Larga lucha contra la pobreza
EN la Reunión de Líderes de las Naciones Unidas del año 2000, 189 países suscribieron la denominada Declaración del Milenio, en la que se fijaron objetivos de desarrollo, cuya parte medular era la reducción de la pobreza.
En 2011, en diálogo con la prensa nacional, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que China había sido el primer país en alcanzar dichos objetivos y que sobre todo había hecho “una gran contribución en cuanto a la disminución de la pobreza”.
En 2010, el número de chinos que vivía en condiciones de pobreza absoluta había disminuido en 526 millones, un 75,7 % del número de pobres reducido en todo el mundo durante dicho periodo. Al participar en el Foro de Boao en marzo de este año, Bill Gates, presidente de la Fundación Gates, destacó también lo alcanzado por nuestro país y sostuvo que la rica experiencia china debía ser transmitida a los países africanos y asiáticos.

13 de noviembre de 2014. El primer ministro chino Li Keqiang y otros líderes de la región participan en la 17ª Cumbre de la Asean+3 en Nay Pyi Taw, capital de Myanmar.
Intensificación en la reducción de la pobreza
Hu Angang, profesor de la Universidad Tsinghua, considera que son tres los factores que han permitido a China alcanzar el éxito en esta materia: en primer lugar, el hecho de que el Estado considerara la reducción de la pobreza como una meta importante de desarrollo y de planificación; en segundo lugar, el sostenido crecimiento económico del país; y, por último, la innovación con características chinas de estrategias y políticas efectivas contra la pobreza.
China ha intensificado en los últimos años la lucha contra la pobreza. En 2011, el Estado estableció el nuevo umbral de la pobreza: un ingreso anual per cápita menor a los 2300 yuanes en la población campesina, lo que significó un incremento del 92 % respecto al umbral fijado en 2009. Bajo este nuevo estándar, el número de pobres en China subió de 26,88 millones en 2010, a 128 millones en 2011. Sin embargo, su nivel de pobreza no alcanza el extremo al que llegaba antes porque el estándar subió.
A primera vista pareciera que este criterio equivaldría a aquel en el que se considera pobre a una persona que vive con menos de un dólar al día, el cual es incluso inferior al promedio mundial fijado por el Banco Mundial (1,25 dólares). Sin embargo, según Fan Xiaojian, director de la Oficina del Grupo Dirigente para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo del Consejo de Estado, dicho índice es calculado de acuerdo con la paridad del poder adquisitivo mundial, es decir, equivaldría a vivir con menos de 1,8 dólares al día, lo cual pone de manifiesto que “el Gobierno chino proporcionará un mayor apoyo a la población en situación de pobreza”.
Alivio de la pobreza
En julio del año pasado, Luo Jinmao, poblador de la aldea de Heiyan (provincia de Guizhou), llenó una serie de datos en un formulario: situación de su familia, causa de pobreza, condiciones de vida y producción, nombre del responsable en caso de necesitar algún apoyo, entre muchos otros puntos. Luego de que su situación fuera evaluada, Luo recibió un préstamo para el cultivo de uvas.
Este caso explica la aplicación de medidas más precisas en la lucha contra la pobreza, lo cual se viene haciendo desde 2014. El Estado ha destinado más de 100.000 equipos de trabajadores a que hagan un trabajo de investigación que permita tener un registro minucioso de la población y las aldeas que enfrentan una situación de pobreza.
Cao Hongmin, director del Centro para el Alivio de la Pobreza y Desarrollo de China, señala que esta estrategia ha permitido contrarrestar la pobreza con mucha más precisión. Dentro de los registros de la Oficina del Grupo Dirigente para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo se puede encontrar información sobre los nombres de las aldeas y las familias pobres, el motivo de dicha condición económica, las medidas para salir de dicha situación, la asistencia que requieren, entre otros datos que ayudan a que las medidas tengan un objetivo mucho más definido.
Cao Hongmin explica que, tras más de 30 años de una política de reforma y apertura al exterior, China ha logrado establecer un sistema de lucha contra la pobreza que prioriza las labores de asistencia en lugares focalizados y la coordinación entre las zonas occidental y oriental del país, además de contar con la participación de la empresa privada, las organizaciones sociales y otras iniciativas individuales.
La decisión de combatir la pobreza en lugares focalizados, iniciada en 1986, permite que las autoridades gubernamentales y las empresas entren en contacto con los distritos con mayor índice de pobreza, constituyendo una suerte de binomios asistenciales. Hasta el momento, a nivel del Gobierno Central, hay 300 entidades que han emprendido esta tarea en 592 distritos del país, mientras que esta estrategia ha comenzado también a ser aplicada por los gobiernos provinciales, urbanos y distritales.

