El desarrollo de la economía del reciclaje en Xining
Por WANG XINYI
Igual que otros lugares del país, Xining se enfrenta a la disyuntiva entre desarrollo económico y protección medioambiental. Aunque quizás los líderes y la población de Xining no tengan una respuesta para este dilema a escala planetaria, cada vez más personas de esta ciudad se esfuerzan por buscar una solución.
En 2010, el PIB de la provincia de Qinghai llegó a los 135.000 millones de yuanes. Con esta cifra, la provincia lograba de nuevo un incremento de más del 10% anual, algo que ha conseguido durante casi diez años consecutivos. Xining es la capital de Qinghai y su PIB representa el 46% del de toda la provincia. Beneficiada por la estrategia de desarrollo a gran escala del oeste iniciada oficialmente por el Gobierno chino en el año 2000, Xining, una de las capitales provinciales de China con menor población, empezó a crecer rápidamente. Al llegar a esta antigua ciudad de altiplano, además de la velocidad de su desarrollo, se ven muchas otras cosas que quizás no suponíamos: el gas natural que utilizan los taxis como combustible, el alumbrado público alimentado por energía eólica y solar, y las zonas de desarrollo económico bien planificadas enfocadas a la economía del reciclaje.
Cuando los residuos no son desperdicios
Al atardecer, la célebre calle gastronómica de Mojia rebosa de turistas de todo el mundo probando los platos típicos de la región, atraídos por un aroma a carne asada que lo llena todo. Al mismo tiempo, en una de las muchas fábricas del parque industrial de la zona de desarrollo económico se procesan los desechos recogidos en los alrededor de 3.000 restaurantes de la ciudad, algo que se hace dos veces al día. Tras seis horas de tratamiento, los residuos de los alimentos se convierten en biodiesel y en proteínas para piensos.
Se trata de la tecnología de reciclaje de desechos de cocina desarrollada por la Corporación de la Industria Energética Jieshen, de Xining. Desde junio de 2008, la empresa trata diariamente 120 toneladas de basuras procedentes de las cocinas y tres toneladas de aceites desechados.
Según Zheng Haojun, subdirector de la comisión administrativa de la zona de desarrollo económico de Xining, por sus importantes contribuciones a la solución del problema de los desechos de las cocinas, Jieshen fue seleccionada como representante de las empresas para pronunciar un discurso en el foro de la economía del reciclaje auspiciado en 2010 por la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma. “Xining es líder tanto en tecnologías para el tratamiento de los desechos de cocina como en la economía del reciclaje”, dice, orgulloso, Zheng. Como una de las zonas de desarrollo de la economía del reciclaje de categoría estatal, en Xining hay empresas que, como Jieshen, se dedican al tratamiento de las aguas residuales, la producción de cemento a partir de residuos industriales y la aplicación de ácido sulfúrico para el tratamiento de piensos.
Zheng explica que Xining dispone de seis cadenas industriales: la industria de los metales no ferrosos, la industria química, la industria textil, la industria de las baterías de energía solar, el tratamiento de los residuos industriales y la agricultura y silvicultura. La cooperación y el uso compartido de recursos entre estas cadenas industriales permiten mantener el desarrollo sostenible de la economía local. Según los planes de la provincia, la zona de desarrollo económico de Xining se conectará con la de Qaidam, otra zona de pruebas de la economía del reciclaje, con lo que se conformarán unas cadenas industriales integradas tanto en cuanto a recursos como a productos finales.
El desarrollo verde es la clave
“Si seguimos los pasos de las regiones costeras, cuyo progreso se realizó a costa de una severa contaminación, el frágil sistema ecológico de Qinghai se verá deteriorado gravemente. Además, como fuente de una contaminación que se diseminaría a través del aire y el sistema fluvial, causaría grandes pérdidas a otras regiones”, asegura Xu Fushun, vicegobernador de Qinghai.
