10 de febrero de 2014. Mandatarios participantes en la VIII Cumbre de la Alianza del Pacífico, celebrada en Cartagena, Colombia. CFP

LA Alianza del Pacífico, nacida en 2011, conformada por Chile, Colombia, México y Perú, está tomando un rol ágil e innovador al constituirse como un mecanismo de integración regional que tiene por objetivo articular política, económica y comercialmente a los países miembros con la región Asia-Pacífico y de esta forma generar mayor crecimiento, desarrollo y competitividad.

De acuerdo con cifras del 2012 de la OMC y el FMI, en América Latina y el Caribe, el bloque representa el 36 % del PIB, concentra un 50 % del comercio total y atrae el 41% de los flujos de inversión extranjera directa que llegan a la región.

Ahora bien, los países miembros, para mantener el impulso económico que han tenido durante la última década necesitan superar su déficit en infraestructura para transporte, telecomunicaciones, agua y energía. Con este propósito, la Alianza del Pacífico está dando señales concretas de convergencia regional con entidades chinas generándose, paulatinamente, opciones de financiación dirigidas a proyectos de infraestructura.

En diciembre de 2013 en la ciudad de Beijing, se celebró la segunda ronda del “Foro de Inversión Alianza Pacífico” que congregó a embajadores de los cuatro países del bloque con ejecutivos de unas 40 empresas chinas. El evento tuvo por objetivo presentar las oportunidades de inversión en los países miembros en diferentes rubros, ocupando un lugar destacado el sector de infraestructura.

Asimismo, se destacan los esfuerzos locales de los países miembros para promover carteras de inversión. En Perú, la empresa estatal china Yankuang Group suscribió un compromiso de inversión con la Municipalidad de Lima, especialmente en infraestructura vial y transporte. En México, la reforma energética en el país atrae empresas chinas. En el caso de Chile, en abril de 2013, en Beijing, en la sexta reunión anual del Consejo Bilateral de Negocios Chile-China, se celebró el primer “Seminario de Inversiones en Chile”, donde se presentaron proyectos de inversión, especialmente, en el ámbito de las telecomunicaciones y el transporte. Colombia, por su parte, planea organizar seminarios con el fin de dar a conocer los incentivos del gobierno colombiano a la inversión china en infraestructura con fondos mixtos mediante Asociaciones Público-Privadas (APP).

Un mayor desarrollo de los esquemas de Asociaciones Público-Privadas podría facilitar la interacción entre las partes por ser un mecanismo innovador y versátil que ofrece variadas alternativas de financiamiento, operación y administración de infraestructura. Asimismo, al facilitarse la participación privada en asociación con el gobierno, se comparten riesgos de manera más eficiente. Con este fin, es preciso que se brinde a las contrapartes chinas la debida capacitación sobre el marco legal de las APP y, de la misma forma, contribuir a establecer alianzas con empresas de consultoría locales que orienten en dicha participación conjunta.