De vez en cuando, Chen Zhenglei, uno de los diez mejores artistas marciales de China, visita una obra en construcción a tres kilómetros de su casa en la aldea de Chenjiagou, en la ciudad de Jiaozuo, provincia de Henan. La llanura de 34 hectáreas, donde se han ido levantando grandes edificios de hormigón uno tras otro, se convertirá en el Colegio de Taijiquan de Henan, el primer colegio especialmente dedicado a cultivar talentos de este arte marcial en China.