En Qinghai se ubica el origen de los tres grandes ríos de China, el Yangtsé, el río Amarillo y el Lancang (o Mekong), y aquí también se hallan dos reservas naturales nacionales de gran extensión. Por lo tanto, Qinghai tiene una responsabilidad ineludible en el desarrollo de la economía ecológica y del reciclaje. En cierto sentido, proteger la ecología de Qinghai y de Xining es proteger la ecología de China y de todo el mundo. Al autorizar nuevas inversiones, el gobierno local aplica unos estrictos estándares, impidiendo la entrada de cualquier proyecto perjudicial para el medioambiente.
En la XII Feria de Inversión y Comercio de Qinghai, celebrada en junio de 2011, la centralidad la ocuparon la economía ecológica y la del reciclaje, y algunos proyectos, a pesar del alto montante de inversión que suponían, fueron rechazados por su incompatibilidad con las normas de protección medioambiental.
Para el progreso de Qinghai son fundamentales tres factores: la estabilidad, la protección del medio ambiente y el desarrollo económico, que están estrechamente ligados. En resumidas cuentas, se subraya la producción limpia y la optimización del uso de los recursos.
En julio de 2010, el Gobierno central lanzó una nueva estrategía de desarrollo del oeste: en función de los planes para la transformación del modelo de desarrollo económico del país, se puso el énfasis en la reestructuración económica y la innovación independiente para robustecer las industrias clave y la economía característica de la región. Al mismo tiempo, se prioriza el desarrollo de la ecología y la protección del medio ambiente, previéndose su mejora en los próximos cinco años y que en 2020 sus condiciones sean excelentes.
Frente a la disyuntiva entre protección y desarrollo, el gobierno provincial plantea el desarrollo integral y el reciclaje de los recursos para impulsar la integración de las industrias y conformar un sistema industrial de reciclaje. Por la importancia que se otorga al medio ambiente, el progreso de Xining se está orientando hacia la economía de bajo carbono y el desarrollo verde.
Solución a las incomodidades que origina el desarrollo ecológico
Muchas son las virtudes del desarrollo ecológico, sin embargo, también puede ser fuente de algunas inconveniencias. Por ejemplo, a la hora de llenar el depósito, Zhou, un taxista de Xining, se muestra contrariado: “Tengo que llenarlo dos veces cada día, tres, en ocasiones. En hora punta, me toca esperar más de una hora... Es un despilfarro de tiempo”. Desde febrero de 2011, en Xining se empezó a implantar el uso del combustible de gas natural para los taxis, pero hasta ahora sólo siete estaciones de servicio pueden suministrarlo, un número insuficiente para abastecer a los 6.000 taxis de la ciudad; para aliviar este problema, está previsto que, durante este año, cinco estaciones de servicio más puedan proporcionarlo.
No son sólo los taxistas los que se encuentran con dificultades: la empresa Jieshen también se ha estancado en un cuello de botella que impide su desarrollo. Según Cao Yongquan, responsable del proyecto de tratamiento de los desechos de cocina, el mayor problema es la falta de apoyo legislativo del Estado. En algunos países se han aprobado leyes estipulando que, para reducir las emisiones, se añada biodiesel al diesel petroquímico; en China, el biodiesel todavía no puede ser suministrado por las gasolineras. Además, las proteínas para piensos procedentes del reciclaje de los desechos de cocina no tienen aún acceso al mercado debido a la falta de apoyo político y a la ausencia de una normativa.
En julio de 2011, Xining fue incluida en la lista de 33 ciudades en las que se realizarían programas piloto para el tratamiento y reutilización de los desechos de cocina. Esta lista fue elaborada y publicada por la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural.
Durante 25 días, Cao atendió a 26 grupos de estudio procedentes de diversos lugares del país. Como participante en este programa piloto, Xining puede obtener apoyo político y financiero del Gobierno Central para elevar la capacidad de recogida, transporte, tratamiento y reutilización de los desechos de cocina. Además, la popularización de estas tecnologías y el eco positivo que obtienen, facilitará que se establezca pronto la reglamentación que precisa el sector.