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2011-October-11 15:17

El Oeste, nuevo motor del crecimiento económico chino

 

Diez años de despegue económico

La mitad de las computadoras portátiles que se venden en el mundo llevan chips fabricados en la planta de Intel del Parque de Alta Tecnología de Chengdu, en la provincia de Sichuan, algo de lo que se ufana la población local.

Tras abrir en 1985 su oficina de representación en Beijing, la primera ronda de inversión de Intel en China respondió a la estrategia del Gobierno de desarrollar la zona económica especial a lo largo de la costa, estableciendo en 1996 en Pudong, Shanghai, su primera planta china de prueba y empaquetado de chips. Los planes para el establecimiento de una segunda planta de este tipo, en 2001, coincidieron con la aplicación de la política de explotación a gran escala del Oeste del país, por lo que en 2003 Intel decidió instalar su segunda planta en Chengdu. Hoy, esta planta es responsable del 60% de la producción mundial de Intel. En 2009, la planta de Shanghai fue también trasladada a Chengdu.

Recientemente, Intel presentó el Sandy Bridge, su último modelo de procesador, que está previsto que se fabrique en Chengdu, donde, tras unos seis meses, será el único lugar en el mundo donde se produzcan, debiendo hacer frente a la demanda global.

Intel es tan sólo una de las muchas firmas que tienen su mira puesta en el Oeste de China. Según las estadísticas de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), desde la puesta en práctica de la estrategia de desarrollo a gran escala del Oeste, más del 70% de las 500 mayores empresas del mundo han invertido en esta región, obteniendo beneficios mientras impulsaban la economía local.

Desde que se empezó a aplicar la política de reforma y apertura de China, a finales de la década de los 70, la estrategia de los primeros 20 años se basó en desarrollar en el plano económico en primer lugar a las regiones costeras, lo que llevó a que, hasta mediados de los años 90 del s. XX, se formase una franja vertical de elevado crecimiento económico a lo largo de la costa. Así se llegó a cuadruplicar el PIB de China, elevando la proporción que representa respecto al PIB mundial, pasando del 0,7% en 1977 al 7,3% en 2009. Pero la brecha en el desarrollo entre las regiones orientales y las centrales y occidentales se fue ampliando gradualmente, lo que produjo, en 1995, que el Gobierno proponga como prioridad de desarrollo en los siguientes 15 años “lapersistencia en la coordinación y en la reducción de las disparidades en el desarrollo de las diferentes regiones”, objetivo para cuyo cumplimiento se diseñaron una serie de estrategias.

La estrategia de explotación a gran escala de las regiones occidentales, lanzada en 1999, marca el inicio del impulso al desarrollo en el interior del país. El Gobierno Central ha apoyado fuertemente al Oeste mediante recursos financieros y de profesionales cualificados o políticas sobre los terrenos, que han propiciado el surgimiento de varios polos de desarrollo económico, como los de Guanzhong-Tianshui, Lanzhong-Xining-Yinchuan, Hohhot-Baotou-Ordos, Nanning-Liuzhou, Pan-Golfo de Beibu, y Chengdu–Chongqing, entre otros.

La crisis financiera internacional que se desató en 2008 afectó a todas las economías del mundo, pero China logró salir pronto del pozo y mantener el crecimiento económico, gracias, en gran medida, a la contribución del Oeste. Basta echar un vistazo a las cifras de crecimiento del PIB de China por provincias y ciudades para darse cuenta de cómo las tasas de crecimiento más elevadas se están desplazando hacia el interior: Mongolia Interior, con una tasa de crecimiento del 16,9%, lleva ocho años a la cabeza del desarrollo, seguida por Chongqing, con el 14,9%, Sichuan, con el 14,5%, Guangxi, con el 14%, o Shaanxi, con el 13,6%, todas ellas muy por encima del promedio de China, 8,7%.

Sin embargo, esto no significa que ahora el Oeste esté más desarrollado que las provincias costeras del Este: en términos absolutos, el PIB del Oeste en el primer semestre de 2010 sólo representa el 18% del PIB del país, y la brecha entre los ingresos per cápita entre regiones occidentales y orientales es todavía grande.

 

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