ESTE texto es del libro Cómo cuidan los chinos la salud, escrito por Wang Youzheng, locutora y redactora, hoy jubilada, del Departamento de Español de Radio Internacional de China (CRI por sus sigla en inglés). Ella fue encargada de redactar y dirigir el programa Consejos para la vida y la salud, que duró más de cinco años consecutivos, y cuyo contenido fue el embrión de este libro. Además de muchas historias interesantes sobre los más prestigiosos médicos chinos, este trabajo también describe tratamientos prácticos, por ejemplo, cómo hacer la alimentoterapia y cómo dar masajes en los puntos acupunturales. Seleccionamos aquí dos fragmentos para compartir con nuestros lectores.

Filosofía de la salud según Ge Hong

Voy a darles algunas referencias sobre las experiencias que obtuvo Ge Hong, célebre taoísta chino, hace más de 1500 años, en el terreno del cuidado y la conservación de la salud.

Antes de Ge Hong, el desarrollo de la teoría y la práctica sobre el cuidado de la salud, parte esencial de la tradición cultural creada, siglos antes, por el taoísmo, el confucianismo y el budismo, no había obtenido avances significativos. Todos se limitaban, hasta entonces, a observar, por ejemplo, los principios del taoísmo, en los que la vida era el bien supremo que había que preservar a toda costa como el mejor modo de desterrar la muerte. Había, pues, que lograr el supremo objetivo de prolongar la vida, para lo que era necesario buscar la fórmula de una poción que pudiera inmunizar por completo al organismo.

Ge Hong se hizo famoso no solo como taoísta, sino también como un gran difusor de la alquimia de su tiempo, incluso, como mago. Pero, sobre todo, su fama se debió a su obra Tratado de Baopuzi, en la que daba la fórmula de cómo preparar la pócima de la longevidad. Ge Hong partía del principio de conceder importancia al hecho de preservarse de cualquier daño a la salud y de evitar heridas en el cuerpo. En Tratado de Baopuzi, dio muchas recomendaciones en más de 10 aspectos. Permítanme ofrecerles algunas de ellas en consideración a su importancia histórica, pues datan de hace más de 1500 años, y también a su utilidad práctica.

1. Al escupir, evitar el esfuerzo que supone hacerlo lejos.

2. No caminar de prisa.

3. Evitar los ruidos intensos y mortificantes.

4. No mirar un objeto o un lugar por largo tiempo.

5. No permanecer sentado durante mucho tiempo.

6. Acostarse solo al sentir cansancio.

7. Vestirse o abrigarse antes de sentir frío.

8. Aliviarse de ropa, antes de sentir calor.

9. Comer antes de que el hambre arrecie.

10. No comer en exceso.

11. No llegar nunca a la fatiga.

12. Evitar sudar en exceso.

13. Evitar dormir demasiado.

14. No permanecer en un ambiente demasiado frío o demasiado caliente ni en un medio en que corre mucho viento o hay espesa niebla.

15. Comer alimentos variados y evitar la monotonía.

16. Abrigar bien los dos hombros al dormir en un ambiente frío.

Lo peculiar de las recomendaciones de Ge Hong está en que cubren también el área de la salud mental. Él es autor de una máxima que se hizo muy popular: “La longevidad es un privilegio de los que viven libres de preocupaciones”. Él siempre aconsejaba no llegar a perder la paciencia ni tomar con excesiva seriedad los problemas de la vida, tanto si se presentan en el ámbito familiar como en el del trabajo. De igual manera, recomendaba no desvivirse por la fama ni por conseguir el máximo provecho de la vida. Sostenía que era mucho mejor para la salud adoptar una actitud impasible y serena ante cualquier contrariedad que surja en la vida. Un temperamento equilibrado y tranquilo, y una actitud magnánima y generosa, decía, permiten ver las cosas con confianza y optimismo.

Ge Hong resumió también, en cinco rubros, los principios taoístas del cuidado de la salud, base de la longevidad:

1. Adquirir, cultivar y practicar con regularidad buenas costumbres tanto en la alimentación como en los hábitos de acostarse y levantarse.

