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2016-July-29 10:10

Cao Wenxuan populariza la literatura infantil china

Por JIAO FENG

EN la 53ª Feria Internacional del Libro Infantil realizada este año en Bolonia, Italia, Cao Wenxuan se convirtió en el primer escritor chino en alcanzar el Premio Internacional Hans Christian Andersen.

Los miembros del jurado aprobaron de forma unánime la distinción a Cao Wenxuan e, incluso, la presidenta de la Comisión de Jurados, Patricia Aldana, resaltó el estilo poético con el que Cao describe los momentos verdaderos y tristes de la vida cotidiana. En el terreno de la literatura china, Cao Wenxuan es famoso por el purismo y esteticismo de sus novelas.

10 de mayo de 2016. Cao Wenxuan junto a niños de una escuela primaria de Ningbo. CFP

 

Particular forma de creación

Desde la década de 1970, Cao Wenxuan ha insistido en su concepción literaria y particular estilo. Su novela Una vaca sin cuernos salió a la luz en 1983 y Viejo castillo, novela corta publicada en 1985, llamó la atención de los lectores. Ese mismo año ganó el Premio de Excelentes Obras de Literatura Juvenil. La novela La cabra no come hierbas del cielo, de 1991, le significó a Cao Wenxuan aun más reconocimiento en el mundo de la literatura infantil china. En las postrimerías de la década de 1990, en su auge creativo, Cao Wenxuan ofreció una serie de tres obras: La casa de paja, Tejas rojas y El pájaro.

Al entrar en el nuevo siglo, las obras Cucharón de calabaza y Bronce y girasol reflejaron también el especial estilo de escritura de Cao.

Cao Wenxuan lleva muchos años abogando por el esteticismo literario. “Los niños son el futuro de una nación y los literatos infantiles son ‘moldeadores’ del carácter de la nación”, afirma. Sus obras se enfocan en la vida de su pueblo natal y su inspiración proviene de su época adolescente y sus experiencias propias. Para Cao, el “carácter infantil” y la “inocencia infantil” conforman una parte de la naturaleza humana. Lo que él quiere expresar es el instinto natural, el sentimiento más popular y el valor psicológico y espiritual. La transición que experimentan los adolescentes, descrita en La casa de paja, Tejas rojas y El pájaro, emociona hasta el día de hoy a los lectores nacidos después de los años 80 y 90.

Captar la esencia de la naturaleza humana ha sido desde siempre la aspiración de la literatura, incluida la infantil, aunque la sociedad ha cambiado mucho, así como la forma de vida de los niños.

Otra característica de las obras de Cao es su distintivo juzgamiento de lo bueno y lo malo, así como de lo bello y lo feo. Él no hace una descripción ambigua, sino muy clara porque se trata de niños y no de adultos, y para ellos traza una línea entre lo que se debe amar y lo que se debe odiar.

Desde sus obras se perciben las penalidades de la vida y la bondad del ser humano, lo amargo y lo dulce en el crecimiento y la alegría de la cosecha. Con palabras elegantes y nobles, Cao describe la vida de gente simple y el destino de adolescentes pobres.

Las novelas El arroz fino y Bronce y girasol hicieron que el estilo de Cao llegase a su clímax. El arroz fino combina de forma perfecta el paisaje natural con un sentimiento melancólico en el sur del río Yangtsé, mientras que Bronce y girasol transmite una profunda depresión. Según la descripción de Cao, las mujeres jóvenes son elegantes como pinturas o brillantes como la primavera.

Como el profesor y crítico literario Xie Mian comenta: no importa cuánto cambie el terreno literario, Cao Wenxuan insiste en sus ideas sobre la literatura y se esfuerza en practicar lo que pregona. “Con su dedicación de varios años, la persistencia de Cao ha dado frutos, lo cual es un reconocimiento a su esfuerzo y un premio a la literatura china”.

