En enero de 1949, en vísperas de la fundación de la República Popular China, el presidente Mao Zedong señaló la necesidad que tenía la política exterior del país de “limpiar la casa antes de recibir a invitados” en una conversación con Anastás Mikoyán, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.