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2016-May-31 09:00

Una China por descubrir

Por MARÍA ISABEL OSTERLOH*
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La autora.

 

LOS lazos comerciales entre Perú y China se remontan a tiempos antiguos; desde el comercio a través del Galeón de Manila (de mediados del siglo XVI a comienzos del siglo XIX), hasta la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países el 1 de marzo de 2010. En 2011, China pasó a ser el principal socio estratégico de Perú en comercio e inversión (especialmente en minería), generando así una gran expectativa por su influencia económica en el país.

Dentro de lo más resaltante podemos mencionar, por ejemplo, que en 2010 las exportaciones peruanas a China fueron de 5425,9 millones de dólares, y que aumentaron a 7332,8 millones en 2015, 35% más que hace cinco años. Actualmente existen ocho empresas mineras chinas que reúnen unos 19.000 millones de dólares del total de la cartera estimada de proyectos mineros en Perú, cotizada en 56.000 millones de dólares. Además, el Grupo Shougang explota la única mina de hierro en el país.

Por otro lado, se sabe que las nuevas áreas estratégicas que maneja China son la agricultura, la tecnología en construcción de trenes y la energía nuclear, en las cuales ofrece condiciones de financiamiento mucho más favorables que sus competidores. Y se sabe también que a pesar de la desaceleración de su economía, representa un gran mercado de más de 1300 millones de consumidores para nuestros productos.

14 de agosto de 2015. Jia Guide, embajador de China en Perú, en la ceremonia de celebración del 4° aniversario de la fundación de la Asociación de Empresas Chinas en Perú.

 

De ahí que el interés de los peruanos por conocer su cultura milenaria e idioma para hacer negocios y estudiar en este país esté en aumento.

Tanto China como Perú ofrecen oportunidades para que este interés se desarrolle y concrete. Por ejemplo, en el Instituto Confucio, que gracias al apoyo del Gobierno chino se encuentra en varias universidades del país, es posible aprender el idioma y la cultura de China, además de que ofrece becas a sus alumnos sobresalientes.

También el Gobierno peruano, a través del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, ofrece financiamiento a los interesados en estudiar chino y en realizar maestrías y/o doctorados en universidades chinas.

Agregado a esto tenemos la labor de las universidades peruanas que, interesadas en los estudios académicos sobre Asia, han establecido sus propios centros de investigación y grupos estudiantiles que organizan eventos y conferencias en estos temas, y que son apoyadas por convenios hechos con universidades de China y Asia. Ahí tenemos al Centro de Estudios Orientales de la Pontificia Universidad Católica o al Grupo Asia, que pertenece a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Gracias a esta relación bilateral, muchos estudiantes y jóvenes egresados hemos encontrado una oportunidad para especializarnos en temas como economía, comercio, ciencia y tecnología, etc.

En mi caso específicamente, los beneficios de esta relación me llegaron el año pasado, a través de la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos (CECLA), una organización académica nueva con sede en Beijing, la cual estaba convocando a jóvenes investigadores latinoamericanos para que postulen y se unan a este proyecto. Ello les permitirá publicar sus trabajos de investigación en revistas, con el propósito de contribuir a la difusión de conocimiento y al desarrollo sostenible de las relaciones entre ambas partes, además de la posibilidad de recibir becas.

Stand del Instituto Confucio de la Universidad Católica Santa María en Arequipa, Perú.

Es así que gracias a CECLA podré visitar la Universidad de Sichuan, en la tierra de los pandas, así como hacer un recorrido por las ciudades de Chengdu y Dujiangyan, a través de una beca por dos semanas en el mes de julio. Será la primera vez que visite este hermoso país.

Sin embargo, es interesante notar que mi interés por China surgió durante mis estudios de pregrado en comercio exterior, al realizar una investigación sobre el TLC, la cual me sirvió como base para enviar un comentario sobre las exportaciones peruanas a China al diario Gestión (el único diario de negocios en Perú), el cual publicaron e hizo que me motivara a seguir investigando y escribiendo. Asimismo, obtuve el segundo puesto en un concurso de ensayos organizado por mi facultad, con un artículo sobre el impacto de la inversión china en Perú en la posible construcción del tren bioceánico que uniría el Atlántico y el Pacífico. También obtuve el segundo puesto en un concurso de ensayos organizado por el diario China Daily en diciembre pasado.

Todo lo mencionado anteriormente me ayudó para ser admitida como miembro de CECLA, pero sobre todo para definir el camino que deseo seguir académicamente, que, por el momento, es el de poder cursar estudios de postgrado en negocios internacionales en alguna universidad china, y tener la oportunidad de hacer investigaciones que sean publicadas en los medios para así seguir especializándome en lo que más me apasiona.

Proyecto de central eléctrica en Perú que cuenta con inversión china.

Sin duda, China seguirá siendo por mucho tiempo el principal socio estratégico de Perú, así como de otros países latinoamericanos. Espero que esta experiencia compartida ayude a otros a descubrir o a incentivar ese interés por el gigante asiático.

*María Isabel Osterloh es investigadora de la Comunidad de Estudios Chinos y Latinoamericanos (CECLA). Se enfoca en las relaciones comerciales sino-latinoamericanas en Lima, Perú.