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2014-April-17 11:22

Tomar buen café y que sea colombiano

Por PEDRO LAGO

COFFEEMAN es una marca registrada en China, Colombia y Chile que, actualmente, trabaja para introducir en el mercado de la nación asiática café colombiano con denominación de origen. Luego de explorar el mercado y entrar en una fase de consolidación, Jairo Ortiz, creador de la marca y colombiano apasionado por el café, conversó con China Hoy sobre cómo perciben los chinos el café de su país.

China Hoy (CH): Durante casi un año, ha estado investigando sobre el valor del café en China. ¿A qué conclusiones ha llegado?

Jairo Ortiz (JO): Realmente, el valor del café en China está todavía muy desligado de la calidad del producto. Se toma el café por marca. Nosotros lo denominamos más como un valor social, como una social currency (moneda social), que como un producto para el beneficio personal. O sea, cuando yo pienso en el café, en términos de concepto, lo que me llega a la mente es un grano de café. Esa fue la primera imagen que tuve desde niño acerca de lo que es café. Pero cuando le preguntas a un chino que toma café cuál es la primera imagen que le trae el concepto de café, se lo representa con una marca. Tal vez te van a decir Starbucks. El concepto visual y literal de ese elemento no es el mismo, por ende el valor es diferente. O sea, ellos no van a apreciar el café como el grano, lo aprecian asociado a lo que ellos conocen, que es la marca. Me parece muy interesante descubrir dónde la gente ve el valor de las cosas, o cómo puedes darle valor a la vida de la gente haciendo algo. Y eso lo quiero combinar con el café y también con el esfuerzo de hacer una marca.

CH: ¿Qué ventajas tiene el café colombiano, si tomamos en cuenta el paladar de los chinos?

JO: Yo creo que cuando el café se comience a apreciar por el sabor va a haber una ventaja competitiva evidente. Por el momento, es más de nombre y de certificación. Entonces, el mercado es muy verde para yo decirte que hay un sabor o que hay un punto que la gente va a apreciar. O sea, no estamos hablando de un mercado ya desarrollado, como el mercado australiano, el mercado europeo o americano, donde ya hay segmentos por preferencia de sabor. No creo que es el momento de eso en China. El paladar chino se puede adaptar bastante a la taza regular colombiana porque es un café que no es muy fuerte y que acompaña bastante bien. El chino no es el que se toma un espresso y se va. Al chino le gusta el café con repostería, con pastelería. El café colombiano acompaña bastante bien y creo que tiene una nota bastante interesante y bastante complementaria. De las que les gustan a ellos.

CH: Si hablamos de marcas, el café colombiano es muy reconocido a nivel mundial.

JO: Es muy bueno utilizar eso como una credencial de entrada. Yo creo que en este aspecto, Colombia tiene bastante que aprender en cuanto a desarrollar una marca y que la marca desarrolle poder.

CH: Pero hay varios tipos de café colombiano en el mercado chino.

JO: Sí, hay bastantes, pero… creo en el poder de crear patrones de consumo bastante fuertes utilizando marcas geográficas. Y eso nos falta un poco. Yo creo que podíamos ser el mejor café del mundo en China fácilmente si tuviéramos un poco más de apalancamiento del Gobierno o de entidades colombianas que estén interesadas en agrupar caficultores o exportadores que exporten el café colombiano a China.

CH: Entonces, ¿lo que pretendes con Coffeeman es hacer ese tipo de promoción del café colombiano?

JO: Yo trato de alguna manera de ser embajada del producto y de que la gente se dé cuenta de que el producto es una manufactura colombiana, que no es simplemente la marca, sino que la marca está basada en el concepto sólido de la cultura del café colombiano. Y que es una cultura, no solamente del caficultor como, digamos, lo ha demostrado Juan Valdez; es una cultura que va de la producción a la taza, de la recolección del café a la casa, al diseño de la experiencia de tomar la taza, a la asociación del producto con el entorno y el estilo de vida de la persona. Yo creo que el café colombiano tiene buen nombre como productor, pero nosotros hemos perdido bastantes oportunidades en la parte de llevar el café a la gente. Yo creo que hay una oportunidad bastante grande y es lo que queremos explotar. Lo que yo quiero rescatar con Coffeeman es que el café es un elemento que inspira a la gente. Es una bebida mágica.

CH: Dentro de todo eso, ¿dónde queda el sabor?

JO: En la calidad. El sabor es lo que tú tienes que descubrir. Nosotros no le estamos diciendo a la gente “este es el sabor”. El café no es un sabor, es un mundo de sabores.

CH: ¿Se necesitan, entonces, otro tipo de cafeterías?

JO: Hace falta un lugar más holístico de lo que es el café. Entregarte más sin tener que ser complicado y meter un montón de cosas. Tal vez de qué finca viene este café, quién te lo hace, por qué es así. Un poco más de información acerca de qué está detrás de la taza.

“Yo creo que el café colombiano tiene buen nombre como productor, pero nosotros hemos perdido bastantes oportunidades en la parte de llevar el café a la gente”. CFP

 

CH: ¿Es así en Colombia?

JO: En ciertos lugares. Ahora se está refinando mucho más el paladar del colombiano. No tanto como en Nueva York, en Sídney, en Singapur o en Japón. En esos lugares, puedes seleccionar si quieres café de Guatemala, de Honduras de la finca de Juanito o de la finca de Colombia. En China no creo que vaya a ser así por mucho tiempo, porque el mercado no está listo para eso.

CH: Entonces, ¿hay condiciones para que el paladar de los chinos comience a apreciar el buen café?

JO: No. Hay que hacer algo, que es lo que estoy tratando de hacer con Coffeeman. Algo destructivo porque si no las grandes marcas, los negocios que ya están posicionados, van a seguir haciendo plata y no tendrán la necesidad de crear valor en la cadena, si el paladar no se educa.

CH: ¿Llevará mucho tiempo educar el paladar de los chinos?

JO: Yo no creo que cueste mucho tiempo. La bondad del mercado chino, en comparación con otros, es que está mentalizado a explorar sabores. Ellos ponen la interrogación sobre nuevas cosas. Los chinos son una buena oportunidad porque te dan el beneficio de la duda y si tú logras mostrar algo que es bastante interesante, ellos te van a seguir. No estamos hablando de una compra de mil yuanes. Estamos hablando de una compra de cientos de yuanes que dentro de esta clase media tan creciente es algo muy asequible. Yo creo mucho en el mercado chino, tengo mucho nexo con los chinos en el sentido de depender bastante de lo que el mercado nos pueda ayudar, porque yo sé que si nosotros hacemos un buen proyecto en China, entrar a cualquier otro lugar no es un reto tan alto como el que pudo haber sido China. Yo quiero que Coffeeman inspire a la gente y los convoque a tomar buen café, y que ese café sea colombiano.

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