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2015-October-22 14:50

La FAO y China, tres décadas de colaboración

Por PERCY MISIKA*

Distribuyen fertilizantes en Mianzhu, Sichuan.

 

AL ser el país en vías de desarrollo más grande y con una población cercana a los 1400 millones de habitantes, China tiene un papel fundamental y decisivo en cuanto al desarrollo agrícola sostenible y la seguridad alimentaria y nutricional de su nación, de la región y del mundo.

Después de reasumir su lugar como miembro de las Naciones Unidas en 1973, China ha mantenido una estrecha colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, siglas en inglés), un organismo que encabeza los esfuerzos del exterior en la construcción de un mundo libre de hambre y desnutrición, uno en el que la alimentación y la agricultura contribuyan a mejorar el nivel de vida de todos, especialmente de los más necesitados, de una manera económica, social y ambientalmente sostenible. En 1982 se abrió la Oficina de Representación de la FAO en China, poco después de que el país se embarcara en el crucial periodo de “la reforma y apertura”.

La FAO ha avanzado, mejorado y desarrollado cada vez más sus funciones en estos 30 años de colaboración con China. Durante todo este proceso, la cooperación de la FAO con el país ha crecido constantemente, por ejemplo, en cuanto a la elaboración de políticas agrarias, apoyo de planes, elaboración de una legislación eficaz y asistencia en el desarrollo de estrategias nacionales que garanticen el cumplimiento de los objetivos en materia de progreso rural y seguridad alimentaria.

En las últimas tres décadas, la FAO ha invertido aproximadamente 282 millones de dólares en apoyar 457 proyectos en el campo (hasta mayo de este año), a través de modalidades como el Programa de Cooperación Técnica, el Programa de Cooperación Gubernamental y el Fondo Fiduciario Unilateral. La FAO ha compartido específicos conocimientos y tecnologías en sectores como la agricultura, la pesca, la ganadería, la silvicultura y la gestión de recursos naturales, lo que ha ayudado a China tanto a aprovechar la experiencia internacional como a poner a prueba sus propios y nuevos enfoques dirigidos al cumplimiento de sus metas y objetivos de desarrollo. Los proyectos, que abarcan a casi todas las provincias, municipios y regiones del país, han tenido un impacto positivo en el campo y han garantizado una mejor calidad de vida para millones de campesinos y campesinas.

Al actuar como una red de información entre sus países miembros, la FAO recopila, compila, analiza y difunde información y datos en China. Además, para compartir información y conocimientos, la FAO coordina activamente con China la participación y organización de foros, diálogos y eventos internacionales de alto nivel, con el fin de fomentar mejores respuestas y tomas de decisiones en consonancia con el desarrollo agrícola internacional. La FAO ha impulsado aún más el desarrollo de capacidades a niveles institucionales y de comunidad en el país, y ha abordado las necesidades de la participación china en el ámbito internacional.

Una investigación en el campo.

 

En los últimos años, la FAO ha coordinado la participación de China en el trabajo de establecimiento de normas a través de tratados y convenciones. En estrecha colaboración con otros organismos de la ONU, la FAO ha ayudado al país a idear políticas y planes para responder al cambio climático y a las emergencias públicas que requieren una sinergia global. La FAO también ha brindado a China su experiencia política en la definición de las actuales prioridades y la formulación de estrategias nacionales –como el Marco de Programación de País– para mejorar la colaboración y la eficacia de la ayuda.

Durante las décadas de 1980 y 1990, el trabajo de la FAO en China se centró en programas que prestaban asistencia en el desarrollo de la infraestructura agrícola y la provisión de avanzada tecnología. En el presente siglo, estos programas han dejado de ser un modo asistencial de un solo sentido y son ahora una colaboración de dos vías, con la FAO –en primer lugar– ofreciendo aún asistencia técnica en el asesoramiento de políticas, en el establecimiento de normas, en el control de plagas y enfermedades de animales y plantas transfronterizas, en la calidad y seguridad alimentaria y en la gestión sostenible de recursos naturales; y –en segundo lugar– con una China que se va convirtiendo en un cada vez más importante socio de desarrollo de la FAO en la promoción de la cooperación Sur-Sur, y que busca ayudar a mejorar la capacidad de desarrollo agrícola sostenible de otros países en desarrollo.

Logros e intercambio de experiencias

En más de tres décadas de reforma y apertura, China ha mantenido un rápido y constante crecimiento económico que la ha llevado a convertirse en la segunda economía del mundo. Con logros notables, como el hecho de producir la cuarta parte del alimento mundial y de alimentar a una quinta parte de la población mundial con menos del 10 % de la tierra cultivable del planeta, China ha liderado los esfuerzos internacionales para alcanzar la meta 1C de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la cual es “reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que padecen hambre”. China ha acumulado una valiosa experiencia y busca compartirla con otros países en vías de desarrollo que luchan por la seguridad alimentaria y nutricional.

Desde que la FAO puso en marcha la Iniciativa de la Cooperación Sur-Sur (CSS) en 1996, en el marco del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria, China ha participado activamente en los programas de la CSS, lo que le ha valido el aprecio de la FAO y de los países receptores de ayuda. El fuerte compromiso del Gobierno chino permitió el establecimiento del Fondo Fiduciario de la Cooperación Sur-Sur con un capital inicial de 30 millones de dólares en 2008. En 2014, China contribuyó con 50 millones de dólares más en el Fondo Fiduciario para asegurar el continuo apoyo de la CSS en la agricultura, pesca, silvicultura y gestión de recursos naturales de los países en vías de desarrollo. Hasta ahora, gracias a los auspicios de la FAO, China ha enviado a más de 1000 expertos y técnicos a África, Asia, el Caribe y el Pacífico Sur para proporcionar asistencia técnica. La FAO ha designado cinco centros de investigación y capacitación chinos como Centros de Referencia para la Cooperación Sur-Sur en 2014, creando así una red de conocimientos sino-FAO para la CSS.

Percy Misika es el representante de la FAO en China.

 
A pesar de su rápido crecimiento, China sigue siendo un país en desarrollo que se esfuerza por seguir una vía de desarrollo equilibrado y bajo en carbono, lo cual implica un proceso de modernización e industrialización que sea más equitativo y respetuoso con el medio ambiente. El hecho de celebrar nuestros logros en estas tres últimas décadas no oculta el hecho de que China se enfrenta todavía a muchos retos en cuanto al mantenimiento de un desarrollo agrícola sostenible y de una seguridad alimentaria y nutricional.

Sin embargo, ante cada desafío hay siempre la oportunidad de que la FAO prosiga con su contribución. En función de las ventajas comparativas de la FAO y de las prioridades de desarrollo agrícola de China, se han identificado cinco áreas para la cooperación entre ambas partes durante el XII Plan Quinquenal: (1) mejora de la seguridad alimentaria y nutricional, (2) mejora de las condiciones de vida de la población rural pobre, (3) mejora de la calidad de los productos agrícolas y de la capacidad de gestión en seguridad, (4) promoción de la intensificación sostenible de la producción agrícola, de la capacidad de recuperación de los ecosistemas y de la conservación y uso del patrimonio agrícola, y (5) reforzar la prevención de enfermedades y desastres naturales y la respuesta al cambio climático. A la luz del Marco de Programación de País que se formulará para su aplicación durante el XIII Plan Quinquenal, esperamos intensificar nuestra ya excelente relación con China y actuar concertadamente para lograr más éxitos en los próximos años.