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2016-December-15 09:29

“La historia de amor por excelencia fue china”

Relinque menciona que Tang Xianzu y William Shakespeare, ambos fallecidos en 1616, exploraron las pasiones humanas en sus obras.

 

Una conversación con la española Alicia Relinque sobre el escritor chino Tang Xianzu

 

Por JUAN CARLOS AGUILAR*

 

ALICIA Relinque Eleta, especialista en literatura clásica china, no necesita pensárselo demasiado: “Tang Xianzu (1550-1616) es el dramaturgo más grande de las letras chinas”. Es verdad. Y es que, en opinión de la especialista española, se trata de un referente indispensable que, a 400 años de su muerte, se presenta como el autor de una obra palpitante y conmovedora.

 

“Escribió solo cuatro obras de teatro, pero eso le bastó para alzarse por encima de todos los demás”, menciona Relinque Eleta, quien hace unos días –en el marco de las celebraciones que se realizaron en todo el mundo por la efeméride– presentó la conferencia “Tang Xianzu: El pabellón de las peonías” en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

 

Entrevistada por China Hoy, la académica de la Universidad de Granada (España) explicó que Tang Xianzu, quien también cultivó la poesía y el ensayo, gozó de las mieles del éxito debido a que su obra fue celebrada por los lectores desde el momento mismo de su publicación.

 

“El pabellón de las peonías fue todo un hito, un éxito absoluto que convertiría a esta obra en la más importante de la literatura china. La historia de amor apasionante arrasó entre las muchachas y durante varios siglos se convirtió en la historia de amor por excelencia”, señala la especialista, quien ha dedicado gran parte de su vida académica a la investigación y la enseñanza de la cultura china.

 

En esta obra, indica, el escritor de la dinastía Ming nos hace esencialmente una pregunta: ¿hasta qué punto podemos luchar por lo que queremos? “La protagonista es una muchacha que se enamora y lucha contra la vida, contra la muerte, e incluso contra sus padres, con tal de estar al lado del hombre al que ama; lucha y acaba triunfando”, comenta la también traductora, quien advierte que esta historia de un amor desbordado le habla perfectamente al lector actual, al del siglo XXI.

 

Una obra colmada de pasión

 

Sobre los intereses temáticos del célebre escritor chino, Relinque sostiene que se pueden concentrar en dos grandes rubros: el que habla de los sueños y la realidad, y el de la razón y la pasión desbordada, que sus protagonistas experimentan de manera clara.

 

“Sus cuatro obras de teatro se conocen en conjunto como Los cuatro sueños del pabellón de la camelia de jade de Linchuan, y eso se debe a que en todas ellas juega con las ideas de ilusión y realidad, entre lo que sucede en los sueños y lo que ocurre después en la realidad. Y en ese sentido nos hace preguntarnos hasta qué punto lo que vivimos es real o ilusorio. Ese es uno de sus temas preferidos.

 

“La razón y la pasión es el otro tema que le interesó. Se cuestiona qué debe dominar a los individuos: la pasión o la razón. En ese conflicto, él se decanta muy claramente por la pasión. En el caso de los sueños y la ilusión deja que cada uno de nosotros descubramos si en verdad es tan real el mundo en el que vivimos”.

 

Respecto al paralelismo entre la obra de Tang Xianzu y el inglés William Shakespeare –en el cual muchos especialistas han hecho hincapié en este año de conmemoraciones– la sinóloga advierte que además de la coincidencia en el año de sus respectivas muertes (en la que también se suma el fallecimiento del español Miguel de Cervantes Saavedra), hay algunas similitudes en sus obras y en la visión de la época que les tocó vivir.

 

“Además de que murieron el mismo año, está el hecho de que ambos son dramaturgos. Aunque escribió mucha poesía y ensayos, Tang Xianzu es conocido sobre todo por El pabellón de las peonías, que sería como el Romeo y Julieta de Shakespeare.

 

“También está el hecho de que tanto en la China de aquella época como en la Europa de finales del siglo XVI y principios del XVII se estaban moviendo muchas cosas; ahí se puede encontrar cierto paralelismo. Son hombres que dan un paso adelante y hacen una demostración de un nuevo mundo que se acerca”.

 

Relinque lamentó que, pese a su frescura y vitalidad, la literatura china se conozca poco fuera de sus propias fronteras. “El chino clásico es muy difícil; tal vez eso explique que no existan muchas traducciones. Lo cierto es que hay un número ingente de grandes escritores –poetas, dramaturgos y novelistas–, que no se conocen en Europa ni en América. Es una pena. Supongo que será labor de más tiempo para que más jóvenes comiencen a estudiar chino clásico y se dediquen a la traducción”.

 

Enamorada de la cultura china

 

Por lo pronto, Relinque Eleta hace su mayor esfuerzo por difundir lo mejor de la literatura china. Así lo ha hecho en las últimas décadas, siempre con el mismo entusiasmo que tuvo cuando, por un acontecimiento fortuito, entró en contacto con la cultura china.

 

“Mi primer acercamiento fue a través de una profesora de literatura que era tan seria y rigurosa que nunca sonreía. Después de un viaje que realizó a China volvió sonriendo y muy feliz. Pensé que aquella cultura tenía que ser muy bonita para causar ese efecto”.

 

Posteriormente, decidió aprender chino. “Desde el primer día me enamoré del idioma. Los caracteres son preciosos; la lengua es preciosa. Cuando comencé a conocer algo de literatura me sorprendía que en España casi nadie conociera prácticamente nada de la cultura china. Por eso comencé a traducir obras que me parecían particularmente interesantes”.

 

*Juan Carlos Aguilar es periodista. Desde hace 12 años colabora en medios impresos y electrónicos en México. Se ha especializado en la cobertura de asuntos políticos, sociales y culturales.

 

Una escena de la ópera El pabellón de las peonías.

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