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2015-July-21 09:56

China busca desarrollo de bajo carbono --Entrevista a Zou Ji, subdirector del Centro Nacional para la Estrategia del Cambio Climático y Cooperación Internacional

 

Por LI WUZHOU

EN su calidad de representante de la delegación china en las negociaciones internacionales en materia de cambio climático, Zou Ji realizó, solo en el primer trimestre de este año, tres viajes a Francia, donde participó en las conversaciones del Acuerdo de París. Desde 1979, cuando tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Ginebra (Suiza), las negociaciones en esta materia han ido concitando una mayor atención por parte de todos los países y se han vuelto cada vez más rigurosas, lo que puede observarse en la constante ampliación de las diversas conferencias, sobre todo desde la de Copenhague en 2011.

¿Por qué las negociaciones enfrentan tantas idas y vueltas? ¿Realmente avanzan tan lentamente, como se cree desde el exterior? ¿Cómo lo ve China? Con la finalidad de responder a todas estas dudas, China Hoy realizó una entrevista exclusiva a Zou Ji, miembro del grupo de expertos del Gobierno chino para la negociación sobre el cambio climático de las Naciones Unidas, representante de la delegación china en las negociaciones y subdirector del Centro Nacional para la Estrategia del Cambio Climático y Cooperación Internacional.

Zou Ji. CFP

El lento avance de las negociaciones

Respecto al lento avance de las conversaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Zou Ji —quien ha participado en estas desde 1997— recuerda que afrontar el problema del cambio climático será una lucha prolongada de decenas o centenas de años, pero que, aun así, la Conferencia ha obtenido éxitos palpables en sus más de 20 años de existencia.

Entonces, ¿dónde radica la mayor dificultad? Según Zou, esta viene del área de la gobernanza mundial, de “la exterioridad de las máximas escalas espaciales y temporales”, un término de la economía ambiental.

La emisión acumulada y el incremento de la temperatura debido al cambio climático afectan a todo el mundo y provocan costos sociales, por lo que la responsabilidad no la puede asumir una sola empresa o individuo.

Si un país no puede resolver adecuadamente el problema de la exterioridad mediante el establecimiento de leyes y reglamentos, o la imposición de un sistema tributario y una cuota de emisión, ¿cómo será posible hacerlo en el ámbito mundial?

“El problema reside en que no tenemos una institución con suficiente autoridad que esté por encima de la soberanía de los estados. Al no contar con una verdadera policía mundial, con un gobierno o un parlamento mundial, no tenemos más remedio que recurrir a la negociación para lograr el respaldo de una ley internacional”, indicó Zou Ji.

Como la ley internacional en materia ambiental es un tratado que resulta de una negociación y no hay un mecanismo que garantice su cumplimiento, su ejecución es muy limitada, lo que constituye una verdadera dificultad para la resolución del problema.

16 de abril de 2015. En la ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang, se exhibe el autobús BRT de condensador de súper almacenamiento de energía. CFP

Diferencia de responsabilidades

La división de las responsabilidades ha sido el foco de discusión durante estos últimos años.

Para los países en vías de desarrollo, el cambio climático que sufrimos hoy se debe a la emisión acumulada en los últimos 270 años. Entre 1750 y 2010, los países desarrollados, con menor número de población, emitieron el 70 % de dióxido de carbono, por lo que deben asumir una mayor responsabilidad. Por un lado deben reducir la emisión y, por el otro, ofrecer un fondo y la tecnología necesaria para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse y ralentizar el cambio climático. Sin embargo, las naciones desarrolladas creen que todos los países deben asumir similares (e incluso las mismas) responsabilidades. En ello consiste la mayor divergencia.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático plantea “la responsabilidad común y diferenciada”, en el sentido de que todos deben asumir una responsabilidad respecto a la protección del medio ambiente, pero en diferentes niveles. Además de la disparidad en cuanto a la emisión acumulada, en este periodo de globalización los países desarrollados han continuado predominando en el proceso de desarrollo global y trasladando muchas industrias a los países en vías de desarrollo. Esta nueva división global del trabajo exige que estos últimos países suministren productos y servicios a los desarrollados, a la vez que asuman la responsabilidad de las emisiones trasladadas. “Por eso, en realidad, los países desarrollados deben también asumir su responsabilidad histórica por las emisiones de hoy”, opinó Zou.

Según Zou Ji, la responsabilidad diferenciada involucra muchos aspectos, incluyendo las diferentes etapas de desarrollo de los países. Las naciones desarrolladas han completado su etapa de industrialización y han entrado en la posindustrial; por ello, sus emisiones provienen principalmente del consumo del tráfico. Mientras que las de los países en vías de desarrollo son mayoritariamente de producción, debido a que aún están en proceso de industrialización. “Una diferente etapa de desarrollo implica una diferente responsabilidad”.

