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2014-March-14 11:16

El primer siheyuan con sistema de circulación de agua

Por DANG XIAOFEI

NANLUOGUXIANG es uno de los lugares preferidos por los extranjeros en Beijing. Es el barrio de los siheyuan (un tipo de vivienda muy tradicional), lo que ofrece un panorama único y espléndido dentro del casco antiguo de la ciudad. Sin embargo, la mayor parte de los siheyuan se encuentran en mal estado y no son habitables. Un estilo característico de Beijing corre el riesgo de desaparecer.

No obstante, en el patio n.° 3 del hutong Banchang, en Nanluoguxiang, se ha reformado un siheyuan que ahora cuenta con un sistema de circulación de agua, el cual no solo puede solucionar los inconvenientes antes mencionados, sino que permite también ahorrar recursos y disminuir la emisión de contaminantes. Es un ejemplo en el ahorro del agua.

Las plantas y el pozo en el centro del patio de circulación de agua, debajo del que se encuentra el humedal artificial.

 

Aprovecha la lluvia

Al entrar en el patio n.º 3, uno se encuentra con un ambiente silencioso.

Este siheyuan no cuenta con la grandiosidad ni el lujo de los de las familias ricas e influyentes, pero proporciona tranquilidad y comodidad. Hay un pasillo y una puerta en forma de arco a la entrada. Al cruzarla uno se topa con un pequeño patio con dos árboles y con la Habitación Principal recién restaurada, la cual junto con la Habitaciones Lateral del Este, la del Oeste y la Habitación Opuesta a la Principal componen en un siheyuan estándar.

“Este siheyuan le perteneció a mi abuelo y él nos lo legó. Cuatro generaciones de nuestra familia han vivido bajo este techo. Hace 3 años, debido a la antigüedad y a la precariedad por estos años sin reparaciones, planeábamos reconstruirlo”, indica su propietario, Chen Geng.

Después de una evaluación, la compañía Sino-Ocean estimó que no hacía falta reconstruirlo, sino hacer algunas reformas necesarias. La firma se encargó de los gastos de reparación. Este proyecto tuvo tres objetivos: el aprovechamiento de la lluvia, el tratamiento de aguas residuales valiéndose de un humedal artificial y la mejora del medio ambiente en el patio. Los tres objetivos eran necesarios para hacer del lugar un ambiente conveniente para vivir, para el ahorro de agua, para disminuir la emisión de contaminantes y para embellecer el medio ambiente.

El desperdicio del agua era un evidente problema en el antiguo siheyuan. Después de la reforma se colocaron ladrillos especiales en el suelo. “Se trata de un tipo de ladrillo muy similar a los que se usan en las obras de construcción, pero que está hecho de un material particular que permite la penetración del agua. No importa cuán fuerte sea la lluvia, no quedará ningún charco en el patio”, dice Chen Geng.

En cuanto a la zona donde se reserva el agua de lluvia, esta se encuentra protegida por ladrillos impermeables de alta resistencia. Una capa de 50 mm de arena permeable en el fondo permite la penetración del aire y la protección del agua, los cuales prolongan la vigencia de uso del agua de lluvia almacenada. “El agua circula a través de tuberías subterráneas y se almacena en el pozo. Luego de una serie de filtraciones, el agua puede usarse para el riego de plantas o para la crianza de peces”, explica Chen Geng.

“Según los cálculos iniciales podemos recoger y aprovechar 8 toneladas de agua de lluvia al año. Además, el sistema casi no cuesta nada”, asegura Wang Yutian, del Departamento de Desarrollo Estratégico de Sino-Ocean.

Vivero demostrativo con flores del humedal artificial.

