Un paso clave en la batalla contra las hepatitis B y D
DESDE 1966, año en el que el doctor Baruch Blumberg descubrió el virus de la hepatitis B (VHB), la humanidad no ha dejado de luchar contra este mal. Según la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad hay más de 350 millones de pacientes de hepatitis B en el mundo, y cada año cerca de un millón de personas mueren debido a la infección del VHB, a pesar de que ya se han desarrollado vacunas contra esta enfermedad.
Li Wenhui.
El VHB y el virus satélite de este, el virus de la hepatitis D (VHD), logran infectar a las células mediante la unión de estos con las moléculas receptoras en la superficie de estas células. Por lo tanto, el descubrimiento de estas moléculas receptoras constituye la clave para conocer y tratar la hepatitis B. En los últimos 30 años, diversos laboratorios del mundo han realizado incesantes esfuerzos por descubrir el receptor del VHB y han planteado varias hipótesis. Sin embargo, las investigaciones posteriores han demostrado que las moléculas descubiertas no son receptoras que jueguen un papel decisivo en el proceso de infección del VHB.
Descubrimiento de un receptor clave
El 13 de noviembre pasado, la revista eLife publicó un artículo titulado “Iones de sodio/ácido taurocólico cotransportador de polipéptido (NTCP, en inglés) es el receptor funcional del VHB y el VHD”, el cual respondió por primera vez la pregunta que siempre ha perturbado al sector, lo cual atrajo la atención de la comunidad académica internacional.
“El artículo ha demostrado que el NTCP es el receptor del VHB y del VHD”, comentaron así tres expertos internacionales en la materia. “Desde hace mucho tiempo, la gente ha estado buscando el receptor del VHB y del VHD. El descubrimiento del NTCP constituye un gran progreso en el sector y ejercerá una profunda influencia sobre la investigación básica y clínica de la hepatitis viral”.
Esto ha sido el resultado de la investigación del equipo liderado por el doctor Li Wenhui, del Instituto Nacional de Ciencias Biológicas, en Beijing. El equipo, cuya edad promedio de sus miembros no supera los 30 años, logró finalmente en este invierno, después de casi 5 años de incansables esfuerzos, encender la luz de la vida para numerosos pacientes de hepatitis B y D.
Trabajos arduos
¿Por qué se centraron en esta misión sumamente difícil que ni los colegas internacionales han podido resolver en casi 40 años? Probablemente todo esté relacionado con las primeras experiencias de Li.
Cuando Li Wenhui aún estudiaba en la universidad, vio con sus propios ojos durante una pasantía cómo sufrían desesperadamente los pacientes de hepatitis B. Asimismo, es consciente de las graves consecuencias que podría desencadenar esta enfermedad. Aún hoy China tiene 120 millones de portadores del VHB y faltan medicamentos eficaces. Todo ello influyó en la decisión de Li Wenhui de hacerle frente a este problema y hallar un alivio para este mal.
Personal del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la Provincia de Jiangsu vacuna a alumnos de educación secundaria de Nanjing. CFP
Li y su equipo eligieron musarañas arborícolas (tupaia belangeri) como animales experimentales, ya que estas son la única especie que puede ser infectada por el VHB, además de los seres humanos y los chimpancés, y retiraron con cuidado las células de cuerpo hepáticas para el cultivo in vitro. El virus de la hepatitis B es de solo 40 nanómetros de diámetro, equivalente a 1/2500 del espesor de una hoja de papel, mientras que el receptor que ellos buscaban era aún más pequeño. Debido a estas condiciones adversas y a factores complejos, la investigación sobre el receptor se volvió muy difícil y desafiante. A ello se sumaba la preocupación de los investigadores por la incertidumbre en cuanto a la existencia de tal receptor.
Al cuarto año de la investigación no se logró ningún fruto. Li Wenhui supo de la ansiedad y la decepción en los miembros de su equipo, y lo que hizo fue estimularles: “La investigación de nuestros antecesores y la nuestra han demostrado que este receptor, sin duda, existe, solo que está muy escondido. Ya que hemos caminado tanto, probando cien formas, ¿por qué no vamos un poco más lejos para darle una oportunidad a la forma número 101?”.
En esta batalla contra la hepatitis B, Li Wenhui era el que sentía la mayor presión. Sin embargo, su experiencia le hizo comprender que la investigación científica tendría que entrar en un punto ciego en cierto período. Una vez sobrepasado este punto encontrarían el camino hacia el éxito.
Al quinto año del arduo trabajo, el equipo conformado por 20 miembros y encabezado por Li alcanzó la victoria.
Una nueva vía
“Los resultados de este estudio responden directamente una serie de preguntas en el sector de la investigación básica de la hepatitis B. El descubrimiento del receptor del VHB y del VHD constituye también una nueva vía para la selección y valoración de medicamentos relacionados. “Espero que nuestra investigación pueda dar a los pacientes nuevos medicamentos y tratamientos”, manifiesta Li Wenhui al hablar sobre la importancia de su trabajo.
Hoy en día, Li Wenhui y su equipo han emprendido investigaciones más profundas respecto al receptor, y esperan encontrar nuevas medicinas en la lucha contra la infección de la hepatitis B y la hepatitis D.