La coordinación entre las zonas occidental y oriental del país empezó en 1996, cuando 18 provincias y ciudades con altos índices de desarrollo establecieron un sistema de alivio de la pobreza este-oeste que implicara la asistencia gubernamental, la cooperación entre empresas, la asistencia social y el envío de personal calificado.
La provincia de Fujian, por ejemplo, colabora con la región autónoma hui de Ningxia, a la cual destina decenas de millones de yuanes al año en construcción de carreteras, tecnología agrícola, promoción de una formación ecológica entre los aldeanos y desarrollo del sector cultural y turístico. En estos últimos 20 años, Fujian ha ayudado a centenas de miles de personas a salir de la pobreza.
La empresa privada también se ha sumado de manera activa. En las últimas dos décadas, la Sociedad China para la Promoción del Programa Guangcai ha invertido alrededor de 600.000 millones de yuanes, ha llevado a cabo más de 40.000 proyectos asistenciales, ha capacitado a 8,6 millones de personas, ha propiciado que más de 10 millones de chinos cuenten con un empleo y ha sacado a más de 20 millones de compatriotas de la pobreza.
Compartir las experiencias
Los éxitos chinos en la reducción de la pobreza han tenido eco en la comunidad internacional. Cada vez más países en vías de desarrollo y organizaciones internacionales esperan conocer la experiencia china, razón por la cual “China busca construir una plataforma de intercambio y cooperación en la que comparta sus conocimientos”, destaca Liu Shuwen, subdirector del Departamento de Cooperación Internacional y Asistencia contra la Pobreza, que forma parte de la Oficina del Grupo Dirigente para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo.
En los últimos diez años, China ha celebrado cien simposios sobre la disminución de la pobreza, entre ellos, el Foro de Alto Nivel sobre Desarrollo y Alivio de la Pobreza, el Foro de Desarrollo Social y Alivio de la Pobreza China-Asean y la Reunión de Desarrollo y Reducción de la Pobreza China-África. China, además, ha compartido sus experiencias con más de 1500 trabajadores extranjeros.
En mayo de 2014, durante la V Reu-nión de Desarrollo y Reducción de la Pobreza China-África, ambas partes redactaron el Compendio sobre la Cooperación de Alivio de la Pobreza China-África, en el que expresaron su deseo de que esta plataforma sirva para discutir estrategias y políticas, intercambiar experiencias y alcanzar un aprendizaje mutuo.
La cooperación entre China y África se ha acentuado y llega hasta las aldeas africanas. El Centro para el Alivio de la Pobreza y Desarrollo de China estableció en 2011 un centro de estudio de la reducción de la pobreza en una aldea ubicada a 300 km de Dar Es Salam, capital de Tanzania, donde brinda capacitaciones y proporciona asistencia técnica. Gracias a ello, la producción local de maíz subió de 150 kg a 330 kg por mu (1 mu equivale a 0,067 hectáreas). Además se han construido sencillas instalaciones de aseo y caminos de barro, y la población cuenta ahora con pozos de agua potable.

Lo ocurrido en las aldeas africanas, apunta Fan Xiaojian, es una muestra de cómo la experiencia china puede ser adaptada en determinados lugares.
Durante la XVII Reunión de Líderes Asean-China, Japón y Corea del Sur, en mayo de 2014, el primer ministro de China, Li Keqiang, propuso que se priorizara la cooperación en la lucha contra la pobreza, para lo cual la parte china invertirá 100 millones de yuanes en desplegar un plan de reducción de la pobreza rural, así como en establecer puntos de ensayo para la cooperación, a fin de garantizar el suministro de alimentos en el este de Asia.
El 17 de febrero de 2010, Ajay Chhibber, asistente del secretario general de la ONU, expresó que China no solo había disminuido en gran medida el número de pobres, sino que también tenía la capacidad y experiencia para ayudar a los países en vías de desarrollo en esta materia y que estaba promoviendo una causa común a nivel mundial.
Al impulsar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, China ha hecho una gran contribución. Si bien las metas establecidas por la ONU ya han sido cumplidas con anticipación, China no ha dejado de trabajar en materia de lucha contra la pobreza, ni de apoyar las estrategias llevadas a cabo en el exterior.