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2014-May-13 15:45

“China tiene que mirarnos con otros ojos”

Por RAFAEL VALDEZ

EL expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, participó en el foro “Yendo a Latinoamérica”, realizado en Guangzhou en febrero. En el diálogo que tuvo con China Hoy, él enfatizó que China debe mirar a los países latinoamericanos como socios.

El expresidente de Colombia durante la entrevista con China Hoy. Dang Xiaofei

 

China Hoy (CH): Tanto su padre como usted tuvieron en común el haber promovido el acercamiento con China cuando fueron presidentes de Colombia. ¿Cómo ha sido la relación de los Pastrana con China?

Andrés Pastrana (AP): En 1974, mi padre, cuando era presidente de Colombia, vino a China, y resulta que la persona que se encargó de llevarlo a conocer el país fue Deng Xiaoping. Desde ese momento, mi padre estableció una buena relación con el líder. Entonces, la relación entre Colombia y China la conozco de cerca. De hecho, mi padre fue uno de los primeros que en Colombia hizo ver la importancia de abrir relaciones con China hace más de 30 años. Posteriormente, ya como presidente, yo quise todavía acercarnos más y tuve el honor de venir en 1999 en una visita de Estado con el presidente Jiang Zeming y otras autoridades. Yo creo que esto ha continuado, lo hizo el Gobierno del presidente Álvaro Uribe y lo ha hecho el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Asimismo, el actual presidente de China, Xi Jinping, estuvo en Colombia en 2009 cuando era vicepresidente. Además, estuvo en México, Costa Rica, Trinidad y Tobago, es decir, ha visitado países estratégicos para China. Por otro lado, cada vez vemos más diplomáticos chinos visitando la región, lo que significa que somos importantes.

CH: ¿Cuántas veces ha estado en China?

AP: Por lo menos seis veces.

CH: ¿Hay algo que le siga sorprendiendo?

AP: China siempre va a sorprender porque cada vez uno conoce algo nuevo. Ahora tuve la oportunidad de ir a la provincia de Yunnan, que es la zona cafetera, la zona del té, y fue muy interesante porque, en buena parte, se asemeja a nuestro país. El paisaje es casi igual. Uno se sentía como en Colombia y, además, fue muy interesante compartir con los agricultores. Hace algunos años tuve la oportunidad de estar en el Tíbet, en Xi’an y en muchos sitios de China, pero cada vez que uno viene encuentra cosas nuevas.

Yo vine acá por primera vez en 1982. Acompañé a mi padre a una reunión de expresidentes en Shanghai. Ha sido interesante ver cómo se ha ido transformando este país.

Recuerdo que cuando vine por primera vez a Beijing, la avenida que había entre el aeropuerto y la ciudad era de doble vía, no existía lo que vemos hoy en día.

CH: Así como se desarrolla, China tiene retos que comparte con los países latinoamericanos, por ejemplo, la trampa de los ingresos medios. ¿Qué experiencias podrían compartir China y Latinoamérica para evitar caer en esa trampa?

AP: Sí, hay muchas experiencias que podemos compartir. En el caso colombiano, lo que vemos ahora es un gran crecimiento de la clase media y seguimos en la búsqueda de la mejor manera para lograr la redistribución de la riqueza. Un claro ejemplo de esto es el caso del café en Colombia. 500 mil familias viven de eso y si usted visita esa zona, se puede dar cuenta de que es una zona de paz porque buena parte de las ganancias del café se invirtieron en escuelas, hospitales e infraestructura y eso ha permitido esa pacificación. Además, permitió la redistribución verdadera de esos ingresos porque si usted va a Colombia no encuentra los grandes empresarios o latifundistas del café, sino a pequeños campesinos con sus parcelas, a pesar de los problemas que hemos tenido. Experiencias como esa podemos compartir.

Por otro lado, China tiene que mirar a América Latina con otros ojos porque yo creo que muchas veces nos ven como a África y somos muy distintos, con culturas y formas de negociar completamente diferentes, por eso yo creo que esto es importante resaltar. China tiene que vernos distinto para que, de esta manera, haya un intercambio de experiencias que va a ser positivo para los dos países.

2 de junio de 2013. Vehículos de Chery en el puerto de Lianyungang listos para ser exportados a Colombia. Cnsphoto

 

CH: ¿A qué se refiere con que “nos vean con otros ojos”?

AP: A que nos vean como socios, que China vaya a América Latina para quedarse, que no solamente llegue a nuestra región para comprarnos commodities, sino a hacer inversiones, y ya lo estamos viendo. En Colombia ya existen joint-ventures, China ya entró a participar en exploración petrolera, pero aún hay muchas oportunidades, por ejemplo, en infraestructura. En Colombia hay un plan muy importante que comenzó en mi gobierno y que estamos todavía implementando para hacer grandes inversiones en vías, puertos, aeropuertos, recuperación del río Magdalena, el tren… entonces hay una serie de oportunidades para los chinos. Igualmente, nosotros debemos buscar oportunidades en China, tenemos que ser más competitivos y, por eso, para nosotros es fundamental el tema de la infraestructura porque hoy cuesta más llevar un contenedor desde Bogotá hasta la costa del caribe que llevarlo desde la costa caribeña hasta Shanghai.

Por ejemplo, el primero puede costar entre 2000 y 2300 dólares, mientras que llevar un contenedor desde la costa caribeña hasta Shanghai cuesta entre 900 y 950 dólares. Así no vamos a ser competitivos, por eso es importante invertir en infraestructura.

CH: Otro de los desafíos que comparten China y Latinoamérica es la lucha contra la corrupción. De hecho, el Gobierno chino está empeñado en una campaña anticorrupción.

AP: A eso me iba a referir cuando hablamos de África porque allá lo que hemos visto, en buena parte, es que hay mucha corrupción. Por eso China tiene que mirarnos con otros ojos. Actualmente, para los gobiernos latinoamericanos, uno de los principales temas es cómo podemos acabar con la corrupción que, al fin y al cabo, es el impuesto más grande de los pobres. Este es un aspecto en el que debemos tener mucho cuidado y me refiero al comportamiento del sector privado chino en todo lo relacionado a licitaciones y contrataciones. Tienen que comportarse de una forma distinta. No pueden ir a nuestra región pensando que los contratos se adjudican a dedo, no. América Latina es distinta y tienen que mirarla con otros ojos.

CH: Usted ya mencionó el tema de la competitividad que está vinculado con la oportunidad que representan las nuevas zonas de desarrollo económico que el Gobierno de China promueve, así como la zona piloto de libre comercio de Shanghai. ¿Qué industrias colombianas podrían competir en esas zonas?

AP: Yo creo que la industria textil colombiana puede ser competitiva, pero en esto nosotros también debemos reconocer que la China de hoy es distinta a la de antes. Aquí la mano de obra se viene encareciendo. Incluso, hay empresas chinas que están buscando irse al sureste asiático o a Latinoamérica por costos de la mano de obra. Entonces ahí tenemos oportunidades.

Nosotros debemos buscar mercados como este, por ejemplo, con nuestro café. A mí me sorprende cómo cada vez se consume más café en China. Las primeras veces que visité este país nadie te ofrecía café, en cambio ahora te preguntan: ¿desea té o café?

Hoy, incluso, ya estamos hablando de firmar un Tratado de Libre Comercio con China, pero si no hay carreteras ni puertos, ¿qué vamos a hacer? Por eso es importante que el Gobierno colombiano ponga toda su prioridad en el tema de infraestructura.

 

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