Por MATEO HERRERA
“Todo está tuerto si no se ve con el ojo comercial”
Muchas de las personas que viajan al exterior lo hacen por trabajo o estudio. Otras, quizás por el simple hecho de escaparse de la cotidianidad y encontrar un cambio de rutina. El segundo es el caso del mexicano Francisco Silva, que, al sentirse estancado en su trabajo en la Ciudad de México, tomó la decisión de abandonar el país y lanzarse a lo desconocido, en busca de un poco de picante para su vida. A finales de 2006, decidió que su próximo destino sería China, y el 7 de febrero de 2007 a las 7 de la noche, como cuenta con orgullo, aterrizó por primera vez en Beijing.
“Paco”, como le dicen cariñosamente, describe su primer año en la capital china como un año sabático en el que se desempeñó como maestro de inglés, DJ en un club e incluso como actor en películas, telenovelas y comerciales. Después de estudiar un poco de mandarín y adquirir más conocimientos y experiencia en su nuevo país, obtuvo trabajos más formales en dos empresas de IT y finalmente fue contratado por una empresa mexicana de logística. Hoy en día, incluso ha tenido tiempo para emprender.
Al haber vivido el acelerado desarrollo y las abismales transformaciones de China durante el último decenio, Francisco Silva afirma que “la única constante en el país es el cambio”, y explica que las cosas se pueden hacer bien, se pueden hacer mal, o se pueden hacer como las hacen los chinos. Es precisamente la forma en la que ha vivido este país, lo que ha enamorado y por lo cual asegura que hasta ahora va en los primeros diez años de aventura en el país asiático.
Septiembre de 2016. DXM Consulting participa en la International Food Expo celebrada en Guangzhou.
Un puente forjado a raíz del emprendimiento
Los últimos años han sido cruciales para el desarrollo de las relaciones sino-latinoamericanas, y la presencia de China en América Latina y viceversa no es algo que pase desapercibido. No obstante, solo dos de los países de la región, Chile y Perú, han logrado firmar tratados de libre comercio con China. En este sentido, a México aún le falta un largo trecho por recorrer para igualar a estas naciones latinoamericanas.
“El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el presidente chino, Xi Jinping, arrancaron con mucha comunicación, pero no se han consolidado acciones y aún no se han visto buenos acuerdos si se tiene en cuenta el enorme acercamiento que se ha querido hacer”, explica Silva. “Aunque hay muchas intenciones, están algo apantanadas y se están perdiendo oportunidades”.
A pesar de los obstáculos que están entorpeciendo el desarrollo de las relaciones entre China y México a nivel gubernamental, hay individuos que se están esforzando por generar un cambio y estrechar los lazos culturales y comerciales entre los dos países.
Tal es el caso de Silva, quien hace un par de años estableció en Hong Kong la empresa de consultoría de negocios DXM Consulting, con el propósito de apoyar a diferentes compañías, en especial a entidades mexicanas, a realizar importación o exportación de productos con China. Bajo la consigna de “asistir, crear, resolver”, DXM Consulting se encarga de todas las etapas del proceso, desde localizar e investigar a un cliente, hasta realizar el contacto, la logística y el cierre de la transacción. De este modo se encuentran soluciones a la medida para cada uno de los clientes.
“En ese aspecto hemos aprendido muchísimo”, sostiene Silva. “Nos abrió la visión y empezamos a entender cuál es el proceso que está involucrado en el protocolo entre países para la situación (de importación o exportación) de un producto”.
Una de las principales entidades con las que se relacionó Silva cuando comenzó como emprendedor fue ILAS México, filial de Reny Picot y empresa de fabricación, importación y exportación de productos lácteos y sus derivados. Hace dos años, tras la firma del protocolo de lácteos entre China y el país latinoamericano, DXM Consulting apoyó a la filial mexicana en la obtención de los certificados para entrar en el enorme mercado del país asiático.
Febrero de 2017. Francisco Silva ofrece una conferencia en Beijing sobre los retos de hacer negocios en China a estudiantes de MBA del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas.
Otro de los casos destacados de DXM Consulting es Castor Fields, una empresa también mexicana dedicada al cultivo de la higuerilla. A diferencia de ILAS México, que pretende vender sus productos en el mercado chino, el objetivo de Castor Fields es obtener semillas de higuerilla de China, de las cuales se podrán sacar grandes cantidades de grano para ser procesadas en aceite de ricino, el cual tiene numerosas aplicaciones industriales.
“En DXM ya nos hemos ido especializando en estas áreas, lo cual es un poco diferente a otras consultorías”, dice Silva. “Para los consultores de negocios que apoyan empresas, generalmente se trata de productos de consumidor final. Sin embargo, nosotros nos hemos especializado más en las materias primas”.
Mexicanos en el exterior
Además de sus proyectos comerciales, Francisco Silva es el presidente en Beijing de la Red Global de Mexicanos en el Exterior. Esta iniciativa fue lanzada hace trece años como la Red de Talentos Mexicanos, con el objetivo de localizar y traer de vuelta a México a la diáspora más calificada alrededor del mundo. Cuando esta etapa fracasó, el proyecto se convirtió en la Red Global de Mexicanos en el Exterior y adoptó una nueva filosofía: en vez de “cazatalentos”, se estableció que el objetivo sería hallar la mejor manera en que los mexicanos más capacitados en el exterior apoyen a México desde su país de residencia.
En Occidente, esta segunda etapa del proyecto fue muy práctica durante varios años, pero cuando el modelo llegó a Asia no surtió el mismo efecto, y nuevamente se tuvo que pensar en un enfoque distinto. En comparación con Estados Unidos o Europa, donde una gran cantidad de “cerebros fugados” son académicos, generalmente en China las personas se dedican al comercio internacional.
“Al principio no lo veían como un valor agregado”, sostuvo Silva. “Les tuvimos que explicar que hacer negocios con China no es lo mismo que hacer negocios, por ejemplo, con Estados Unidos, que es el socio más común de México”.
Fue difícil consolidar la tercera etapa de la iniciativa. No obstante, echó raíces y la red ya cuenta con más de 4000 personas registradas en 54 “capítulos”, distribuidos a través de 23 países. En China existen los capítulos de Hong Kong y Beijing, y se están planeando Shanghai y Guangdong (Cantón), que reunirá a los mexicanos de Shenzhen y Guangzhou.
“Desde los capítulos de Asia, le hicimos ver al resto de la red que todo está tuerto si no se ve con el ojo comercial”, concluyó Silva. “Hay muchísimo potencial y muchas cosas por hacer, entonces estamos dándole un poquito más de impulso a las áreas que van más allá de la academia o de las industrias creativas”.
En 2017, Silva espera lograr acuerdos con universidades y otras instituciones, con miras a apoyar un mayor número de talentos mexicanos en China y fomentar el desarrollo de diferentes tipos de proyectos que promuevan tanto la imagen como las inversiones de su país.