ESPECIAL: China refrena galopante mercado inmobiliario
BEIJING, 19 mar (Xinhua) -- Para el agente inmobiliario de Beijing, Wang Yang, de 27 años, este año puede ser un punto de inflexión en su carrera profesional. Wang, que calificó 2016 como su mejor año, está un poco preocupado por 2017.
"Estas nuevas regulaciones son realmente difíciles y podrían poner impedimentos en el mercado durante tres años o más", se quejó.
El viernes, Beijing impuso unas restricciones aún más rigurosas al mercado inmobiliario de la ciudad.
A partir del sábado, los compradores de segunda vivienda necesitan pagar por lo menos el 60 por ciento del precio por adelantado, y cualquier persona que tenga registros hipotecarios, pero no tenga vivienda que vender, será considerada como un comprador de segunda casa. Por otra parte, no habrá más préstamos hipotecarios con un vencimiento superior a 25 años.
Beijing no es la única ciudad con este tipo de reglas. Guangzhou, Nanjing y Hangzhou recientemente intensificaron su lucha contra los especuladores inmobiliarios y el encarecimiento de los inmuebles.
Ciudades satélites como Zhuozhou y Laishui, cerca de Beijing, también han sido forzadas a entrar en la batalla, pues los especuladores llegaron para intentar subir los precios en esas localidades. Zhang Dawei, analista de Centaline Property, sostiene que habrá más ciudades a las que no les quede más opción que adoptar este tipo de medidas.
Los precios de las nuevas viviendas en Beijing y Shanghai aumentaron más de un 20 por ciento en el último año, pero hubo signos de una desaceleración en febrero, cuando se mantuvieron planos en Beijing y apenas subieron un 0,2 por ciento en Shanghai.
Los elaboradores de políticas de China anunciaron en diciembre que "las viviendas son para vivir, no para especular con ellas". En los últimos años, los especuladores han entrado y salido de una gran variedad de mercados financieros, desde las acciones hasta los futuros de productos agrícolas.
La expansión del crédito también ayudó a impulsar el mercado inmobiliario. Los nuevos préstamos alcanzaron un nivel récord el año pasado, el tercer año consecutivo que superaron el nivel de 2009, cuando el país intentaba salir de la crisis financiera mundial. Una proporción considerable, el 45 por ciento, de los préstamos fue a hipotecas.
Después de que el miércoles acabase la sesión anual del máximo órgano legislativo nacional, el Gobierno agregó una promesa a su informe de la labor de "evitar que los precios de las viviendas suban demasiado rápido" en algunas grandes ciudades y prometió aún más normas en el mercado inmobiliario.
Cuando China se aleja de una política monetaria relativamente floja, Zeng Gang, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de China, espera que una división de las políticas de vivienda para este año, con una acentuación en las ciudades de primer y segundo nivel, pero no en las de tercero y cuarto.
Zhou Xuedong, director de administración de empresas del Banco Popular de China, apuntó que las hipotecas individuales podrían rebajarse a menos del 30 por ciento del total de nuevos préstamos este año, una "caída clara" respecto al año pasado.
"Tomaremos más medidas basadas en categorías y específicas para regular el mercado inmobiliario", se estipula en un informe de la labor del Gobierno remitido en la sesión parlamentaria anual celebrada a principios de este mes.
La restricción más reciente frenará la especulación y los precios de la vivienda podrían caer en algunas áreas de Beijing, previó Zhang.