Sima Guang rompió la tinaja
Texto e ilustraciones: Yang Yongqing
Durante la dinastía Song hubo un gran hombre llamado Sima Guang. Esta historia le sucedió cuando era niño.
Un día, Sima Guang se puso a jugar al escondite con sus pequeños amigos en el patio.
Uno de ellos subió silenciosamente a una rocalla, en cuyo lado había una gran tinaja llena de agua.
El niño se resbaló accidentalmente y –¡splash!– cayó en la tinaja de agua.
Todos sus amigos entraron en pánico. Algunos se apresuraron a pedir ayuda. Otros comenzaron a gritar: “¡Socorro, socorro! ¡Alguien ha caído en la tinaja de agua!”.
Sima Guang corrió rápido a la parte posterior de la rocalla y, en unos segundos, trepó a la boca de la tinaja. Extendió su mano intentando alcanzar al pequeño que había caído en el agua. Sin embargo, su brazo era demasiado corto. No lo logró.
Todos los niños se quedaron ansiosos y temerosos. No sabían qué hacer. Algunos se sentaron en el suelo y empezaron a llorar. La mente de Sima Guang se puso rápidamente a pensar en la forma de salvar a su amigo. En eso, vio una gran piedra en el suelo y se le ocurrió una idea.
Sima Guang corrió rápido hacia la piedra y la levantó con fuerza.
Y la lanzó con toda su energía hacia la tinaja.
¡Crash!, se rompió la tinaja y el agua se salió.
El niño que había caído en la tinaja logró ser salvado. Esta historia no tardó en ser transmitida. Todos levantaron el pulgar elogiando la actitud de Sima Guang, quien no entró en pánico por el accidente y pudo pensar con calma en una solución.
*Este cuento pertenece a la serie Libros Ilustrados de Historias Chinas, dirigida a los niños hispanohablantes. Los interesados en adquirirla pueden comunicarse con la editorial Blossom Press (Tel.: 0086-10-68996050, 68996618. Fax.: 0086-10-88415258. E-mail: minmin9305@163.com).