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2011-December-15 13:45

“China es nuestro primer socio comercial y ojalá sea también nuestro primer socio de inversiones”

Entrevista al nuevo embajador del Perú en China, Gonzalo Gutiérrez Reinel.

Por WU KAI y MICHAEL ZÁRATE

El embajador Gonzalo Gutiérrez en su oficina. Dong Ning
 

Llegó a Beijing el lunes 31 de octubre por la tarde y tres días después le abrió las puertas de su despacho a China Hoy. De hecho, esta fue la primera entrevista que concedió a un medio de comunicación en China. Gonzalo Gutiérrez Reinel, el flamante embajador del Perú, no es un funcionario improvisado. Fue viceministro de Relaciones Exteriores de su país hasta 2009, presidente de la Reunión de Altos Funcionarios de APEC en 2008 y viene de asumir la representación permanente del Perú ante las Naciones Unidas.

Estuvo en China en cuatro oportunidades y se quedó maravillado con Hangzhou, “un sitio precioso, bonito, me encantó, un lugar para vacacionar”, menciona. En el plano personal, llegó a ser subcampeón sudamericano de natación en 1967. Hoy, el embajador Gutiérrez asume uno de los retos más importantes de su carrera diplomática, en un contexto en el que el fortalecimiento de la relación bilateral se ha convertido en una prioridad para los gobiernos de ambos países. “No puedo decir que conozco China, eso sería una exageración, pero, por lo menos, tenía una idea de cómo era; me parece un reto interesantísimo”, añade.

Estos últimos años el interés por China ha crecido exponencialmente en el Perú. La Cancillería peruana acaba de inaugurar un programa para que sus funcionarios aprendan chino e, incluso, el ministro de Economía del Perú, Luis Castilla, ha señalado que le “prende una velita todos los días” a China para que mantenga su crecimiento económico. Bajo esta situación, ¿cuál es la principal meta que se ha trazado como embajador en China?

La meta es, como la de cualquier embajador en un puesto bilateral, tratar de elevar al máximo posible las relaciones bilaterales. En el caso de China, esto se expresa en varios campos. El que es más notorio es el campo económico-comercial y ahí, en los últimos 3 años, ha habido unos hitos notables. El primero, del que me e-norgullezco de haber sido parte, fue en 2008, cuando el presidente de China, Hu Jintao, visitó el Perú y se estableció la asociación estratégica entre los dos países. Esto fue, de alguna manera, el trampolín para concluir después el Tratado de Libre Comercio en 2010. Y lo que estamos viviendo ahora es el resultado de ese proceso. Si no me equivoco, las cifras proyectadas de comercio bilateral para este año superan los 10.000 millones de dólares y es un comercio que está casi equilibrado, es decir, no hay un desbalance a favor de uno de los socios comerciales, lo cual es importante mantener.

Dentro de esa proyección, yo aspiraría a que este intercambio se diversifique para incluir mayor cantidad de productos no tradicionales, pero que, al mismo tiempo, se proyecte hacia el área de inversión, sobre todo de las inversiones chinas en el Perú, tratando de que éstas se orienten a sectores en los cuales se pueda generar mayor valor agregado. Todos ustedes saben el norte que viene guiando el actual gobierno del presidente Ollanta Humala: el tratar de generar una mayor integración social. Esta inclusión social, que él muy justamente promueve, tiene un pilar sustantivo que es la generación de empleo digno y, para eso, creo que la relación con China, nuestro primer socio comercial –y que ojalá pueda también devenir en ser nuestro primer socio de inversiones– implica que haya un movimiento de inversiones hacia sectores que evolucionen de la mera extracción de commodities para insertarse en áreas en las que se genere mayor valor añadido.

Los periodistas de China Hoy en plena entrevista con el flamante embajador del Perú en China. Dong Ning

Me dio gusto, hace muy breves días, entrevistarme con representantes de muchas de las empresas chinas en el Perú y ahí tomé conocimiento de algo que no sabía: en el Perú, por ejemplo, hay hoy una empresa china que está desarrollando software y eso es notable porque está utilizando la capacidad técnica e intelectual de ingenieros y técnicos peruanos. La idea es que ese tipo de inversiones se reproduzcan para elevar el nivel del intercambio entre los dos países.

Resulta interesante este tema de la diversificación de las exportaciones peruanas. Mercedes Aráoz, ex ministra de Economía del Perú, ha señalado que China es el socio comercial al que más atención debe prestar el Perú, no sólo por ser un gran importador de materias primas, sino por la buena recepción que están comenzando a tener exportaciones peruanas no tradicionales, principalmente en sectores como el agropecuario, pesquero, químico y metal mecánico. ¿Qué significado tiene hoy China para el Perú?

