EN una conversación telefónica sostenida el 12 de agosto, el presidente chino, Xi Jinping, le dijo a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que China estaba dispuesta a trabajar con Brasil para convertirse en un ejemplo de unidad y autosuficiencia entre las grandes naciones del Sur Global. Estas dos palabras, unidad y autosuficiencia, llegan en un momento en el que no deja de arreciar la ola arancelaria impulsada por Washington, y que tiene precisamente a Brasil en su mira.