Seis pequeños embajadores chinos
La profesora panameña Liz Vargas y los seis pequeños embajadores chinos listos para comenzar la jornada del 7 de julio de 2014.
SEMBRAR futuro. Eso fue lo que hizo la profesora panameña Liz Vargas el 7 de julio de 2014, en Beijing. Fue el primer Día del embajador. Seis chicos que estudiarán en el Colegio Secundario Dayu, el más grande e importante de la zona oeste de Beijing, soñaron despiertos. Fueron embajadores por una hora. Los recibieron los representantes diplomáticos de seis naciones latinoamericanas, y esos chicos supieron mucho más de estos países de los que, hasta ese momento, apenas podían decir el nombre y otras pocas características.
Esta idea nació cuando la profesora Liz comenzó a impartir clases en la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing (BISU), en 2008. “Cuando empecé, me di cuenta de que ellos, en relación con América Latina, no era que no prestaran atención, sino que era solo España. Entonces, pensé: si les hablo de la cultura de algún país latinoamericano, voy a tener que explicarles todo. Por eso, preferí llevarlos a las embajadas en mi tiempo libre”.
El mismo 2008, comenzó la vinculación con la embajada de Venezuela y en enero de 2009, el primer grupo de estudiantes universitarios comenzó a hacer prácticas en las sedes diplomáticas latinoamericanas. “Todas las embajadas aceptaron. Y se mantiene, a pesar de que cambian los embajadores y cambian los ministros”.
Y justo fue en la embajada de Venezuela donde había hecho sus prácticas una estudiante que, al graduarse, trabajó como profesora en una secundaria. Liz, que mantiene una relación cercana con sus estudiantes, le recomendó a la chica que también llevara a sus alumnos a las embajadas. Así se vinculó con Cao Yanyan, que terminó siendo la directora del Colegio Secundario Dayu.
El embajador de Venezuela, Iván Zerpa intercambió regalos con Cristóbal, un pequeño embajador chino.
El colegio está ubicado en una zona de desarrollo especial, tiene más de 1400 alumnos y 178 profesores con mucha experiencia docente. Todo eso y la mentalidad abierta de la directora, propiciaron que la abogada panameña, devenida profesora del español amplio y diverso que se habla en este mundo, comenzara a promover la enseñanza del idioma en el centro educacional.
Así, lo visitaron los embajadores de Chile, Bolivia y Perú, y los representantes de República Dominicana y Panamá. Hablaron de sus países y sus culturas con los chicos chinos que estudiarán en esa escuela y pueden elegir el español como materia.
Luego de tanto, Liz consideró que era el momento de reconocer la cooperación de los embajadores latinoamericanos. “El embajador es una figura importante porque representa a su país y yo pienso que hay que hacerle un homenaje”.
El Día del embajador de Beijing comenzó con un privilegio que, seguramente, demorará en repetirse. El exembajador de Perú en China, recién nombrado canciller, tuvo como última actividad recibir a Ana María, nombre español de una chica china de 12 años, que no pudo disimular su emoción.
“Con lo mucho que he aprendido yo en China, espero poder desempeñar este puesto con idoneidad”, dijo, con su acostumbrada afabilidad, Gonzalo Gutiérrez, pocas horas antes de partir de Beijing. Hubo regalos y mucha cordialidad.
En la embajada de Ecuador, Madonna, una chica que no pensó ser embajadora a los 12 años que ahora tiene, sonrió plenamente por la amable acogida de José María Borja, máximo representante diplomático de la nación andina en Beijing, y su equipo de trabajo.
“Los niños que están hoy en las embajadas serán los futuros embajadores de China en el Ecuador y otros países”, dijo Cao Yanyan, directora del Colegio Secundario Dayu de Beijing, al agradecer la oportunidad de visitar la sede diplomática.
Muy elegante lució Cristóbal, el único varón del grupo, con la gorra multicolor que le obsequió y le puso Iván Zerpa, embajador de Venezuela en China. Luego de un amplio recorrido por la renovada sede diplomática, la profesora Liz agradeció lo mucho que ha cooperado la embajada de Venezuela desde que ella comenzó la labor de promoción de las culturas latinoamericanas a través de la enseñanza del español.
Como una puerta entre “Bolivia y nosotros para que tengamos una visión más amplia y bonita”, calificó Cao Yanyan el encuentro en la embajada del Estado plurinacional. Guillermo Chalup, embajador de Bolivia en China, devino hospitalario anfitrión que invitó a Emily, la “pequeña embajadora china” a tomar su primera decisión. Ella respondió con rapidez: tomarnos una foto todos juntos.
Chalup agradeció la oportunidad del intercambio y la profesora Liz recordó que la embajada de Bolivia en China también ha recibido estudiantes universitarios para sus prácticas y que, actualmente, uno de los que estuvo en esa sede diplomática, ya graduado, trabaja en la embajada de China en Bolivia.
También se vivieron intensas y hermosas emociones en las embajadas de Cuba y Costa Rica, donde Alberto Blanco Silva y Marco Vinicio Ruiz, respectivamente, dieron cálidas bienvenidas y propiciaron inolvidables momentos a Emy y a Elena, dos chicas de 12 años que completan la nómina.
El Día del embajador, un proyecto para la promoción del español en toda su diversidad concebido y puesto en práctica en Beijing, es una clara apuesta de futuro. Como propuso la directora Cao Yanyan, cada 8 de junio se sembrará el mañana con jóvenes chinos que conozcan a América Latina y el Caribe por su idioma, vía expedita para adentrarse en una cultura plural, colorida y cautivadora.
Cuando hace un lustro, la profesora Liz Vargas comenzó a acercarse a las embajadas latinoamericanas en China, seguramente, no pensó que ahora, en 2014, sus alumnos de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing (BISU) fueran cantera para satisfacer múltiples necesidades de esas sedes diplomáticas. Entonces, no era posible suponer que Pablo, el joven graduado que ahora trabaja en la embajada de China en Bolivia, diga y repita que se siente afortunado.
Lo que sí se puede suponer, con mucha seguridad, es que los seis chicos que este 7 de julio fueron “pequeños embajadores chinos” saben ya y aprenderán mucho mejor que el español es lengua común de muchas identidades. Siempre recordarán que, en 2014, fueron embajadores por una hora, a una edad en que los sueños llegan tan alto que pocas veces se pueden alcanzar.