La inversión chilena en China
Entrevista a Martín González Solar, abogado del Council-Price Cao
Por ZOU MENGMENG
EL intercambio de visitas entre el presidente Hu Jintao (en Chile) y su homólogo chileno Sebastián Piñera (en China) reflejan un compromiso especial de amistad y cooperación entre ambos países durante las últimas décadas. En 1970, Chile fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con la RPC. Además, fue el primer país latinoamericano en apoyar el ingreso de China en la OMC y el primero en reconocer a China como un país de economía de mercado. Para conocer la situación de la inversión chilena en China, la revista China Hoy tuvo la oportunidad de entrevistar a Martín González Solar, abogado del Council-Price Cao, quien se dedica a estimular flujos de intercambio legal entre Chile y China y establecer un puente legal entre ambos países.
China Hoy (CH): ¿Cuál es la situación actual de la inversión chilena en China, por ejemplo, en cantidad y en qué sectores?
Martín González Solar (MGS): La inversión chilena en China es más bien una excepción que una regla general. De acuerdo con cifras oficiales, a diciembre de 2011, el stock de inversión directa materializada por más de 60 empresas chilenas en China alcanza los 280 millones de dólares. Este monto es bastante modesto dado que representa sólo el 0,45% del total invertido por Chile en el exterior. La inversión chilena en China se presenta en el sector agropecuario (0,4%), industrial (70,5%) y de servicios (29,2%), que incluye construcción, venta al por menor, servicios financieros, tecnologías de la información, etc.
Como vemos, el sector industrial es el más relevante para las inversiones chilenas, con un monto acumulado que asciende a 198 millones de dólares, lo que representa el 70,5% del total invertido. En segundo lugar se ubica el sector servicios, que representa el 29,2% del total, equivalente a 82 millones de dólares, principalmente en transporte marítimo y comercio. En tercer lugar, se ubica el sector agropecuario con una participación menor, de 0,4% y un monto cercano al millón de dólares.
Las inversiones chilenas se reúnen principalmente en las siguientes provincias y ciudades: Beijing, Gansu, Shenzhen, Guangzhou, Henan, Fujian, Hong Kong, Jiangsu (Nantong, Yixing, Jiangyin), Mongolia Interior, Shandong (Qingdao), Shanghai, Zhejiang (Hangzhou, Ningbo, Jixiang).
CH: ¿Cuáles son las mayores dificultades para invertir en China?
MGS: Las diferencias culturales e idiomáticas, diferentes preferencias de los clientes, la distancia geográfica y el costo del transporte. Además, otro factor se debe a una cierta aversión al riesgo por parte de los empresarios chilenos a aventurarse en China y adecuar la obtención de resultados a metas a medio y a largo plazo.
CH: ¿Y los factores positivos?
MGS: Básicamente se presenta una oportunidad doble. Por un lado, invertir en China para captar el mercado local y, por otro, aumentar las exportaciones propias del inversionista a otros mercados. Me explico, China goza de un enorme mercado de consumidores y además ofrece atractivas oportunidades a empresas chilenas y latinoamericanas para incorporarse a las cadenas de suministro mundiales con sede en el país.
Por tanto, el tamaño y el dinamismo del mercado chino, su protagonismo en las cadenas de producción globales, y sus costos relativamente bajos son incentivos importantes para que las empresas chilenas inviertan en China. Este enfoque ya ha sido puesto en práctica con éxito por empresas de diversos países asiáticos.
CH: Usted, como especialista en inversión, ¿tiene algunos consejos para los inversionistas chilenos e incluso latinoamericanos?
MGS: Una cultura empresarial distinta y un ambiente regulatorio complejo presentan exigencias a los inversionistas chilenos y latinoamericanos. Ahora bien, una debida asesoría legal con especialistas que tengan una mirada y una práctica en ambos sistemas jurídicos puede facilitar este proceso.
Es importante tener en consideración, además, que el aumento de los ingresos y la rápida urbanización en China se está traduciendo en un incremento en la demanda de diversos productos. Por lo tanto, la tarea es encontrar oportunidades para diversificar la canasta exportadora chilena y latinoamericana, que hasta la fecha está muy concentrada en materias primas y, de esta forma, agregar valor a productos chilenos o regionales. En esta búsqueda, se pueden lograr sinergias entre empresas locales del mismo rubro para satisfacer la demanda china o bien empresas conjuntas entre éstas y empresas chinas para abordar dicho mercado.
CH: ¿Qué papel juega el TLC entre Chile y China para fomentar la inversión entre estos dos países?
MGS: A fecha de hoy, China es el principal destino de las inversiones chilenas en Asia. El TLC entre China y Chile ha sido una negociación gradual en 3 etapas (primera, bienes; segunda, servicios; tercera, inversión). Primero, el acuerdo relativo al comercio de bienes se firmó en noviembre de 2005 y entró en vigencia en octubre de 2006. La segunda etapa fue el Acuerdo Suplementario sobre Comercio de Servicios que se firmó en abril de 2008 y se hizo efectivo desde el 1 de agosto de 2010. Fruto del TLC, China es en estos momentos el primer socio comercial de Chile y a su vez Chile es el segundo socio de China en Latinoamérica. La tercera y última etapa se concretó con la firma del Acuerdo de Inversión entre China y Chile en septiembre de 2012, que contribuirá en gran medida a mejorar la inversión recíproca en ambos países
Por lo tanto, el Acuerdo de Inversiones del TLC Chile-China viene a perfeccionar los niveles de protección y promoción de las inversiones recíprocas entre ambos países y, a su vez, reemplazar el de Protección y Promoción de las inversiones (APPI), vigente desde 1995.
CH: En caso de disputas comerciales o de inversión, ¿qué medidas hay que tomar para resolverlas?
MGS: En caso de incumplimientos del acuerdo, el Acuerdo de Inversiones tiene por objeto brindar un marco más completo y eficiente en lo referente a la resolución de controversias. Para ello, en caso de surgimiento de disputas entre el inversionista y el Estado, el Acuerdo incluye vías de resolución, como la negociación y el arbitraje internacional. A su vez, se acogen temas relativos a la no discriminación de inversionistas foráneos, afirmando un trato equivalente al que se le brindaría a un inversionista nacional o de otros países, conforme a la costumbre internacional, y la no expropiación o nacionalización, tanto directa o indirectamente, entre otros.