Por ZHU HONG
Hace siete años, cuando este chico de la etnia miao todavía estaba sacando carbón de una pequeña mina, nunca imaginó que un día pudiera convertirse en el primer boxeador chino en ganar un campeonato mundial de boxeo profesional.
El 24 de noviembre pasado, Xiong Chaozhong, de 30 años, se impuso al mexicano Javier Martínez Resendiz tras 12 rounds por 3 a 0, ganando el Cinturón de Oro en peso paja del CMB (Consejo Mundial de Boxeo).
Xiong Chaozhong.
“Cuando me tomó como su maestro no le hice ningún caso. Era tan del montón que incluso yo tenía miedo de que él no aguantara por mucho tiempo a causa de su pequeño tamaño”, nos dice Liu Gang, entrenador y agente de Xiong Chaozhong. Sin embargo, este chico, de 155 cm de altura y 49 kg de peso, no tardó mucho en demostrar su fuerza prodigiosa, con la cual, consiguió hacer cambiar de parecer a Liu.
Todos los días los boxeadores deben entrenarse y el salto a la comba es uno de los ejercicios obligatorios. “Los novatos saltan por lo general a la comba unos 20 minutos, pero él puede aguantar hasta una hora. Tenía una energía inagotable”, recuerda Liu Gang. “Puede que ello tenga cierta relación con mi infancia, lo cual me ha procurado una fuerza sobresaliente”, explica el propio Xiong Chaozhong.
“Nací en 1982 en un pueblo empalizado del suroeste de China, cercano a la frontera con Vietnam. Tal vez mucha gente no conozca bien mi etnia. Los miao somos simpáticos y resistentes”, nos asegura Xiong. “La situación económica de mi familia ha sido mala desde siempre. Tengo dos hermanos, yo soy el del medio y nunca tuve la oportunidad de estudiar”.
Después de terminar el primer año de bachillerato, Xiong dejó los estudios y empezó a trabajar en una mina cerca de casa. “Es muy peligroso y laborioso cavar y extraer minerales del yacimiento. Creo que mi fuerza física mejoró mucho durante aquel período, lo cual sentó los cimientos para la práctica del boxeo en el futuro”, menciona.
Un primo de Xiong, que se graduó en una escuela de policía, le hizo amar el boxeo. En aquel entonces, su primo organizó un equipo en su pueblo y después del trabajo Xiong iba con él a entrenarse. Por pura casualidad, a través de la televisión y las revistas, Xiong se enteró de que había un agente de boxeo llamado Liu Gang en la provincia de Yunnan. El talento de Xiong afloró pronto, aun a pesar de carecer de determinadas ventajas, como la estatura, pero disponía de una buena resistencia, fuerza explosiva y voluntad férrea. “No quería seguir trabajando en la mina”, señala. En 2006 expresó ante sus familiares el deseo de dedicarse al boxeo en Kunming y ellos se mostraron de acuerdo. Su primo le dio 1.000 yuanes y sus padres, unos 800. “Mis padres me dijeron que no era tan joven, que esta era mi última oportunidad para formarme en algo y que si no era capaz de llevarlo a cabo, tendría que volver al pueblo, casarme y ganarme la vida cultivando la tierra”, recuerda Xiong.
Con un equipo internacional
Sea como sea, practicar el boxeo nunca será una afición simple. Xiong debía trabajar para pagarse el entrenamiento. El dinero que ganaba con los combates no le daba para vivir. “A veces quería tirar la toalla y volver al pueblo,” reconoce Xiong, “pero eso hubiera decepcionado a los que me habían ayudado”.
“Las virtudes de Xiong me recuerdan a mí mismo”, sostiene Liu Gang. Posteriormente, él se hizo cargo de los gastos de Xiong para que este pudiera concentrarse en su entrenamiento. “Le entrenaba con mucha atención, le brindaba oportunidades y las condiciones para que participase en peleas. Yo estaba convencido de que él no nos decepcionaría”.
Para algunos combates importantes, un equipo internacional le entrenaba y le ofrecía apoyo. El entrenador filipino Nino se encargó de mejorar la firmeza de sus movimientos y la frecuencia de sus golpes; el instructor japonés Nakamura Eiji se hizo cargo de su entrenamiento físico; el australiano Angela Hajar, quien fuera asistente personal de Mike Tyson, le sirvió de ayudante a Xiong.
Antes de lograr el Cinturón de Oro en el peso paja del CMB, durante sus 6 años como boxeador profesional, Xiong participó en 24 combates, logrando 19 victorias (11 de las cuales dejó fuera de combate al contrincante), 4 derrotas y un empate; además, defendió en 8 ocasiones el Cinturón de Oro en peso paja del CMB Asia. En 2007, Xiong tomó parte en un combate en Tailandia, donde resistió 10 rounds aun a pesar de la fama de su oponente; en 2008 consiguió el Cinturón de Oro del CMB Asia y su primer premio de 3.000 yuanes; y en 2009 llegó hasta los 12 rounds contra Daisuke Naito, el entonces campeón del CMB. Aunque perdió este último combate, su comportamiento llamó la atención de los aficionados al boxeo.
Xiong Chaozhong se convirtió en el primer boxeador chino profesional que gana el Cinturón de Oro en peso paja del CMB. Fotos de CFP
Reconocer a Ali como maestro
Tal y como consta en la web oficial del CMB, “el triunfo de Xiong Chaozhong significa mucho, especialmente para la difusión del boxeo en China”. Xiong dio un paso adelante al ganar el Cinturón de Oro.
Cabe mencionar que en el 50° aniversario del CMB, Xiong Chaozhong reconoció a Muhammad Ali (ex boxeador estadounidense y tres veces campeón del mundo de los pesos pesados) como su maestro. Precisamente, la visita de Ali al país en 1979 cambió el destino del boxeo chino. Deng Xiaoping, viceprimer ministro en aquel entonces, le dijo: “Ven a China a adiestrar a los aprendices”. Esta frase marcó el fin de la prohibición del boxeo en el país. Treinta años después, Muhammad Ali reconoció a Xiong como su primer discípulo chino, a pesar de que el ex boxeador estadounidense, quien sufre la enfermedad de Parkinson, no puede ya enseñarle.
En cuanto a sus próximas metas, Xiong sostiene: “Después de ganar el Cinturón de Oro del CMB, quiero los de la Federación Internacional de Boxeo (IBF, por sus siglas en inglés) y de la Organización Mundial de Boxeo (WBO, por sus siglas en inglés), para así lograr mi ‘Grand Slam’. Si no lo consiguiera volvería a luchar, ya que antes no tenía nada.
En la actualidad, hay en China menos de 200 boxeadores profesionales, y las dos terceras partes todavía tienen un nivel elemental y no han participado en ningún encuentro; para colmo de males, la mayoría de ellos no han sido entrenados de manera profesional.
“En China hay muchos obstáculos en el desarrollo del boxeo. No tenemos apoyo estatal y la financiación viene de patrocinadores y de los premios ganados. Muchos boxeadores se jubilan a los 20 años y trabajan como guardias de seguridad para ganarse la vida”, explica Liu Gang. “Ojalá el triunfo de Xiong pueda dar alguna esperanza al desarrollo del boxeo en China”.