CHINAHOY

HOME

2013-January-29 11:14

Una reforma con mayor rendimiento económico

La Conferencia Central sobre el Trabajo Económico determinó el cariz de este 2013.

Por LU RUCAI
 
PESE a que solo duró dos días (el 15 y 16 de diciembre pasados), la Conferencia Central sobre el Trabajo Económico atrajo la atención de chinos y extranjeros. El hecho de que nuestro país mantenga un crecimiento comparativamente alto gracias a un reajuste interno, en un contexto de crisis económica europea y estadounidense y de una reducción de nuestras exportaciones, se ha vuelto un tema candente para la comunidad internacional.
 

1 de diciembre de 2012. El primer beneficiado de la política de “cambio del impuesto a las transacciones por el impuesto al valor agregado”, en Hangzhou

 

“Hay que acelerar el reajuste de la estructura económica y el cambio del modelo de desarrollo, y lograr, a la vez, que el desarrollo continuo y saludable de la economía se base en la ampliación de la demanda interna. Hay que incrementar la inversión en la agricultura, el campo y el campesinado, a fin de promover la integración urbano-rural. Hay que persistir en la estrategia de fortalecimiento del país mediante la ciencia y la educación, y de fomento del desarrollo económico y social. Hay que priorizar siempre los intereses del pueblo y garantizar y mejorar las condiciones de vida de la gente, haciendo que los frutos del desarrollo beneficien más y de manera más justa a todos. Hay que profundizar la reforma de manera integral, erradicando con firmeza los pensamientos, sistemas o mecanismos que obstaculicen el desarrollo científico. Por último, hay que llevar a cabo, de una manera más activa, la estrategia de apertura estableciendo nuevas ventajas competitivas y elevando, en todos los sentidos, el nivel de la apertura económica”. Estas son las seis recomendaciones planteadas en la Conferencia en torno a las seis tareas más importantes de la labor económica: el fomento del desarrollo sostenido y saludable de la economía, el aceleramiento del reajuste de la estructura industrial, la creación de una base más sólida para la agricultura, la celeridad en el proceso de urbanización, la construcción de obras de interés social y, finalmente, la profundización de la reforma y la ampliación de la apertura.

Al igual que el año anterior, el cariz del desarrollo económico de este 2013, según se señaló en la Conferencia, seguirá siendo el de “buscar avances a partir de la estabilidad”. Ello significa que la situación general que hoy afronta China no ha cambiado mucho, y que el crecimiento del país necesita, a corto plazo, una mayor fuerza motriz, mientras que, a largo plazo, requiere de un mayor reajuste en cuanto a la estructura económica. Por lo tanto, las políticas de regulación y control en el sector de bienes inmuebles y de reajuste de la estructura industrial seguirán siendo puestas en práctica. Se han depositado muchas esperanzas en medidas como la reducción tributaria estructural y el proceso de urbanización.

Política fiscal activa y política monetaria prudente

La visión de “buscar avances a partir de la estabilidad” ha merecido una explicación desde distintos ángulos por parte de los economistas chinos. Según Tang Min, miembro de la Oficina de Asesores del Consejo de Estado, si la economía sigue desarrollándose velozmente con el modelo tradicional, ello no hará más que agravar los problemas estructurales surgidos durante el desarrollo económico. Tang sostiene que la economía debe tener un desarrollo estable, mientras que la reforma debe ser profundizada con mayores rendimientos económicos. Estos son los dos puntos clave del objetivo de “buscar avances a partir de la estabilidad”.

Una política fiscal activa y una política monetaria prudente han sido también recomendadas. Al no ser estable el crecimiento económico, se debe fomentar una política fiscal activa, a fin de suministrar la fuerza motriz y la confianza necesarias. Jia Kang, director del Instituto de Investigación de Ciencia Fiscal, subordinado al Ministerio de Hacienda, cree que las políticas fiscales de 2013 tienen dos metas claramente distinguidas: una es perfeccionar la política de reducción tributaria estructural y la otra es acentuar la prioridad del trabajo y la resolución de los problemas más importantes.

La reforma de “cambio del impuesto a las transacciones por el impuesto al valor agregado”, cuyo ensayo se inició en 2012, fue ampliada desde Shanghai a Beijing, Anhui, Shenzhen y otras 12 ciudades y provincias. Hasta octubre de 2012, cerca de 710.000 firmas habían sido incluidas en el ensayo y 200.000 más están a la espera de ser consideradas. Esta política ha aliviado notablemente la carga tributaria de las empresas. Entre enero y octubre de 2012, Shanghai redujo en 22.500 millones de yuanes su recaudación, mientras que Beijing recaudó 2.500 millones de yuanes menos en septiembre y octubre. Hasta el momento, esta política solo ha sido aplicada en el sector de transportes y comunicaciones, y parcialmente en el de servicios modernos. Al presidir la conferencia sobre la ampliación de esta política, el viceprimer ministro del Consejo de Estado, Li Keqiang, señaló la necesidad de ampliar la esfera del ensayo a los sectores de correo y telecomunicaciones, transporte ferroviario, construcción e instalación, entre otros. Según la actual tasa arancelaria, los impuestos reducidos en los lugares de ensayo podrían alcanzar una suma de 100.000 millones de yuanes al año. Gao Peiyong, rector de la Academia Nacional de Estrategia Económica, subordinada a la Academia China de Ciencias Sociales, indica que, de acuerdo con este cálculo, si la tasa arancelaria baja un punto porcentual, la carga tributaria disminuirá en 250.000 millones de yuanes, lo que significa una considerable reducción tributaria.