Principios de creación

Ojos de libélula, publicado en junio de este año, relata la historia de una familia shanghainesa del siglo XX: en 1925, Du Meixi, hijo del dueño de una fábrica de seda de Shanghai, se encontró en Francia por casualidad con una chica francesa con la cual después se casó. Durante la Segunda Guerra Mundial, Du Meixi regresó a Shanghai con su mujer. La novela toma las décadas de 1960 y 1970 como fondo, mientras que el crecimiento de su nieta A Mei es su línea principal. Desde la perspectiva de A Mei se cuenta una historia sobre el apoyo mutuo entre los familiares en aquella época.

A diferencia de sus otras obras, la historia ocurre en Shanghai, una metrópoli moderna, y no en el campo del pueblo natal de Cao Wenxuan. Esa novela nos demuestra que este escritor no solo es hábil para describir la vida campesina, sino también la urbana. Ya sea en un escenario u otro, su estilo se mantiene: la descripción de Ojos de libélula es muy rica y sincera.

Cao mantuvo la historia de Ojos de libélula sin ponerla en el papel durante 20 años. Una amiga suya fue quien le contó esta historia ocurrida en Shanghai. “Me atrajo enseguida”, recuerda Cao, pero recién en 2016 la escribió. Él tiene la costumbre de empezar a escribir una obra después de conocer y pensar bien todos los detalles del argumento, la estructura y el lenguaje. Una vez que empezó, la terminó rápido: solo le tomó dos meses escribirla.

Como no estaba satisfecho con el primer borrador, Cao Wenxuan hizo dos modificaciones sobre algunos detalles en cuanto a nombres y argumentos. Siete años tomó el proceso desde la planificación hasta que la novela fue publicada. En la editorial conocen muy bien a Cao, saben que es un escritor meticuloso, así que su obra debía ser impecable.

Cao Wenxuan.
 

Traducido a más de 40 idiomas

Una editorial de Serbia le entregó a Cao la versión en serbio de La casa de paja durante la 53ª Feria Internacional del Libro Infantil en Bolonia. Este proyecto se remonta a la Feria Internacional del Libro de Belgrado, en la que China participó. Un redactor serbio había mostrado gran interés en esa obra de Cao y la versión serbia se publicó un año y medio después. Hasta ahora, las obras de Cao han sido traducidas a más de 40 idiomas.

Cao Wenxuan es el escritor chino que más ha trabajado con ilustradores extranjeros. Generalmente el proceso es el siguiente: la editorial entrega el borrador, y después de leerlo y conocer el argumento, el ilustrador comienza su trabajo. Gracias a esa labor conjunta, Cao ha ganado mucha popularidad entre los niños de otros países.

La ilustración ¿A dónde fueron el padre y su hijo Xiaoye? relata la historia de un niño huérfano de madre que pide prestado trigo junto con su padre. La ilustradora italiana Eva Montanari dejó volar su creatividad y añadió elementos a la historia para enriquecerla. Por ejemplo, en el camino a casa, la luna en el cielo se convierte en la cara de la mamá del pequeño Xiaoye. A Cao le gustó mucho el aporte de la ilustradora. Este es un ejemplo de cómo la creatividad occidental sumada a la genialidad del escritor chino da como resultado una historia muy atractiva.

Por su parte, Zhang Juntao, redactora subjefa de Daylight Publishing House, comenta que el trabajo con ilustradores extranjeros ayuda a los creadores chinos a aprovechar las ventajas de la ilustración. “Sabemos que un libro típico de ilustración no consiste solo en dibujos basados en el cuento, es mucho más que eso”. Los editores chinos tenían dudas sobre si las historias chinas podían emocionar a los lectores extranjeros, pero a medida que se fueron estableciendo lazos de cooperación con editoriales internacionales, Zhang se dio cuenta de que a los extranjeros les gustaba mucho conocer la vida de los niños de otros países. “O sea, los cuentos con carácter chino les resultan muy interesantes”, afirma Zhang.

Las copas de “Girasol de bronce”, premio que Cao Wenxuan estableció para las mejores novelas infantiles.

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