hay un nivel de rendimiento. Eso es diferente. No es una conciencia de “ay, el mundo se va a acabar”, es una conciencia de “esto puede ser una oportunidad de generar un modelo competitivo”. Hay que construir sobre eso para asegurar que sea competitivo para todo el mundo y haya un balance. Pero hay que buscar esos puentes. Yo sí creo que China tiene un rol muy importante, es la base. Creo que hay países como Costa Rica, como otros países latinoamericanos, asiáticos y africanos –lo que llaman el Sur- que son muy estratégicos para ayudar a generar ese puente entre lo occidental y lo oriental, y generar condiciones de confianza, construir ese vínculo que permita que el modelo al final sea balanceado. Se necesita balancear mejor las apreciaciones y creo que la sociedad occidental tiene que tomarse más en serio lo que está haciendo China y China tiene que darse cuenta de la responsabilidad que tiene en la mano, que no sé si la han dimensionado. Hay una responsabilidad enorme que yo creo que en todos los puentes comerciales que ha venido tendiendo China con África, con Latinoamérica, hay que saber internalizar este elemento para ir más allá. Creemos que en China hay una enorme oportunidad por el interés que tiene China en acercarse a Latinoamérica y porque, de alguna manera, ante esa responsabilidad de China de forjar esquemas de desarrollo en China y fuera de China, nosotros como país podíamos ser un laboratorio que da conocimientos para ese tipo de cosas. Creemos que China, que tiene una gran relación con Costa Rica que se ha cultivado bajo parámetros de ir más allá de balance, podría tener muchos réditos si ve en Costa Rica un aliado para generar ese laboratorio de procesos. Nosotros, además de nuestros vínculos que se han venido estableciendo con la colaboración de las dos embajadas: la embajada de China en Costa Rica y, sobre todo, la embajada de Costa Rica en China, tenemos la posibilidad de construir esos puentes. Son relaciones importantes. Son procesos que bien aplicados pueden generar valor estratégico y ser una muestra de cómo en un mundo globalizado, si hay voluntad, se pueden generar esquemas de colaboración donde los David y los Goliat se puedan ayudar mutuamente.
11 de julio de 2014. Felipe Carazo interviene en una de las subsesiones de la Conferencia Anual del Foro Ecológico Global 2014, en Guiyang, Guizhou. Pedro Lago