“Además, los países también se diferencian en cuanto a su capacidad para afrontar el cambio climático. Como los países en vías de desarrollo poseen menos capacidades se les debe otorgar una mayor oportunidad y tiempo para crecer, y deben asumir responsabilidades diferentes a las de los desarrollados”.

10 de junio de 2014. Ciudad Internacional de Bajo Carbono en Shenzhen. CFP

 

Intereses estratégicos detrás de las negociaciones

¿Por qué los países desarrollados evaden y trasladan su responsabilidad en cuanto a las emisiones históricas y, a la vez, tratan de predominar en el proceso de negociación?

Zou Ji cree que el problema medular radica en los intereses estratégicos. “Quien lidera la negociación tomará la iniciativa, obtendrá un mayor derecho a la palabra en la gobernanza internacional y conseguirá mayores objetivos diplomáticos y estratégicos. Este liderazgo ejerce también influencia en otros ámbitos, por ejemplo, en el comercio, la inversión, la seguridad, los valores, el poder blando e, incluso, afecta la imagen de los estados. Hay un gran interés estratégico.

“El actual orden internacional fue establecido por los países desarrollados. El lenguaje y las leyes aplicadas, así como los valores ideológicos, todo proviene de ellos. Somos los que nos hemos incorporado después. Ellos controlan el proceso de desarrollo mundial y los intereses de los países en vías de desarrollo no pueden ser resguardados completamente durante las negociaciones, sobre todo los de aquellos pequeños y medianos países que enfrentan el riesgo de ser pisados, marginados y descuidados”.

“En cuanto a la lucha por el derecho a la palabra, los países en vías de desarrollo son, en conjunto, vulnerables, pero están en ascenso”, expresó Zou.

El cambio climático limita cada vez más la capacidad de emisión permitida. Los activos de carbono han vuelto a ser un tipo de recurso escaso y estratégico. La negociación se ha centrado nuevamente en la disputa sobre la capacidad de activos de carbono.

“Todos vivimos en la Tierra y nadie está libre de las catástrofes causadas por el clima extremo. Se trata del interés común de todos”.

“Además, es también un problema de competitividad”, añade Zou Ji. “El desarrollo de bajo carbono se ha vuelto una importante tendencia. Tenemos que adaptarnos a ella y encontrar nuevas maneras de crecimiento económico para el futuro. En los próximos diez años, quien pueda aprovechar mejor las nuevas tecnologías, los nuevos sectores y el mercado tendrá una mayor iniciativa en la futura competencia económica global de bajo carbono”.

El papel de China

Ante la pregunta ¿cómo puede China hacer frente al cambio climático e impulsar la negociación?, Zou Ji manifestó que lo más importante es que el país persista en los principios de la Convención, los defienda firmemente y que, además, los propios países en vías de desarrollo se consoliden para así proteger sus intereses comunes.

En medio de la negociación, China ha llegado también a nuevos puntos de vista, según Zou Ji. Por un lado, hacer frente al cambio climático no es un combate que otros nos impongan, sino que nosotros mismos queremos y necesitamos afrontar. Por otro lado, China ha entrado en una etapa de desarrollo de renovación, de actualización y de reestructuración. Además, al formar parte de la gran familia del planeta, sufrimos también las pérdidas generadas por el clima extremo.

“Todo el mundo está en la misma Arca de Noé”, metaforizó Zou Ji.

La revolución científica y tecnológica ha hecho que el bajo carbono se convierta en la tendencia predominante de desarrollo. Es imposible que China siga avanzando por el viejo camino de la baja eficacia y el consumo de recursos naturales. “Por eso, hemos planteado el concepto de innovación, lo que nos exige mantener un crecimiento económico mediante una mayor eficacia y un cambio de modelo de desarrollo, en vez de aumentar la inversión de elementos. En el futuro, nuestros ingresos provendrán de la propiedad intelectual, el personal de talento, la innovación, el sector terciario, las finanzas, la logística y los seguros, por lo que se reducirán la emisión y el consumo energético. Es la dirección que ha adquirido el desarrollo”.

Finalmente, Zou Ji señaló que el sueño chino es hacer de China un país desarrollado y moderno. La riqueza y la felicidad del pueblo no pueden desarrollarse sobre la base del consumo de recursos y la baja eficacia, sino sobre la de una economía de alta eficacia y sabiduría.

Análisis

  • El sueño chino,ml sueño
  • Sesiones de la APN y la CCPPCh en 2012
  • Cumbre sobre el cambio climático de Durban
  • Serpiente emplumada americana y dragón chino
  • Guizhou Mirando hacia el futuro