El archipiélago de Zhoushan: un paraíso entre el mar y el cielo
LA leyenda dice que, hace unos 2000 años, un monje japonés llamado Hui’e hizo una peregrinación a la montaña Wutai, un lugar sagrado para el budismo, en la provincia de Shanxi. Allá encontró una estatua del buda Avalokitesvara (Guanyin), y tuvo la intención de llevársela a Japón. Después de haber zarpado en medio de una suave brisa y de apacibles olas, una furiosa tormenta estalló cuando el buque se aproximaba al archipiélago de Zhoushan, en la actual provincia de Zhejiang. Una vez que amainó la tempestad, una vasta alfombra flotante de flores de loto bloqueó el paso de la nave. Hui’e lo tomó como una señal de que la imagen de Avalokitesvara no estaba dispuesta a salir de China. Por respeto a su voluntad, el monje llevó la estatua a la isla más cercana y la colocó en la cueva Chaoyin, al pie de la montaña Putuo. Un residente local apellidado Zhang, quien había presenciado el extraordinario evento, ofreció su casa como templo para Guanyin. Lo llamó el “Templo de Avalokitesvara que se niega a irse”. Hoy en día, Putuo es considerada una de las cuatro montañas sagradas del budismo en China y el archipiélago de Zhoushan es un reciente distrito de nivel estatal, conocido como el Paraíso Budista en el Mar.
El archipiélago de Zhoushan es, en realidad, una extensión de la cordillera Tiantai, en el este de la provincia de Zhejiang. Sus picos más altos se convirtieron en islas hace unos 8000 o 10.000 años, cuando el nivel del mar subió y sumergió las montañas más bajas. La montaña Putuo –”hermosa flor blanca” en sánscrito– es una de las islas más grandes del archipiélago de Zhoushan. El viaje al monte Daishan, uno de los doce condados isleños de China, tarda unos 40 minutos en barco desde la isla principal de Zhoushan. La vista que me pareció más impresionante en el monte Dai-shan fue su salina de unos 12.000 mu (alrededor de 804 hectáreas). Bajo un sol radiante, brilla el cloruro de sodio cristalizado en la base, mientras que los cristales de sal en la capa superior emiten un brillo plateado. Llegué a ver en el atardecer la gloriosa imagen de brillantes columnas de sal bajo un cielo azul oscuro.
La Isla del Monte Daishan ocupa menos de 330 km², pero es el lugar de diez museos de temática oceánica. Más lejos se encuentran las Islas Shengsi, el lugar perfecto para descansar de la ajetreada vida de la ciudad.
Esparcidas por 8738 km² de mar, las Islas Shengsi son conocidas también como “Pueblo Pequeño”. En un total de 400 islas hay, de hecho, 16 pueblos pequeños que son el hogar de 76.000 habitantes.
Las Islas Shengsi gozan de una privilegiada ubicación al sureste de Shanghai y están conectadas con el puerto de Luchao, a través del puente Donghai. Shengshan, un lugar principal de la zona turística de las Islas Shengsi, es un auténtico pueblo de pescadores muy arraigado en la tradición marina.