Entrevista al embajador del Ecuador en China
El “Buen vivir” del Ecuador da la mano al “Desarrollo armonioso” de China
Por ISIDRO ESTRADA*
DESDE que llegó a China, a finales de 2010, el actual embajador del Ecuador en China, Leonardo Arízaga Schmegel, ha colocado el peso de su misión en alcanzar nuevos y más altos niveles para las relaciones bilaterales. Para hacer efectivo su empeño, pone énfasis en propiciar nuevas modalidades de intercambio, que permitan equilibrar en todo lo posible el comercio entre las partes, identificar nuevas áreas para la inversión china en su país y acceder a fórmulas de colaboración más inclusivas.
Leonardo Arízaga es licenciado en Ciencias del Servicio Exterior, por la Universidad de Georgetown en Wa-shington D.C., EE.UU. Se doctoró asimismo en Ciencias Internacionales por la Universidad Central del Ecuador.
Ha ocupado cargos diplomáticos en Austria y Perú; también se ha desempeñado como Representante Alterno del Ecuador ante la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y la Oficina de las Naciones Unidas con sede en Viena (ONUV).
A continuación, el diplomático ecuatoriano expone sus consideraciones sobre estos y otros temas de interés bilateral.
¿Qué propone su país a China con vistas a reducir el actual déficit comercial a favor del segundo y cómo espera atraer la atención del sector empresarial chino hacia otros sectores, más allá del petróleo?
Con la finalidad de reducir el déficit que mantiene el Ecuador en su balanza comercial con la República Popular China, desequilibrio que actualmente supera los 1.200 millones de dólares, se trabaja en la promoción de la oferta exportable, la misma que hoy en día cuenta con una gama muy atractiva de diversificación. Así, resulta necesario hacer énfasis en la exportación de productos no tradicionales que promueva una mayor captación por parte del sector empresarial chino.
Además, la difusión de la oferta exportable ecuatoriana es de vital importancia, a través de una campaña que permita a China visibilizar con claridad al país y su producción. Podrá revertirse, entonces, el hecho cierto que nos muestra que más del 70% de las exportaciones ecuatorianas a la República Popular China corresponden al rubro petrolero.
El Ecuador, dentro del marco de su política exterior que ejerce el comercio justo en condiciones de equidad, al tiempo de dimensionar objetivamente las asimetrías reales, propone a China la suscripción de un Acuerdo de Comercio para el Desarrollo (ACD) que impulse y fortalezca los vínculos comerciales existentes, mediante la concreción de las concepciones ecuatoriana del “Buen Vivir” y china del “Desarrollo Armonioso”, en beneficio de todos los sectores sociales.