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2015-February-9 14:52

Tercera revolución industrial -- Mirada del mundo hacia el este

Por JEREMY RIFKIN*

EN el siglo XXI, llegará la economía solidaria, lo que propiciará una época más próspera para la economía mundial.

La compañía Alibaba Group es muy buen ejemplo. Alibaba ha asumido un tipo de economía solidaria con un coste marginal cero, con lo que millones de personas pueden producir y compartir información relacionada con el entretenimiento, las noticias, la música y los conocimientos en sentido general. Paso a paso se verá el desarrollo del modelo de la economía solidaria, que en 2050, formará un maduro sistema mixto, junto a la economía de mercado capitalista. Estamos entrando en un mundo que traspasa, parcialmente, los límites del mercado.

Ahora, tenemos un nuevo modo de comunicación con el que se pueden administrar con mayor eficacia las actividades económicas; nuevas energías para iniciarlas con mejor eficiencia y un nuevo tipo de transporte para impulsarlas. La fusión de las nuevas tecnologías de comunicación, energía y transporte puede cambiar, radicalmente, toda la plataforma económica.

En la sociedad con costo marginal cero, algunas personas van a ser “prosumidores”. Hoy en día, más de dos mil millones de personas desempeñan una vez el papel de “prosumidores”, ellas no son vendedores, compradores, propietarios ni obreros, pero producen y comparten videos, música, noticias, conocimientos, herramientas y libros electrónicos.

Recientemente, la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (SGCC, por sus siglas en inglés) invirtió 82 mil millones de dólares para construir, en los próximos cuatro años, una red energética digital que cubra todo el país. Así, mil millones de habitantes de China podrán producir energía eléctrica en la comunidad donde viven, aprovechando la luz solar o la fuerza del viento y venderla a SGCC. El gigantesco cambio que traerá dicha red redundará en que el costo de la energía eléctrica, en China, llegará, casi, a cero.

Parque de energía eólica de Dabancheng en Xinjiang.

En la tercera revolución industrial, China desempeñará un papel director, ya que está construyendo mucha infraestructura necesaria. Una excelente ventaja de China es que en cada chino puede esconderse un emprendedor que contribuya a los beneficios sociales. Según una reciente investigación, entre todas las regiones del mundo, la mejor repercusión sobre la economía solidaria está en la zona de Asia-Pacífico. Debido a que en China el 94 % de los encuestados quieren tener dicho modelo económico, por lo que China ha ocupado el primer puesto.

Quizás sea un resultado sorprendente, pero, en realidad, el pensamiento solidario está profundamente cultivado en los genes de los chinos. A lo largo de miles de años, el pueblo chino ha sido capaz de compartir las ganancias económicas y sus beneficios. Se trata de una tradición del Confucianismo, según la cual cada uno debe ser responsable para con los otros para alcanzar la armonía y la integración del individuo a la sociedad.

Como debe ser, China está capacitada para dirigir el mundo hacia una sociedad con costo marginal cero. Mientras tanto, debido al proyecto “Una Franja y Una Ruta”, planteado por el presidente chino, Xi Jinping, la Franja Económica de la Nueva Ruta de la Seda se extenderá desde Shanghai hasta Berlín, poniendo toda la zona europea y asiática en un solo espacio. Este cinturón de alta ciencia y tecnología exige que cada zona impulse la combinación de la complicada tecnología de la comunicación con una red inalámbrica gratuita y que luego se construyan una red eléctrica digital y una red de transporte no tripulado. Así, el costo marginal cero cubrirá toda la zona europea y asiática. Además, China posee diversas fuentes de energía renovable, incluidas la solar, la eólica, la geotérmica y la hidráulica.

Para la tercera revolución industrial, todo el mundo tiene depositada su confianza en China.

*Presidente de Foundation on Economics Trends, fundación que estudia las tendencias económicas. Es autor de La sociedad de coste marginal cero.

Global Times, 4 de enero de 2015