6 de junio de 2022. Turistas visitan el parque dedicado al filósofo Zhu Xi, en la provincia de Fujian.

2 de agosto de 2024. Niños de la ciudad de Jining, en la provincia de Shandong, presentan sus obras de recorte de papel.

6 de agosto de 2024. Turistas toman fotografías en el Museo de Historia de Shaanxi. Fotos de Xinhua

LA civilización marca de manera sutil la forma de pensar y actuar de todas las generaciones de personas que nacen y crecen en un mismo lugar. La antigua civilización china, renovada al ritmo de los tiempos que corren, ha demostrado lo preciada que es su existencia al haber quedado grabada en diferentes etapas históricas y haber viajado a través del tiempo y del espacio.

En esta nueva era, la civilización china, con una sabiduría acumulada en más de 5000 años, está llevando a cabo una transformación creativa y un desarrollo innovador a través de una renovación de la teoría del Partido Comunista de China (PCCh), los cuales dotan al socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era de más elementos de la civilización china.

Desde las inscripciones en huesos oraculares, las tablillas de bambú y los libros brocados en seda, hasta las invenciones del papel, la brújula, la pólvora y la imprenta, pasando por las costumbres populares y los ritos funerarios, hasta llegar a los valores de benevolencia, rectitud, decoro, sabiduría y honradez, los elementos culturales chinos “pueden ser apreciados en los tableros con inscripción horizontal que cuelgan en las entradas de las grandes mansiones, edificios y pabellones, condensan los preceptos y las reglas familiares, y están incrustados en nuestros nombres, topónimos y nombres de escuelas, instituciones y empresas. Como sangre que fluye por nuestro cuerpo, son las estrellas que brillan más en nuestro firmamento ideológico y moral”, señaló Liu Hanjun, redactor jefe de la aplicación de celular Xuexi Qiangguo del Departamento de Publicidad del Comité Central del PCCh.

I. Elementos políticos en la civilización. Una gobernanza basada en la bondad y la tradición patriótica es la prueba más poderosa del efecto de la construcción política china. La gobernación china, con una tradición de gobernanza patriótica y socialista con peculiaridades chinas, integra la esencia de la “gran unión” en la modernización de un sistema y unas capacidades de mandato nacional para la nueva era. Se ha formado un nuevo modelo de regimiento para la civilización caracterizado por el papel del Gobierno central como planificador, coordinador y realizador de los gobiernos locales. “Uno debería apoyar los intereses del país con su propia vida”, dijo Zichan, discípulo de Confucio en el año 538 a. C. En 1842, al despedirse de sus familiares cuando la corte Qing lo desterró a Yili, en la actual región autónoma uigur de Xinjiang, Lin Zexu también recordó que “uno debería apoyar los intereses del país con su propia vida”, lo que demostró que después de 2380 años, la visión de un país seguía siendo el sostén de la nación. “Aunque soy humilde, no me atrevo a olvidarme de preocuparme por el país”, escribió en 1176 Lu You, poeta de la dinastía Song del Sur (1127-1279). “Me entregué en cuerpo y alma para no defraudar al pueblo”, expresó Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh, en marzo de 2019 en Roma.

II. Elementos materiales en la civilización. El desarrollo de la civilización resulta inseparable del apoyo de las fuerzas materiales, de la misma forma que el atraso de la civilización material conducirá inevitablemente a la decadencia de esta. Según datos estimados por el economista británico Angus Maddison, en 1820 el PIB de 30 países europeos, China e India representaban el 22,9 %, el 33 % y el 16,1 %, respectivamente, del PIB mundial. Es decir, el PIB de China era mayor que la suma de 30 países europeos. Sin embargo, en tiempos modernos, China, humillada, con un pueblo curtido en dolor y una civilización desempolvada, demostró que la base económica determina la superestructura cultural. Incluso con libros clásicos depositados en las bibliotecas, con una sabiduría contenida en esplendorosas tradiciones y con conceptos confucianos para el cultivo moral y una gobernanza brillante, si no hay un desarrollo de las fuerzas productivas, es imposible evitar el desmembramiento de una nación. Ante el peligro de la subyugación nacional y el genocidio, los pioneros revolucionarios y el valeroso pueblo chino siempre confiaron en que el país se volvería fuerte.