El vicerrector del Instituto de Economía de la Universidad Fudan, Sun Lijian, señala que gracias a políticas de regulación y control macroeconómicos, como la reducción tributaria a empresas y el aumento de gastos financieros destinados a mejorar las condiciones de la vida de la gente, se podrá incentivar la inversión empresarial y el consumo interno. En cuanto a las razones para llevar adelante una política monetaria prudente, Sun sostiene que, en vista de que los países desarrollados siguen aplicando políticas de relajación cuantitativa, es muy posible que el “dinero caliente” fluya más hacia China y aumente la presión inflacionaria. Al mismo tiempo, la revalorización del yuan (RMB) y el proteccionismo comercial en Europa y EE. UU. afectan también a las exportaciones chinas. Todo ello lleva a que China mantenga una política monetaria prudente.

 

17 de diciembre de 2012. Construcción de edificios en la ciudad de Huaying, provincia de Sichuan.

Fotos de CFP

 

Esperanza en el proceso de urbanización

Población flotante y urbanización son dos conceptos que han acompañado siempre al veloz desarrollo económico de China. Según Yang Zhiming, viceministro de Recursos Humanos y Seguridad Social, China cuenta con 250 millones de trabajadores que han emigrado del campo, entre los cuales 150 millones viven permanentemente en las ciudades. Según el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, China viene experimentando el mayor proceso de urbanización del mundo. En 2011, la tasa de urbanización de China alcanzó el 51,27%, mientras que la población urbana superó por primera vez a la rural, alcanzando los 690 millones de habitantes.

En la Conferencia Central sobre el Trabajo Económico se recalcó que “la urbanización es una tarea histórica para la construcción de una China moderna y es, a la vez, el mejor modo de ampliar la demanda interna”.

“La urbanización traerá inversión, cuyo objetivo es el consumo”, recuerda Ha Jiming, vicepresidente y jefe de estrategias de inversión de la División de Gestión de Inversiones del Grupo Goldman Sachs en China. La urbanización estimulará la inversión en áreas como la atención médica, la educación, el agua potable, la electricidad y el transporte.

Según Tang Min, a diferencia del anterior proceso de urbanización, esta vez el campesinado gozará de los mismos derechos ciudadanos, y no solo vivirá en las ciudades.

Al margen del proceso de urbanización, el fomento de la agricultura y la seguridad del suministro de productos agrícolas constituyen otros importantes problemas en discusión. La Conferencia advierte que “no se podrá mantener una estabilidad social sin un tazón de arroz en las manos”.

Sin embargo, la realidad es que China depende mucho de la importación de cereales. El subdirector de la Oficina del Grupo Dirigente Central de Trabajo Rural, Chen Xiwen, señala que, por un lado, el ingreso a las ciudades de más de 200 millones de trabajadores del campo disminuirá el grado de autosuficiencia de China en cereales y, por otro lado, la urbanización y la mejora del nivel de vida de la gente fomentarán el consumo de aceite comestible y alimentos de alta calidad.

Chen cree que el actual sistema agrícola de China no protege bien los recursos y afronta, además, el problema de la ocupación ilegal de tierras cultivables. Aunque la Conferencia exhorta a una “mayor protección de las tierras cultivables” y a “brindar mayores garantías e incentivos al campesinado”, aún se necesitan medidas más concretas para llevarlas a la práctica.

Profundización de la reforma

En vísperas de la última Conferencia Central sobre el Trabajo Económico, el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping, realizó una inspección en Shenzhen (provincia de Guangdong), la ciudad piloto de la reforma y apertura de China. La decisión de escoger a Shenzhen ha sido una fuerte señal al exterior sobre la profundización de la reforma.

La Conferencia ha esclarecido más la importancia y urgencia de impulsar la reforma y ha instado a la elaboración de un plan conjunto, una hoja de ruta y un cronograma de aplicación. Este planteamiento concreto ha generado una gran expectativa.

Además de todo ello, la Conferencia no ha estimado el índice de crecimiento del PIB y ha sustituido la meta de “desarrollo estable y relativamente rápido de la economía” por la de “desarrollo continuo y saludable de la economía”, lo que demuestra que ahora se le presta mayor atención a la calidad del crecimiento que a la velocidad.