Xu Zechen: Buscando un destino en Beijing
Por RAMÓN DÍAZ ETEROVIC*
Xu Zechen, escritor representativo de los nacidos en la década de 1970 de China.
El escritor Xu Zechen (nacido en Donghai, provincia de Jiangsu en 1978) es considerado uno de los exponentes más destacados de la actual narrativa china. Estudió literatura en la Universidad de Beijing y trabaja como editor de la revista Literatura Popular. Ha obtenido algunos de los premios literarios más importantes que existen en su país y publicado varias novelas, entre las que destacan Jerusalén, Tren nocturno y Puerta de medianoche. En 2010 participó en el programa de escritura creativa de la Universidad de Iowa. Recientemente estuvo en Santiago de Chile, invitado por el Centro Regional del Instituto Confucio para América Latina.
Su novela Corriendo por Beijing es otro de los relatos que han dado reconocimiento a Xu Zechen. Se encuentra traducida a varios idiomas, entre los que se cuenta el español, como parte de la Colección Joyas Literarias que publica la editorial China Intercontinental Press. Esta novela tiene como protagonista a Dun Huang, un joven veinteañero que sale de la cárcel luego de cumplir una condena por vender documentos de identidad falsificados. Una vez libre y mientras procura adaptarse a su nueva condición, se siente más inseguro que dentro del presidio y no mira con mucho optimismo su futuro en Beijing, una ciudad que durante toda la novela es retratada casi de un modo fantasmal, siempre cubierta por la arena que levantan las tormentas otoñales.
Dun Huang se dedica a recorrer la ciudad y en su vagabundeo conoce a una mujer un par de años mayor que él, que le ofrece ayuda y lo refugia en su departamento. Kuang Xia, al igual que Dun Huang, proviene de un pueblo campesino, de provincia, y desea reunir el dinero suficiente para volver a su lugar de origen, casarse y tener un hijo. La pareja simpatiza y Kuang Xia introduce a su nuevo amigo en el negocio de la venta de películas piratas, que tiene sus riesgos por la presencia siempre amenazante de la policía, pero que en un plazo muy corto rinde más frutos de los que espera Dun Huang. Los dos se convierten en amantes, pero pese al cariño mutuo la relación no prospera. Kuang Xia tiene un novio con el que piensa cumplir su anhelo de ser madre y volver a su pueblo. Dun Huang se distancia y en sus carreras por la ciudad conoce a Qi Bao, una atractiva joven de la que se enamora y más adelante descubre que se prostituye en un sórdido cabaret para empleados de poca monta. Los personajes de esta novela se relacionan de una manera fría, casi mecánica, las más de las veces impulsados solo por el deseo sexual, sin dejar mucho espacio a los sentimientos. Parece ser parte de una generación en la que los afectos juegan un rol secundario.
Xu Zechen nos presenta un abanico de personajes marginales, solitarios a pesar de sus ocasionales compañías, que parecen perdidos en una ciudad que no se describe mayormente, pero que se sabe e intuye que es como una bestia gigantesca que engulle la voluntad y los sueños de las personas. Personajes desarraigados y que en general, exceptuando a Kuang Xia, parecen no tener otro objetivo más que la riqueza rápida, y en el peor de los casos la sobrevivencia, es decir tener a diario unos yuanes para pagar un plato de comida y un techo donde refugiarse por las noches. Los sobornos, las raterías, la prostitución, el tráfico de pornografía y toda clase de negocios ilícitos son parte del ambiente en que viven los personajes; ninguno de los cuales parece tener valores muy sólidos, salvo la fugaz amistad que nace en situaciones de adversidad, como la del protagonista con Bao Ding, un delincuente avezado que lo introduce en el negocio de las falsificaciones. Todo parece ser efímero, como la bicicleta robada que compra Dun Huang para hacer su trabajo, y que a las pocas horas le sustraen mientras atiende a una clienta. La vida es vertiginosa y Dun Huang corre a través de la ciudad y lo hace para sobrevivir en una carrera que transcurre por un callejón que, como al final se descubre, carece de salida para los marginales como él.
La novela tiene buen ritmo y, sin duda, su autor tiene oficio y talento para proponer un relato que atrapa desde sus inicios y que se desarrolla sin perder medios. En sus páginas se recrea el espíritu que mueve a ciertos sectores de la sociedad china actual y en especial de los jóvenes, que buscan adaptarse a los vientos que arrasan con los vestigios del pasado. Es una novela interesante para acercarse a los brillos y sombras de los cambios que vive la sociedad china; y conocer lo que está escribiendo uno de los más aplaudidos narradores chinos de hoy.
*Ramón Díaz Eterovic es un escritor chileno, aunque obtuvo el título de Administrador Público. Algunos de sus cuentos y novelas han sido publicados en Portugal, España, Italia, Francia, Holanda, entre otros países.
Novela Corriendo por Beijing.