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2011-December-14 14:54

El éxito de Mamma Mia! en China

Por TANG YUANKAI

Sin duda alguna, se puede asegurar que el musical Mamma Mia! ha sido un gran éxito en China, algo que se puede comprobar viendo las expresiones de los espectadores al salir del teatro.

11 de julio de 2011. La versión china del musical Mamma Mia! se presenta por primera vez en el Gran Teatro de Shanghai. CFP

La versión china de este musical llega tras la inglesa, alemana, italiana, japonesa, española y varias más. Al empezar la primera gira de la versión china, el pasado mes de julio, se programaron 200 funciones. Ya se han representado la mitad de ellas, con una afluencia de público que ha superado los 150.000 espectadores y una recaudación que suma ya 45 millones de yuanes: los beneficios son sólo cuestión de tiempo.

Zhang Yu, presidente de China Arts & Entertainment Group (CAEG), uno de los inversores, piensa que, aunque mucha gente haya acudido animada por el ambiente festivo que reina en las representaciones, lo que hay que considerar es si estamos ante los primeros pasos de la internacionalización de los musicales chinos.

El musical Mamma Mia! atrajo a numerosos espectadores. CFP

Pioneros con éxito

Según Jin Fuzai, músico y decano de la facultad de Teatro Musical del Conservatorio de Música de Shanghai, la palabra “musical”, en referencia a este tipo de espectáculos, fue introducida en China en 1982, poco después de que se empezase a aplicar en el país la política de reforma y apertura.

En 2000, Andrew Lloyd Webber, uno de los grandes maestros de este género, envió a varios expertos desde Londres para estudiar el mercado chino. En Shanghai les dijeron que, en esta ciudad, como máximo se podrían realizar entre ocho y diez funciones. Al año siguiente, y con un gran estreno en el Gran Palacio del Pueblo, llegaron a China los musicales clásicos occidentales de Webber, como The Sound of Music y Cats, además de Les Misérables. En 2007, el musical de El Rey León registró un récord en China, alcanzando 105 funciones continuas. Todo esto muestra ciertamente el reconocimiento que está obteniendo este género en el país.

Antes del estreno de la versión china de Mamma Mia! nunca se había hecho una adaptación o recreación de una obra que llegase a través de la adquisición de los derechos de autor.

Para comprar los derechos del musical Mamma Mia!, CAEG sostuvo una larga negociación, de nada menos que tres años de duración. En el contrato se detallan incluso los anillos que se deben llevar y los clavos que se han de utilizar para el escenario. Como el espíritu del teatro, las letras se tradujeron al chino y después se encargó a expertos lingüísticos su traducción, una vez más, al inglés para someterlas a la aprobación de Björn Ulvaeus, creador y compositor de la banda ABBA.

Escena de la versión china de Mamma Mia!. CFP

Selección de actores

Para los papeles protagonistas se buscaron a diferentes actrices y actores para interpretar las distintas escenas. Por ejemplo, una de las actrices que interpreta a Donna es Tian Shui, subdirectora del Centro de Arte Teatral de Shanghai y actriz de primera categoría nacional, pero que, a pesar de sus cerca de 20 años de experiencia, es la primera vez que actúa en un musical; otra actriz que representa a Donna es Yingzi, quien ha trabajado anteriormente en Broadway. Mientras que la primera destaca por su agilidad, la segunda es una vocalista especialmente hábil. Y es que uno de los problemas que enfrenta el desarrollo de los musicales en China es la carencia en esta etapa inicial de actores y actrices que combinen habilidades interpretativas y musicales.

Siguiendo las prácticas internacionales, se seleccionó públicamente a los actores, y la última decisión fue tomada por los creadores británicos. Además del retraso con el que llegó Tian Shui, la seleción de actores para los demás papeles tampoco fue fácil, y hubo momentos de auténtico apuro por la falta de candidatos. Zhang Fangyu, la taiwanesa que interpreta a Sophie, la hija, no se presentó a las pruebas hasta la última ronda de selección; con su sonrisa pura y natural, encandiló a Paul Garrington, director de la obra.

Tras el establecimiento de la facultad de Teatro Musical en el Conservatorio de Música de Shanghai, la primera de este tipo en China, se crearon facultades similares en la Academia de Teatro de Shanghai, la Academia de Danza de Beijing y en la Academia Central de Drama, que, en conjunto, se estima han preparado ya a más de 1.000 profesionales de este género, aunque la mayoría no trabaje aún en el mismo por la falta de espectadores.

Los actores elegidos deben pasar por unos duros ensayos. Tres o cuatro de ellos fueron despedidos al inicio por su falta de entusiasmo al cantar y bailar. Como consecuencia, los sustitutos tenían que ser capaces de aprender aún más para desempeñar varios papeles. Cincuenta días después, los actores chinos demostraron estar ya listos para las funciones. Garrington expresó su satisfacción respecto a los jóvenes actores, destacando su potencial y energía: “Al principio, tenía cierta preocupación, pero la verdad es que se han adaptado bien”, comentó.

El apoyo técnico, por otra parte, también es necesario, y aquí surgió de nuevo el problema de la falta de personal técnico y administrativo. Para el cargo de supervisor del escenario no se encontró a la persona adecuada hasta la llegada de un candidato taiwanés medio año después.

En realidad, todo el personal de la parte china tuvo la oportunidad de aprender trabajando. Zhang Yu explica que “tenemos que aprender poco a poco en cada proceso. Entre tanto, también podemos preparar los futuros talentos del musical. Si adquirimos los derechos para realizar una versión china es precisamente para llegar a dominar la gestión de todos los procesos e impulsar la creación de musicales en China”.

Tres etapas

Con la introducción de las obras clásicas de otros países y la continua llegada de compañías de teatro internacionales, también van aumentando los musicales creados por artistas chinos. Sin embargo, aún hay en algunos de ellos deficiencias formales que hacen que el público les dé la espalda, y pocos son los que pueden recuperar la inversión.

El musical está aún naciendo en China. Zhang Yu es de la misma opinión que sus colegas shanghaineses en cuanto a las tres etapas necesarias para su desarrollo: primero, introducir los clásicos de otros países para preparar el mercado y a los espectadores; segundo, adquirir los derechos para realizar las versiones chinas, con lo que se puede aprender a dominar la preparación de un musical y se van formando los profesionales; y, finalmente, la creación original de musicales chinos que se puedan lanzar tanto nacional como internacionalmente.

La versión china de Mamma Mia! ilustra claramente este proceso.