Sergio Cabrera inaugura ciclo de cine colombiano en Beijing
Por MICHAEL ZÁRATE
El cine puede ser todo lo que usted quiera: entretenimiento, distracción, frivolidad, una industria de millones de dólares, pero es también compromiso, honestidad y un punto de vista sobre la realidad. Al menos, ello es lo que pretende el director de cine colombiano Sergio Cabrera, quien esta semana llegó a China para inaugurar el 10° Ciclo de Cine Colombiano y presentar tres de sus mejores películas, Todos se van, Perder es cuestión de método y La estrategia del caracol. Aunque más que caracol, Cabrera parece un salmón decidido a luchar contra la corriente y contra lo corriente.
La proyección de sus películas en China comenzó con lágrimas. El pasado 19 de octubre, el público de Shanghai terminó llorando luego de ver Todos se van (2013), filme basado en la novela autobiográfica de la escritora cubana Wendy Guerra. “Fue emocionante. El público chino es un público muy sensible, es un público que se mete mucho en las películas”, dice Cabrera. “Todos se van es la historia de un divorcio y de cómo las diferentes partes manipulan la justicia y la realidad sin tener muy cuenta el daño que le están haciendo a los hijos”. La película fue presentada en el Festival de Cine de La Habana. Lo curioso es que China tuvo mucho que ver con su realización.
Tiempos aquellos
Cabrera supo del libro de Wendy Guerra porque alguien tuvo la sabia decisión de regalárselo por su cumpleaños. La novela lo conmovió a tal punto que le hizo recordar su infancia en China. Si bien nació en Medellín en 1950, Sergio Cabrera llegó por primera vez a Beijing a los 12 años, junto con su familia. Su padre, un hombre muy estricto, lo envió a un internado chino. “En el fondo agradezco mucho toda la formación que me dio ese internado, pero los años de 1962 y 1963 fueron una época especialmente dura en China”, recuerda. “China ha logrado superarse en las últimas décadas. Hoy uno ve en China que la gente ha recuperado mucho su autoestima y su libertad individual”.
A inicios de aquellos años 60, el padre de Cabrera se desempeñaba como director de doblajes en el Instituto de Cine de Beijing, es decir, supervisaba el doblaje de películas al español, las cuales eran enviadas sobre todo a Cuba. En una ocasión, su padre necesitaba la voz de un niño para una película llamada Campanita. Cabrera incursionó así en el cine y no volvió a salir de ese mundo. “Desde pequeño actué en televisión y teatro, pero cuando participé en el doblaje de esa película vi que eso era lo mío. Al lado del cine, el teatro me parecía una cosa muy básica”.
En la década de 1970, Cabrera regresó a Beijing a estudiar filosofía. Pero en sus ratos libres se las ingeniaba para filmar sus primeros cortometrajes con una pequeña cámara de 8 mm. Hoy mira hacia atrás y cree que China ha influido mucho en él a nivel personal. “Muchas veces he pensado que si no hubiera tenido esa disciplina que aprendí aquí, probablemente nunca habría podido hacer una película”. Pero China también influyó en Cabrera a nivel narrativo. Por ejemplo, uno de sus filmes más reconocidos, La estrategia del caracol (1993) –una de las ganadoras del Festival Internacional de Cine de Berlín– es una adaptación de la popular fábula china El viejo tonto que removió las montañas.
“Uno no puede cambiar el mundo con el cine, pero sí puede utilizar el cine como una herramienta para mostrar la sociedad en la que uno vive y llamar la atención sobre ciertos problemas”, sostiene Cabrera, quien admite que la peor película de su vida fue involucrarse en la política de su país. Sergio Cabrera fue elegido en 1998 miembro de la Cámara de Representantes de Colombia. “Hice el intento y no resulté muy buen político. Resulté muy lastimado de esa experiencia, pero me parece que Colombia ha evolucionado positivamente”.
Proyectos en China
Cabrera estuvo cerca de filmar en China en dos ocasiones, pero ello no se dio porque los guiones no fueron lo suficientemente atractivos. En este momento, el cineasta colombiano tiene dos propuestas para trabajar en el país. La primera es una producción italiana para realizar la versión china de La estrategia del caracol, ambientada en el año 1939 en uno de los tradicionales hutong de Beijing. La segunda propuesta es una curiosa historia sobre un inventor, “una especie de realismo mágico chino”. Mientras espera que ambas se concreten, en Colombia comenzará a rodar una serie de televisión sobre la vida de Gabriel García Márquez.
A propósito de “Gabo”, Cabrera espera que al cine latinoamericano le ocurra lo mismo que a la literatura, y tenga también su boom. “Cuando empecé a estudiar cine, era casi imposible encontrar novelas latinoamericanas en España y Francia. Y hoy compiten de tú a tú con la literatura del resto del mundo. Yo espero que eso suceda con el cine latinoamericano, que es un cine con mucha personalidad y que no ha cedido a los cantos de sirena de Hollywood”.
Por lo pronto, lleno de recuerdos y vivencias, Sergio Cabrera se alista para inaugurar en Beijing el 10° Ciclo de Cine Colombiano, realizado bajo el marco de promoción de Colombia en el exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Ahora que Cabrera ha vuelto a Beijing, muchos de sus ex compañeros de estudio le han escrito para saber dónde proyectarán sus películas, pues es la primera vez que podrán verlas gracias a los subtítulos en chino. “Es muy emocionante volver a un país después de 40 años y que haya gente que quiera ver lo que uno ha hecho”.
Viernes 23 de octubre de 2015
Película: Todos se van
Hora: 6:30 pm
Lugar: Instituto Cervantes
Domingo 25 de octubre de 2015
Película: Perder es cuestión de método
Hora: 6:00 pm
Lugar: Instituto Cervantes
Domingo 25 de octubre de 2015
Película: La estrategia del caracol
Hora: 8:00 pm
Lugar: Instituto Cervantes