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2015-January-22 10:30

Ejemplo de la cooperación Sur-Sur

Satélite chino-brasileño CBERS:

 

Por DANG XIAOFEI

 

14 de diciembre de 1995. El entonces presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso (sin gorro), visita la fábrica central del satélite CBERS en China. El acuerdo de cooperación para el lanzamiento del satélite chino-brasileño CBERS fue firmado y entró en vigor en 1988.

 

El satélite chino-brasileño CBERS-4 fue lanzado con éxito, en Taiyuan, capital de la provincia china de Shanxi, el 7 de diciembre de 2014. Ese mismo día, el presidente chino, Xi Jinping, y su homóloga brasileña, Dilma Rouseff, intercambiaron mensajes de felicitación por el nuevo logro. Tanto la cooperación chino-latinoamericana en economía y comercio, como en ciencia y tecnología, se han convertido en un fuerte impulsor del desarrollo de las relaciones bilaterales. Sobresale el programa de cooperación tecnológica entre Brasil y China, que ya ha lanzado, con éxito, varios satélites.

 

Ejemplo de cooperación en ciencia y tecnología

 

En los años 80 del siglo XX, China y Brasil, dos grandes países en vías de desarrollo, tenían una gigantesca demanda de desarrollo en ciencia y tecnología, particularmente, en el ámbito espacial. No obstante, como no contaban con la tecnología clave necesaria, el desarrollo en este sector siempre estuvo limitado por la barrera tecnológica de los países desarrollados. En ese contexto, en 1988, China y Brasil, comenzaron, oficialmente, a cooperar en la investigación y a producir satélites CBERS. Hasta hoy, dicha cooperación es un ejemplo entre los países en vías de desarrollo.

En su mensaje de felicitación, el presidente Xi Jinping señala que el programa de satélites chino-brasileño CBERS representa un ejemplo del exitoso inicio de la cooperación en el sector espacial de países en vías de desarrollo. Por su parte, Dilma Rousseff asegura, en su misiva, que el éxito del lanzamiento del satélite CBERS-4 impulsa el desarrollo de la asociación estratégica integral entre China y Brasil.

El jefe de un laboratorio del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, uno de los organismos principales del programa CBERS junto a la Academia de Tecnología Espacial de China (CAST, por sus siglas en ingés), recordó que “la plataforma de producción y la reserva de personal cualificado de China, justamente, complementa la escasez de Brasil. Ahí está la clave del éxito en la cooperación entre China y Brasil”.

Luego de más de una década de investigación, en octubre de 1999, se lanzó, con éxito, el primer satélite chino-brasileño CBERS-1, que después de cuatro años rindió los frutos deseados. Como ambos países siguieron trabajando en la cooperación espacial, en 2003, el segundo satélite chino-brasileño CBERS-2 fue lanzado al espacio. Tras su prueba en órbita, se puso a disposición de usuarios. El CBERS-2 reemplazó al CBERS-1, ofreciendo a los dos países datos de la observación remota. Luego, se inició la investigación del satélite CBERS-2b que, en 2007, fue lanzado con éxito y envió imágenes de la Tierra.

“La tecnología de observación remota es de amplia utilidad para diversos sectores, como la silvicultura, la planificación urbanística y el monitoreo de los recursos naturales de la Tierra. Como un satélite de monitoreo de recursos naturales terrestres, desempeña un papel muy útil para el mundo y envía imágenes muy preciadas para cualquier país”, dijo, al destacar el alto valor del satélite chino-brasileño CBERS, José Reimundo Braga, jefe de la Agencia Espacial Brasileña.

Detrás del éxito en la cooperación, se encuentran, también, algunas dificultades: distancia geográfica muy grande, idiomas muy diferentes y modos de trabajar completamente distintos. Los científicos y técnicos del grupo brasileño suelen bromear diciendo que trabajan 24 horas cada día, porque China y Brasil tiene una diferencia horaria de once horas.

Vale destacar que, además de beneficiar a los pueblos de los dos países, el satélite chino-brasileño también reporta muchos beneficios para países africanos y latinoamericanos en vías de desarrollo. En noviembre de 2007, en una reunión internacional sobre observación terrestre, en Sudáfrica, el representante del Gobierno chino afirmó que China comparte los datos del satélite chino-brasileño con los países africanos, hecho que tuvo muy buena acogida entre los representantes de las naciones africanas. O sea, la cooperación espacial chino-brasileña excedió el marco bilateral y se convirtió en una obra científica y tecnológica para el beneficio de todos los países en vías de desarrollo.

