La Zona Económica de Chengdu-Chongqing: Confluencia de ventajas
Foxconn había resuelto trasladar desde la costa hasta Chongqing tres líneas de producción: una de impresoras, con una capacidad anual de decenas de millones de unidades, una de monitores, de 40 millones de unidades anuales, y otra de computadoras, de 20 millones. El valor del volumen de producción conjunto de las tres líneas es de 400.000 millones de yuanes al año, lo que significa una inversión importantísima para Chongqing, considerando que su PIB en 2010 fue de 789.424 millones.
¿Qué ventajas ofrece, pues, Chong-qing a los inversores? La respuesta de Foxconn es: suficientes recursos humanos. Y es que Chongqing dispone de un contingente estable de trabajadores de origen rural, ya que cerca de 10 millones de campesinos se han convertido en nuevos residentes urbanos que viven en apartamentos de alquiler público. Esto implica, además, que la empresa no necesita construirles viviendas y que tampoco debe gestionar soluciones logísticas para ellos.
Todo ello es posible gracias a la reforma integral urbano-rural, en fase experimental en Chongqing y Chengdu, iniciada en 2007. Según Yang Weimin, subsecretario general de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, el establecimiento de una zona experimental para la aplicación de esta reforma, coordinada por el Estado, responde a la necesidad de acelerar el establecimiento de sistemas y mecanismos que ayuden a transformar la estructura económica dual urbano-rural, y también a la de buscar un modelo de desarrollo para el centro y el oeste del país.
En China, la diferencia entre las zonas urbanas y rurales es enorme. Por ejemplo, la disparidad es relativamente grande en cuanto al acceso a la educación y a la asistencia médica entre los residentes urbanos y rurales, y se está ampliando la brecha de los ingresos disponibles per cápita entre la población rural y la urbana. De los 31 millones de habitantes de Chongqing, el 80% o más son residentes de zonas rurales, y la relación entre los ingresos de éstos y los de los habitantes urbanos es de 1:4. En el caso de Chengdu, la población rural llega a 6 millones para un total de 11 millones, y la diferencia de sus ingresos es también significativa.
“La elección de Chongqing y Chengdu para aplicar esta reforma de manera experimental se basa en consideraciones económicas, políticas, religiosas y étnicas, entre otros factores estratégicos”, afirma Zeng Guoping, jefe del grupo de investigación sobre la estrategia de coordinación del desarrollo urbano y rural de Chongqing y director del Instituto de Comercio y Administración de la Universidad de Chongqing. Para eliminar la disparidad en el desarrollo entre el este y el oeste del país y entre las zonas urbanas y rurales, es necesario buscar un modelo adecuado para el centro y el occidente del país, y para ello, Chong-qing y Chengdu ofrecen, sin duda, un excelente banco de pruebas.