III. Elementos morales en la civilización. A pesar de los sueños, una nación no puede quedarse estancada, ni volverse conservadora ni atrasada. Al contrario, ser valiente en la innovación, no temer las dificultades, estar sinceramente unidos, seguir adelante y atreverse a luchar y ganar son símbolos importantes de la civilización china, componen los valores básicos del socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era. Como señaló Xi Jinping, hace miles de años los antepasados de la nación china comenzaron la gran práctica de crear una civilización con un espíritu restaurador. “China es un gigante dormido. Déjenlo dormir porque, cuando despierte, el mundo se sacudirá”, dijo Napoleón Bonaparte. El sueño de la nación china duró miles de años. El letargo imperial de la antigua China duró 2132 años y tuvo más de 400 emperadores. El socialismo con peculiaridades chinas sustituyó el sueño imperial por el sueño de salvar y reconstruir el país, esperando convertirlo en uno más rico y fuerte. Dichos sueños, de los cuales su protagonista es el pueblo, son las aspiraciones a la revitalización de la nación china.

IV. Elementos sociales en la civilización. El nivel civilizatorio de una sociedad a menudo es medido según la actitud que presenta hacia la vida del pueblo y la guerra. Ya sea en la historia o en el presente, China ha enfatizado la idea de que la guerra conduce a la decadencia y aboga por una forma de gobernanza que antepone la paz y la prosperidad. “La civilización china siempre ha considerado al pueblo como lo fundamental, por lo que respeta la dignidad y los valores humanos”, “siempre ha puesto su foco en la superación personal y la innovación constante”, “siempre ha prestado atención a la armonía social, enfatizando la solidaridad y la asistencia mutua”, y “se ha enfocado en la amistad, la bondad y la vecindad, enfatizando la coexistencia armoniosa”, mencionó el entonces presidente chino Hu Jintao en su discurso en la Universidad de Yale, Estados Unidos, en 2006, al referirse a los cuatro aspectos esenciales de la civilización china. Crear una familia, una unidad, una sociedad, un país y un mundo armoniosos, así como cultivar un entorno nacional e internacional pacífico, ha sido siempre la búsqueda permanente del pueblo chino.

V. Elementos ecológicos en la civilización. Los antiguos chinos hacían hincapié en adaptarse a la naturaleza: adentrarse en las boscosas montañas con el hacha sin vulnerar la temporada de cultivo, cazar sin incendiar el bosque y pescar sin agotar los recursos del agua. La sabiduría histórica advierte que la desenfrenada demanda de recursos naturales conduce inevitablemente al estancamiento del desarrollo, al cementerio de los imperios y a la interrupción del proceso de revitalización. Con la acentuación de la armonía entre el ser humano y la naturaleza clamada por los chinos antiguos, y la coexistencia planeada entre ambos en la nueva era, la sabia sentencia de Xi Jinping sobre la necesidad de una civilización ecológica se está convirtiendo en la filosofía rectora de la gobernanza de este tiempo.

Una histórica misión

El socialismo con peculiaridades chinas, portador de los ideales de la civilización nacional, está conduciendo al mundo a superar las vorágines y las contracorrientes del largo torrente que es la historia. Hoy en día, la gran revitalización de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible, del que propiamente emana su inmensa y profunda cultura.

“Sin una civilización de 5000 años, ¿cómo puede haber características chinas? Si no fuese por estas, ¿cómo podríamos efectuar con tanto éxito el camino hacia el socialismo con peculiaridades chinas?”, apuntó seriamente Xi Jinping cuando inspeccionaba el parque dedicado al filósofo Zhu Xi, en la provincia de Fujian, el 22 de marzo de 2021. No hay otra civilización en el mundo que pueda presumir de contar con 5000 años de cultura a excepción de China, lo cual es el orgullo y la fuente de valentía de los chinos para insistir en la toma de un camino propio hacia la modernización china junto con fuerzas cohesivas.

El socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era debe integrarse totalmente con el marxismo, con la excepcional cultura tradicional china y con su gran puesta en práctica para que prolifere.

En estos nuevos tiempos, China está incorporando los conceptos de “benevolencia, rectitud, decoro, sabiduría, honradez, amabilidad, cortesía, ahorro, lealtad, piedad filial, honestidad, vergüenza y coraje” a los valores fundamentales del socialismo y los compartidos por toda la humanidad, de forma que se establezca un nuevo punto de referencia para la construcción de la civilización espiritual.

*Liu Xukuan es director e investigador de la Oficina de Investigación de Tendencias Ideológicas y Sociales del Departamento de Investigación del Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Peculiaridades Chinas para la Nueva Era de la Academia del Marxismo, adscrita a la Academia China de Ciencias Sociales.