 

7 de diciembre de 2014. A las 11:26, el cohete Gran Marcha-4B, investigado y producido por China, despegó y luego puso en la órbita prevista el satélite de recursos de la Tierra CBERS-4, desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Taiyuan. Fue el vuelo 200 de la serie de cohetes Gran Marcha de China. Cnsphoto

 

Desarrollo de la cadena industrial relacionada con el satélite

 

En Brasil, la cooperación en materia satelital ha impulsado el desarrollo de sectores afines. Actualmente, se están ejecutando decenas de acuerdos, con una inversión de cientos de millones de dólares. En realidad, la citada cooperación no solo ha traído a Brasil útiles imágenes de la Tierra y tecnología avanzada, sino también un gran número de personas calificadas y una serie de productos espaciales brasileños con derechos de propiedad intelectual propios.

Hasta ahora, los satélites chino-brasileños han enviado más de 800 mil imágenes de la Tierra. Solo en Brasil, hay más de 3000 empresas y 70 mil usuarios que, a menudo, utilizan las imágenes y los datos ofrecidos por los satélites CBERS.

Actualmente, casi todos los organismos brasileños dedicados a la protección medioambiental y de recursos naturales son usuarios del satélite chino-brasileño CBERS, al tiempo que se encargan de la mayor parte de los programas de vigilancia de los recursos importantes. Entre esos programas, el de vigilancia eficaz de la selva del Amazonas es el proyecto en el que se usa más exitosamente el CBERS. Desde el año 2000, Brasil había comenzado a vigilar y a gestionar la mencionada selva.

“El éxito de la vigilancia del satélite CBERS nos llena de orgullo”, dijo un exjefe del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil. Según las informaciones obtenidas gracias al satélite, el Gobierno brasileño calculó la velocidad adecuada para la tala en la selva, controló con efectividad la deforestación y condujo la regeneración y la utilización de los bosques por la senda de un desarrollo exitoso.

Al mismo tiempo, los sectores chinos relacionados con el satélite entraron en un periodo de desarrollo rápido. Además de que se beneficiaron la investigación, producción y utilización del satélite, los sectores complementarios tuvieron buenas oportunidades de desarrollo, como en el caso de la producción de rodamientos avanzados.

Según el libro blanco publicado por el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Servicios Basados en la Localización (LBS, por sus siglas en inglés) de China, en 2013, el valor global de la producción del sector de GNSS y LBS superó los 104 mil millones de yuanes, con un notable aumento del 28,4 % con respecto al año 2012. Se estima que para el 2020, el valor global de la producción de este sector podría superar los 400 mil millones de yuanes.

 

Cooperación chino-brasileña en el futuro

 

En julio de 2014, cuando el presidente Xi Jinping visitó cuatro países latinoamericanos, los líderes de China y Brasil reafirmaron su propósito de continuar desarrollando la cooperación espacial y anunciaron el lanzamiento del satélite CBERS-4, a finales de 2014. Ambas partes coincidieron en fortalecer la cooperación en la utilización de satélites de observación remota y de los datos que proporcionen, y seguir compartiendo las imágenes enviadas por los CBERS con los países en vías de desarrollo, particularmente, con las naciones africanas. De esa manera, el programa chino-brasileño fue, otra vez, un tema destacado que atrajo mucho la atención del mercado.

En diciembre de 2013, fracasó el lanzamiento del satélite CBERS-3. El Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil afirmó que, a pesar del fracaso, Brasil seguía lleno de confianza en la excelente cooperación espacial con China.

Después del exitoso lanzamiento del satélite CBERS-4, en su mensaje de felicitación, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresó que la parte brasileña seguiría insistiendo en apoyar la cooperación en el satélite chino-brasileño CBERS.

En 2013, ante la presencia de Wang Yang, vice primer ministro chino, y de Michel Temer, vicepresidente de Brasil, los jefes de la Administración Nacional Espacial de China y de la Agencia Espacial Brasileña firmaron el Plan de cooperación entre las dos entidades para el periodo 2013-2022.

“Este plan de cooperación por diez años indica, claramente, el rumbo de la cooperación espacial chino-brasileña en la próxima década y la continuación de la buena relación de cooperación para el satélite chino-brasileño. Al mismo tiempo, es posible que consideremos la cooperación en otros tipos de satélite con china, como, por ejemplo, los satélites meteorológicos”, dijo, entonces, José Reimundo Braga, jefe de la Agencia Espacial Brasileña.

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