Análisis |
China-Perú: un semestre que será clave | |
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28 de junio de 2024. El presidente Xi Jinping se reúne con su homóloga peruana, Dina Boluarte, en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing.
27 de junio de 2024. Grúas para contenedores y elevadores llegan al megapuerto de Chancay, en Perú. El megapuerto, aún en construcción, es uno de los proyectos de cooperación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. 20 de junio de 2024. El artesano Osvaldo Mamani exhibe un muñeco panda hecho de lana de alpaca en la ciudad de Arequipa, en Perú. Fotos de Xinhua ENTRE el 25 y 29 de junio, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, realizó su primera visita de Estado a China. La mandataria llegó primero a Hong Kong, desde donde se dirigió a la ciudad de Shenzhen a través de un tren de alta velocidad, en un símil de lo que son las relaciones bilaterales en estos momentos. Los vínculos entre ambos países también avanzan a una alta velocidad, como puede observarse en el hecho de que China se mantenga como el principal socio comercial de Perú, así como su mayor mercado de exportaciones y su mayor fuente de importaciones en el mundo. Pero Boluarte pisó tierras chinas con el desafío de ir más allá de las cifras, teniendo en cuenta el semestre crucial que se ha iniciado para las relaciones sino-peruanas. Shenzhen: cultura y tecnología Cuando hablamos de China y Perú, hablamos también de dos países que son cunas de grandes civilizaciones. Por ello, la cultura ha tenido siempre un espacio importante dentro de la relación bilateral. El 26 de junio, Boluarte comenzó sus actividades en China precisamente inaugurando la muestra “Los incas y su Tawantinsuyo, la tierra de los cuatro suyos”, en el Museo Nanshan de Shenzhen. La exhibición incluye 168 piezas procedentes de 14 museos peruanos y ha sido vista ya por casi 200.000 visitantes chinos. La ciudad de Shenzhen es famosa mundialmente por ser la imagen del “milagro económico chino”, pues en poco más de 40 años, una pequeña aldea de pescadores pasó a convertirse en un potente motor económico, gracias a su alto desarrollo tecnológico, innovador y ambiental. De ahí que Boluarte haya aprovechado su paso por Shenzhen para visitar la sede del gigante tecnológico chino Huawei, donde no solo se reunió con el presidente de la compañía, Liang Hua, y dos jóvenes peruanas que trabajan en dicha firma, sino que también presenció la suscripción de un convenio de cooperación que permitirá capacitar a 20.000 jóvenes peruanos en nuevas tecnologías de la información. “¡Excelente!”, dijo ese día Boluarte luego de probar el automóvil inteligente Aito M9 de Huawei, por lo que la mandataria expresó su deseo de que esa tecnología pudiese ser llevada a Perú. Ese objetivo del Gobierno peruano, de ir avanzando hacia una transferencia tecnológica, también lo puso Boluarte sobre la mesa cuando se reunió con Wang Chuanfu, el presidente de la marca china BYD, actualmente el mayor fabricante de vehículos de nueva energía en el mundo. Boluarte lo invitó a instalar una planta ensambladora en Perú, aprovechando que en noviembre se inaugurará el megapuerto de Chancay y que se permitirá el ingreso de grandes embarcaciones. Al respecto, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, quien integró también la comitiva oficial peruana, aseguró que hay un gran interés en el país sudamericano de sustituir sus unidades de transporte público por vehículos eléctricos, por lo que esperan establecer próximamente un acuerdo con China a fin de conseguir una línea de garantía de financiamiento. La Asociación Automotriz del Perú ha informado que los vehículos electrificados (híbridos y eléctricos) de procedencia china ganaron mayor terreno en el país durante 2023 al reportar un crecimiento interanual del 140 %. Otro dato a tomar en cuenta es que la participación en el mercado peruano de los automóviles chinos ha aumentado del 5 % al 25 % en los últimos cinco años. Shanghai: inversión y comercio La siguiente parada de Boluarte fue la megalópolis de Shanghai, donde el 27 de junio participó como oradora principal en la conferencia “Oportunidades de inversión de Perú”, la cual contó con la presencia de 250 altos empresarios chinos y peruanos. En dicha actividad, Boluarte invitó a las firmas chinas a invertir y a ser parte del desarrollo del país andino, amparándose en sus cimientos macroeconómicos, mientras que el ministro peruano de Economía y Finanzas, José Arista, resaltó los frutos de la relación comercial con China. De hecho, Arista recordó que China representa actualmente el 36 % del comercio internacional peruano y que, en cuanto a los países asiáticos, China es el que más invierte en Perú, con un 63,6 % de participación. “China es nuestro primer mercado, muy por encima del mercado estadounidense”, dijo. Según cifras chinas, el comercio bilateral superó los 37.600 millones de dólares el año pasado. Si bien