 

Lo más destacado: el humedal artificial

“El punto más destacado en cuanto a protección ambiental consiste en la aplicación, por primera vez, del humedal artificial. Valiéndose del sistema de acumulación, recuperación, filtración y extracción, se utiliza el agua residual para mejorar el medio ambiente del patio, donde se pueden exhibir algunas plantas acuáticas, peceras y otros objetos que son característicos de la vida tradicional en Beijing. A la vez que se ahorra agua, se genera un paisaje ecológico de gran vida”, indica Tu Zheng, diseñador general del sistema acuático de los siheyuan y quien trabaja para el Departamento de Diseño e Investigación de Sino-Ocean.

El sistema para el humedal artificial se vale de la terna ecológica tierra-planta-microbio, que figura en el sustrato artificial y en las plantas acuáticas que crecen sobre este. “Se conducen las aguas residuales —excepto las empleadas en los servicios higiénicos— hasta el humedal del patio, mediante una bomba hidráulica. Después de una purificación biológica, es retirada mediante otra bomba hidráulica. A pesar de que las aguas purificadas no deben beberse, sí pueden ser empleadas para limpiar los servicios higiénicos o fregar el suelo”, explica Chen Geng. El agua es también conducida hacia la pecera y los campos verdes.

El dueño del patio nos mostró todo el proceso del sistema. Las aguas purificadas convergen en macizos y peceras. No solo ahorra agua, sino que da realce a la vida alegre del siheyuan.

“Según los cálculos, el humedal artificial recoge unas 80 toneladas de aguas residuales al año. El agua circula hasta, luego, ser utilizada en embellecer, fregar el suelo y lavar los servicios. Gracias a ello se pueden ahorrar unas 50 toneladas de agua fresca al año”, apunta Wang Yutian.

“Aquí la vida es armónica. Ahorrar agua no solo disminuye los gastos de la familia, sino que responde también a la campaña del Estado que busca promover una vida de bajo carbono, de protección ambiental y de ahorro del agua”, añade Chen Geng.

Beijing, como metrópoli internacional, emplea mucha agua. La cantidad de recurso hidrológico per cápita en Beijing es de menos de 100 toneladas (ni la vigésima parte del nivel nacional), por lo que es la zona con el menor recurso hidrológico per cápita de toda China.

Ciudadanos visitando el siheyuan n.° 222 de Xiheyan. Cnsphoto

 

Una vida armónica

Además de los proyectos mencionados para el ahorro del agua, también se han tomado varias medidas para disminuir la emisión de contaminantes. Por ejemplo, se han establecido tableros solares que ofrecen energía a la bomba hidráulica durante el día y que iluminan durante la noche. Además, hay grifos específicos que ahorran agua y se han instalado lámparas LED.

“Al ser una arquitectura única de Beijing, cada ladrillo de los siheyuan está muy relacionado con la cultura del lugar. Su diseño y distribución tienen siglos de existencia, pero aún falta mucho para lograr que los siheyuan sean un lugar conveniente para vivir”, reconoce Tu Zheng.

“Durante este proyecto tomamos muy en cuenta el equilibrio en la vida de los beijineses. Colocamos un estanque de piedra esculpida con figuras delicadas y de estilo antiguo, por lo que mantiene la fisonomía arquitectónica original del siheyuan”, apunta Duan Tao, subgerente del Departamento de Desarrollo Estratégico de Sino-Ocean. Junto al esfuerzo en la aplicación de diferentes tecnologías de protección ambiental, también se buscó un balance entre la cultura tradicional, la conveniente vida moderna y, el ahorro de agua y energía.

Además, durante la reforma se construyó una pared verde en la entrada del patio para recuperar así su función de muro-biombo que fue destruido durante la época de la Revolución Cultural, lo cual le da armonía. También se ha construido un estanque de flores, se han plantado árboles y se ha colocado una pecera al lado del muro-biombo. Todo ello embellece el ambiente del patio. Más allá de ahorrar agua, hay un paisaje ecológico que permite un mejor disfrute de la vida.

A pesar de que reformar los siheyuan con un sistema de circulación de agua cuesta unos 300.000 yuanes, “planeamos difundir este proyecto”, anuncia Wang Yutian.