MIGUEL de Cervantes, prócer de la literatura española, difícilmente podría haber imaginado que el español llegaría incluso a un lugar tan lejano como China al momento de escribir su más aclamada obra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Publicada en 1605, algunos creen que el autor español habría comenzado a escribir esta magnífica novela varios años antes, quizá en 1591 y nada más ni menos que desde la cárcel.