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2016-December-8 09:51

45 años de relaciones diplomáticas con beneficio recíproco

Juan Carlos Capuñay, embajador de la República del Perú en China.

 

Por JUAN CARLOS CAPUÑAY*

 

HAN trascurrido algunas semanas desde que el señor presidente de la República del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, efectuara su primera visita oficial al exterior luego de haber asumido el cargo en julio de este año. Escogió China como el destino de la misma, en razón de las particularidades de la relación bilateral. A su vez, en noviembre próximo, el señor presidente de la República Popular China, Xi Jinping, visitará el Perú en el marco de la celebración de la Cumbre de Líderes del Foro Asia Pacífico-APEC, en Lima. Al mismo tiempo, a principios del mes de octubre, el señor canciller de China, Wang Yi, efectuó una visita de trabajo al Perú. Este importante intercambio de visitas de tres altos dignatarios de ambos países, en tan corto tiempo, pone de manifiesto que las relaciones bilaterales se encuentran, hoy día, en el mejor de sus momentos.

 

El Perú fue el segundo país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China, en noviembre de 1971. Desde esa fecha, esta relación ha sido intensa y ha contribuido a la formación de estrechos lazos de amistad sincera y recíproca, basada en una auténtica comprensión entre ambos países. Los vínculos bilaterales, a través del tiempo, han creado espacios para un desarrollo compartido y otorgado beneficios a ambas partes. China representó, y lo sigue siendo aún, el principal mercado para las exportaciones de harina de pescado del Perú en los años ochenta, significando en su momento una de las fuentes principales de ingresos para el país. Ello impulsó un intercambio con contenido humano, que ha dado forma a lo que es hoy día la idiosincrasia nacional, y quizás la mayor industria de exportación cualitativa para el futuro, como lo es la gastronomía peruana. Desde su establecimiento, estos vínculos han ido ampliándose en su diversidad, al tiempo que profundizándose en su intensidad.

 

Como resultado de este proceso, hoy en día las crecientes relaciones del Perú con China se basan en un marco jurídico y económico estable, que le otorga un carácter sustentable a la voluntad existente para un entendimiento genuino. Estas relaciones comprenden las diferentes áreas del desarrollo nacional y constituyen una agenda con claros beneficios para nuestros intereses. La existencia de vestigios de una presencia china en la historia del Perú, tanto en la cultura Mochica como en la sierra andina, representa una ventaja para la sociedad peruana frente a otras en países latinoamericanos. Es evidente que existe una base sólida para el desarrollo de una política “pueblo a pueblo”, representada por antiguos lazo históricos y por la presencia en el Perú de la mayor comunidad de descendientes chinos en América Latina, y la segunda en el hemisferio occidental.

 

Tres mecanismos bilaterales

 

Este rico devenir reflejado en coincidencias milenarias ha permitido que, en las actuales circunstancias, las relaciones del Perú con China puedan mirarse en el futuro con optimismo. El Perú es el único país de América Latina que ha firmado los tres mecanismos bilaterales que sirven de sustento a los fundamentos de la relación de China con el exterior: el Tratado de Libre Comercio (del año 2010), la Asociación Estratégica Integral (del año 2013) y el Comité de Diálogo Estratégico de Cooperación Económica (del año 2014).

 

El Tratado de Libre Comercio ha incrementado el intercambio comercial a la cifra de 16.000 millones de dólares en 2015, convirtiendo a China en el primer socio comercial del Perú. La composición que muestra este intercambio comercial pone en evidencia tanto la voluntad de ambas partes de avanzar hacia un esquema con beneficios recíprocos, como el apoyo chino en materia de capacidad productiva. Durante su reciente visita a China, el señor presidente Pedro Pablo Kuczynski mencionó en cada uno de sus encuentros que el propósito de la misma era promover las inversiones que permitan transformar la estructura productiva nacional, de tal forma que se modifique la matriz exportadora del Perú. Y así fue entendido por sus contrapartes chinas, las cuales han expresado su interés en efectuar inversiones en parques industriales y transformación productiva en el Perú.

 

La Asociación Estratégica Integral representa el marco idóneo para la complementación económica, para la transferencia de tecnología y para el surgimiento de una plataforma de entendimiento común en materia de desarrollo regional y conectividad. En la actualidad, China es el mayor inversionista en el sector minero en el Perú, con un 34 % de la cartera de inversiones, al mismo tiempo que es el primer mercado para las exportaciones peruanas y un socio cercano para nuestros propósitos de inserción económica en la región del Asia Pacífico.

 

El Comité de Diálogo Estratégico para la Cooperación Económica está orientado a profundizar la cooperación entre los dos países, promover las inversiones y la transferencia de tecnología en las áreas de energía, minería, infraestructura, capacidad productiva y desarrollo industrial. Las manifestaciones de interés de los inversionistas chinos serán vistas en función de la factibilidad de los proyectos y de su aporte y trascendencia en el contexto general del posicionamiento del Perú en el mercado mundial.

 

El Perú es una tierra de oportunidades para las inversiones extranjeras. Existe un gran número de recursos que pueden ser procesados para los fines de exportación. El esquema de tratados comerciales que tiene establecido el Perú les asegura a dichas inversiones un acceso privilegiado a un mercado que engloba más del 50 % de la población mundial. La participación del Perú en APEC y su próxima inserción en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo convierte en un socio válido y seguro para las inversiones.

 

El importante intercambio de visitas entre los jefes de Estado de los dos Gobiernos en 2016, tanto en Beijing como en Lima, constituye el mejor homenaje a la conmemoración del 45° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Perú y China.

 

El océano Pacífico no es lo que nos separa. Representa la Ruta Marítima del Siglo XXI, que servirá para acrecentar aún más los intereses compartidos. Es esencial que China y el Perú trabajen juntos para encontrar ese destino.

 

*Juan Carlos Capuñay es embajador de la República del Perú en China.

 

Festival gastronómico “Los sabores y colores del Perú” en Beijing.

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