las exportaciones a China siguen gozando de elevados números, los empresarios peruanos saben que necesitan diversificar más, pues un gran porcentaje de lo enviado a China siguen siendo minerales. En ese sentido, la Asociación de Exportadores de Perú firmó recientemente un memorando de cooperación que promoverá una mayor participación de las empresas peruanas en la VII Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), la cual se desarrollará en noviembre próximo precisamente en Shanghai. Perú sabe que la CIIE es una vitrina primordial para el ingreso de sus productos al mercado chino. Durante la conferencia en Shanghai, la presidenta Boluarte se refirió al estandarte de la cooperación sino-peruana: la inauguración en el mes de noviembre del megapuerto de Chancay, el cual viene siendo construido por un consorcio encabezado por la firma china Cosco Shipping y que es un proyecto emblemático de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a la que Perú se unió en abril de 2019. Con un avance en los trabajos de construcción de un 80 %, el megaproyecto –ubicado a 80 km al norte de Lima– espera convertir a Perú en el primer centro logístico del Pacífico sudamericano, y a Chancay en la puerta de salida de Sudamérica hacia Asia. Los beneficios que traerá este proyecto también fueron tratados en la reunión privada que Boluarte sostuvo con el presidente de Cosco Shipping Group, Wan Min. La jefa de Estado reafirmó que Perú respetará lo establecido en el contrato con Cosco Shipping y garantizará los intereses de los inversionistas chinos, mientras que Wan señaló que el megapuerto es el proyecto de construcción más importante que la compañía tiene en la actualidad, para el cual se ha dispuesto una inversión que asciende a 1298 millones de dólares. Beijing: respaldo político Tras su paso por Shenzhen y Shanghai, Boluarte estuvo en Beijing el 28 de junio para cerrar su visita oficial a China con las actividades más importantes en el plano político. Su jornada comenzó con sendas reuniones con el primer ministro chino, Li Qiang, y el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji. Acto seguido, el presidente chino, Xi Jinping, recibió a Boluarte en el Gran Palacio del Pueblo. Ambos dirigentes no se veían personalmente desde la reunión que sostuvieron en San Francisco (EE. UU.) el 17 de noviembre del año pasado, cuando Perú recibió la presidencia del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés). Precisamente, al dialogar con su homóloga peruana, Xi reafirmó el apoyo activo de China para el éxito de la Reunión de Líderes Económicos del Foro de APEC que se celebrará en noviembre de este año en Lima, y a la que el presidente Xi ha sido invitado. Bajo el lema “Empoderar, incluir, crecer”, esta será la tercera vez de Perú como anfitrión del Foro de APEC, tras haberlo sido en 2008 y 2016. Al referirse a los frutos en diversos campos de la cooperación sino-peruana, el presidente Xi destacó el papel cumplido por las empresas chinas en el desarrollo del país sudamericano. “China concede una gran importancia al desarrollo de sus relaciones con Perú y está dispuesta a trabajar con Perú para consolidar la confianza política mutua, profundizar la cooperación práctica, promover el aprendizaje mutuo entre civilizaciones y mejorar la coordinación multilateral, impulsando así la asociación estratégica integral con Perú a nuevas alturas”, dijo el jefe de Estado chino. Tanto Xi como Boluarte presenciaron la firma del Plan de Acción Conjunta 2024-2029 y de diversos documentos de cooperación relacionados con el comercio, la economía digital, la innovación científica y tecnológica, entre otros sectores, en momentos en que Perú espera un impulso en su economía tras los difíciles momentos que provocó la pandemia de COVID-19, y para lo cual China fue un aliado vital con el suministro de millones de vacunas. Por ello, un anuncio que no pasó desapercibido en la prensa peruana fue la conclusión sustancial de las negociaciones para actualizar el tratado de libre comercio (TLC) que ambos países tienen vigente desde 2010, el cual ha incrementado notablemente el comercio bilateral. El viaje de Boluarte trajo consigo también la suscripción de tres protocolos que establecen los requisitos fitosanitarios para la exportación de uvas frescas, así como las condiciones de inspección, cuarentena y sanidad veterinaria aplicables a la carne de burro y sus productos derivados que se exporten a China. Actualización del TLC, organización del Foro de APEC e inauguración del megapuerto de Chancay. El segundo semestre de este año, y particularmente el mes de noviembre, será determinante para el devenir de la relación entre dos países que tienen, además, una longeva amistad. No por nada, Perú acaba de oficializar la declaración del 1 de febrero como el Día de la Confraternidad Peruano-China, como un reconocimiento a la contribución de la comunidad china en el país. |
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