China es nuestro principal socio comercial. El Perú ha tenido durante décadas, yo diría que casi cientos de años, a Estados Unidos como su principal socio comercial; y ahora, con esta apertura que de manera consistente ha hecho el Perú hacia el Asia-Pacífico, China deviene en el principal socio comercial. Ese es un cambio histórico e importante. Pero es un cambio que tiene que ser bien orientado, bien canalizado, porque no se trata solamente de la generación de comercio, sino de que esa generación de comercio –que es muy importante– venga acompañada de una generación de empleo digno, de modo que el ciudadano de a pie se sienta satisfecho con este crecimiento del comercio porque para él representa también mayores oportunidades de empleo y mejora en su calidad de vida, en el nivel de producción y, como hablábamos antes, darle así mayores posibilidades a profesionales peruanos de participar en tecnología de punta.

China es un ejemplo. China es un país de tecnología de muy alto nivel. Es el tercer país en el mundo que ha puesto a un hombre orbitando la Tierra, después de Estados Unidos y Rusia. Para hacer eso implica que es un país que tiene una tecnología estupenda. Yo quisiera que parte de mi gestión logre que esa tecnología sea una base para generar una sinergia y una transferencia de tecnología para una producción industrial en el Perú.

Las compañías chinas tienen actualmente en el Perú proyectos de inversión por más de 6.000 millones de dólares, principalmente en el sector minero. Una buena relación bilateral genera grandes oportunidades. Bajo ese concepto, ¿qué puede ofrecerle hoy el Perú a China?

Yo creo que lo que ofrece el Perú, y lo ha venido ofreciendo desde hace algún tiempo, es estabilidad. El concepto de estabilidad es muy importante en la economía y el comercio internacional, y el Perú ha sido una muestra de consistencia en su estabilidad. A pesar de las diferentes tendencias políticas o percepciones de los presidentes, se ha mantenido en el país una idea de estabilidad que es muy apreciada a nivel internacional. Nosotros somos un socio confiable y eso es lo que tienen que entender las empresas chinas.

Es muy importante también que parte de ese esquema de confianza entre las empresas chinas y el Perú se refleje también, como lo ha señalado muy atinadamente el primer ministro Salomón Lerner, en que haya un respeto a las normas nacionales, particularmente en las áreas que tienen que ver con extracción de recursos naturales. Es muy importante continuar esa misma política que se sigue en China de respeto a los derechos laborales de los trabajadores y también de mantenimiento de altos niveles de estándares de respeto al medio ambiente. El Perú es un país con una gran diversidad ecológica y una gran diversidad ambiental que queremos preservar con la ayuda de la cooperación de nuestros amigos inversionistas, entre ellos, muy especialmente, nuestros amigos de China.

Deng Xiaoping, un personaje clave en el desarrollo económico de China, sorprendió en 1988 con este vaticinio: “Se dice a menudo que el siglo XXI será el siglo del Pacífico, pero yo creo que podría también ser el siglo de América Latina”. A su parecer, ¿está América Latina en condiciones de ser protagonista en este siglo XXI?

Yo creo que sí, definitivamente. Y, por cierto, les cuento que estoy leyendo un libro escrito por Henry Kissinger sobre China, llamado On China, y precisamente estoy leyendo en estos momentos los capítulos que tienen que ver con el rol de Deng Xiaoping, esta figura tan interesante, tan brillante, que complementó y orientó de una manera tan inteligente el desarrollo de la República Popular China. Y fue un personaje además controversial porque, por lo menos, en dos momentos de su vida personal sufrió cierta relegación en la política china. Pero, a pesar de todo, persistió y muchas de las reformas que vemos ahora son producto de esta imaginación.

Deng Xiaoping es uno de los pensadores más importantes del mundo del siglo XX, pero su pensamiento, como ustedes bien lo anotan, fue un pensamiento del siglo XX orientado al siglo XXI y mucho más. Muchas de las cosas que él predijo se están cumpliendo de manera muy acertada, con este pragmatismo tan abierto y con el coraje de tener que sufrir y enfrentar situaciones muy difíciles. Yo le tengo la más profunda admiración. Creo que fue una persona muy brillante y generó una confianza a nivel internacional respecto a China que permitió este crecimiento y florecimiento. Yo creo que este siglo XXI, como ustedes bien dicen, es producto un poco de la imaginación de Deng Xiaoping.