2. Hacer ejercicios o practicar alguna de las formas de las artes marciales, entre las que cabe mencionar el Taijiquan, que regula la fisiología y consistencia de huesos y tendones.

3. Practicar ejercicios de armonía respiratoria, como por ejemplo, el Qigong y el Taijiquan, que tienen efectos favorables para la mente y el organismo en general.

4. Incorporar a la dieta cotidiana, alimentos medicinales que tonifiquen los riñones, el hígado, el bazo, etc.

5. Evitar los excesos en la vida sexual.

Taijiquan y salud

El Taijiquan, ejercicio típico de China que ha suscitado un vivo interés en numerosas personas, ha sido difundido por casi todos los rincones del mundo.

Zhang Fengying, con más de 50 años, es maestra del Centro de Enseñanza de Taijiquan del Parque de Taoranting en Beijing y se ha dedicado a la enseñanza de Taijiquan durante más de 20 años en ese parque.

El número de alumnos de ella está cerca de los 2000; y entre ellos figuran ancianos, niños, incluidos extranjeros. El mayor tiene 78 años de edad, y el menor, 12 años. Un día, una persona afectada de diabetes le dijo alegremente a la maestra Zhang que el resultado de sus exámenes de azúcar en la sangre fue normal tras practicar Taijiquan todos los días en el parque. En resumen, practicar Taijiquan ayuda de forma efectiva a curar enfermedades.

Sobre la teoría y la función del Taijiquan, Zhang Fengying dijo: “El Taijiquan tiene importantes funciones para mantenerse en forma, conservar la salud y prevenir enfermedades, pero sobre todo para ayudar al proceso de rehabilitación. Cada movimiento tiene su propia teoría sobre la curación de enfermedades ya que su formulación e investigación fueron inspiradas en la doctrina de los canales de la medicina tradicional. A mi parecer, la práctica de Taijiquan de forma profunda se puede convertir en la práctica de un ejercicio profundo llamado Qigong. ¿Qué es el Qigong? Es la combinación de un ejercicio respiratorio y un ejercicio de concentración. Sin el ejercicio de concentración, el Taijiquan sólo sería un ejercicio gimnástico”.

Zhang Fengying contó: “En China hay un dicho popular: Las piernas de una persona envejecen antes que el resto del cuerpo. El Taijiquan fortalece sobre todo las piernas. El cuerpo de la persona que practica Taijiquan no se levanta en forma recta, sino como un arco”.

Para una mejor comprensión, ella dijo otro refrán chino: Los movimientos de Taijiquan se asemejan a cuando se devana la seda cruda de los capullos, cuya forma parece un gato”. “Es parecido a los movimientos de un gato capturando ratones. Cuando se practica Taijiquan, el peso de todo el cuerpo de una persona se mantiene siempre sobre una pierna, y de una pierna pasa a la otra. Conforme pasa el tiempo, las piernas se endurecen. Si una persona practica Taijiquan con frecuencia, no le resulta difícil subir montañas o escaleras ya que se sentirá ligera”.

Consejos sobre la práctica de Taijiquan

La maestra Zhang dio algunos consejos sobre la práctica de Taijiquan:

a. No practicar Taijiquan en un medio en que corre mucho viento o cae lluvia.

b. No practicar Taijiquan cuando uno tenga hambre o después de estar lleno.

c. No practicar Taijiquan, sino descansar y dormir cuando uno está demasiado cansado.

d. Practicar Taijiquan puede curar algunas enfermedades, pero, cuando las enfermedades de algunos pacientes aún no se encuentran en un estado estable, no deben practicarlo.

e. Si las personas son débiles o tienen mayor edad pueden practicar Taijiquan al estilo Yang porque sus movimientos son suaves y lentos. Y el estilo Chen es intenso, siendo adecuado para las personas robustas.

f. Cuando uno tiene sed después de practicar Taijiquan no debe tomar agua en mucha cantidad, ni agua helada, sino un poco de agua tibia o agua mineral a temperatura normal.