¿América Latina puede formar parte de este siglo? Definitivamente. Somos parte del Pacífico y, en mi experiencia personal, he tenido el gran gusto de participar en los trabajos de APEC, en donde colaboramos con China de manera muy cercana en 2008, año que le tocó al Perú liderar APEC. No sólo se debe contemplar a los países ribereños del Pacífico, como el Perú, Chile y México –que somos los tres que estamos en APEC–, sino también a algunos otros países de la región, como Ecuador, Colombia o Costa Rica, que tienen una relación importante con China. Todos estos países se pueden proyectar en el siglo XXI y es importante tener en cuenta un elemento: la mayoría de estos países, si es que no todos, son aquellos países que han mantenido una estabilidad económica en los últimos años. La crisis, a pesar de que nos afectó a todos, pudo ser capeada de mejor manera en la mayoría de estos países latinoamericanos, y eso es un aporte que se debe reconocer porque han contribuido a mantener una estabilidad internacional, por lo menos en nuestra región.

Usted viene de desempeñar el cargo de representante permanente del Perú ante las Naciones Unidas, con sede en Nueva York, y ha podido observar in situ las repercusiones de esta crisis financiera internacional. Usted sabe que en chino las palabras “crisis” y “oportunidad” comparten un mismo carácter. Ante este panorama, ¿cómo cree usted que debería enfocarse la relación entre el Perú y China?

China es un actor central en la economía mundial. Aun cuando el enfoque nacional chino es sentirse –con mucha solidaridad– todavía un país en desarrollo, tiene muchas características de país desarrollado y, como tal, juega un rol importante. Es la locomotora económica mundial y esa locomotora está llevando adelante la estabilidad. China es dueña de un tercio de la deuda externa de Estados Unidos y eso no es poco. China está –y eso me parece admirable– participando ahora en el paquete de rescate a los países que están en crisis en Europa y eso es, además, una expresión de su responsabilidad internacional, del rol central que está jugando. Yo creo que ese rol de China es muy reconocido, debe ser alentado y, al mismo tiempo, nosotros, los latinoamericanos, debemos ser apoyados para seguir manteniendo esta estabilidad económica que ha aportado a disminuir en algo la crisis.

Es paradójico que ahora sean algunos países europeos, básicamente por políticas económicas y financieras inadecuadas, los que están llevando a la economía internacional a esta situación de crisis. Y es paradójico que algunos países latinoamericanos, todavía en desarrollo, sean los que den los ejemplos de las políticas correctas a seguirse, así como lo está haciendo China. Yo creo que el debate y el rol que China pueda generar en el G-20 es importante.

Déjenme decirles algo con relación al G-20 y al sistema multilateral. Como ustedes lo señalan, yo vengo de Naciones Unidas y para nosotros uno de los temas más importantes a rescatar es el principio del trato multilateral. Es importante que todos los países tengan un rol y tengan algo que decir sobre las soluciones internacionales que se abordan. El G-20 cumple un rol importante, pero no puede, no debe y no queremos que reemplace a las Naciones Unidas, que debe ser, finalmente, el foro democrático donde todo se aclare.

Hablemos un poco de la persona de Gonzalo Gutiérrez. A principios de 2007, su Gobierno le encargó la delicada misión de viajar a Gaza para gestionar la liberación de Jaime Rázuri, fotógrafo peruano que había sido secuestrado. ¿Fue el momento más difícil o la misión más complicada de su carrera?

No sé si fue la más complicada, pero sí la más humanamente tensa porque uno no tiene experiencia previa sobre este tipo de casos y era como aprender en el camino. Además, había un elemento muy sensible: la vida de una persona estaba en juego y no sabíamos quién tenía retenido y secuestrado contra su voluntad a Jaime Rázuri, un gran fotógrafo peruano. Yo no había vivido una situación así, muy tensa, de mucha incertidumbre. Gracias a Dios, tuvo un muy feliz término porque Jaime regresó al Perú sin que hubiese sufrido ningún daño o vejación.

Señor embajador, ¿cuándo vendrá el presidente Ollanta Humala a China?

Quisiéramos que sea el próximo año. Dentro de unos pocos días habrá una conversación en la Cumbre de APEC, que tiene lugar en Hawai. Ahí se van a reunir el presidente Hu Jintao con el presidente Humala. [La cita se llevó a cabo el 11 de noviembre]. Vamos a ver. Esperemos que ahí podamos ir precisando su visita de Estado aquí a la República Popular China.

Embajador Gutiérrez, muchas gracias por haber concedido a China Hoy parte de su tiempo.

Las gracias a ustedes. Es la primera entrevista que tengo con un medio de comunicación aquí en China y espero que sea la primera de muchas.