El incremento constante en la producción de cereales
Por HOU RUILI
EN 2012, China produjo un total de 589,57 millones de toneladas de cereales, manteniendo una tendencia creciente por noveno año consecutivo.
Al respecto, Bi Meijia, economista jefe del Ministerio de Agricultura de China, señaló que “si se mira retrospectivamente el desarrollo a escala mundial, entre los primeros seis países productores de cereales, aparte de China, solo EE. UU. y la India obtuvieron un crecimiento de cinco años continuos durante 1975 y 1979, y durante 1966 y 1970, respectivamente. Por eso, China ha logrado todo un récord”. Con menos del 7% de la tierra cultivable del mundo, China sostiene a más de 1.300 millones de habitantes, el 22% de la población mundial, una contribución que el país hace en cuanto al abastecimiento seguro de cereales en el mundo.
El crecimiento durante nueve años continuos tiene su base en los adelantos científicos y tecnológicos logrados en la agricultura. La tasa de contribución de la ciencia y tecnología al incremento agrícola alcanzó el 54,5% en 2012, un porcentaje superior a la suma de otros elementos como la tierra y el capital. El arroz híbrido ha desempeñado un papel muy importante.
El “súper arroz”
M.S. Swaminathan, director del Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IIIA) y ex ministro de Agricultura de la India, recordó que el científico chino Yuan Longping es considerado el “Padre del arroz híbrido” y que su éxito “no solo merece el orgullo de los chinos, sino también el del mundo, y ha sido una buena noticia para la humanidad”.
Yuan Longping cultivó con éxito semillas de arroz híbrido en 1975 y, al año siguiente, China plantó unas 139.000 hectáreas de arroz híbrido, cuya producción por hectárea superó las seis toneladas, el doble respecto a la anterior.
Al entrar en la década de 1980, Japón, China, Corea del Sur y el IIIA emprendieron sucesivamente estudios sobre el cultivo de variedades de alto rendimiento. En la década de 1990, el IIIA seleccionó y cultivó una serie de nuevas variedades y después de plantar a modo de ensayo en una pequeña superficie, logró una producción elevada. Esta variedad híbrida fue llamada el “súper arroz”.
En 1996, China integró el idiotipo y la heterosis. Este último término se utiliza en genética para referirse a la posibilidad de obtener mejores productos a partir de la combinación de las ventajas de sus “padres”, es decir, una sinergia. Gracias a esto se pudo cultivar la primera variedad de “súper arroz” y en 2012 se logró plantar esta variedad en una gran superficie alcanzando una producción por hectárea de 14.500 kg.
China cuenta actualmente con 83 variedades de “súper arroz” y su plantación superó los 6,7 millones de hectáreas, una cuarta parte del total nacional. Es un importante soporte para mantener el incremento de la producción de arroz en el país.
Las semillas de “súper arroz”
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el IIIA promueven el arroz híbrido, incluyendo las variedades de “súper arroz”, en muchos países del mundo. China efectúa una dinámica coordinación y apoyo.
En 2006, China se comprometió a establecer diez centros de ensayo de tecnología agrícola en África, entre los cuales sobresalió el Centro de Ensayo de Arroz Híbrido en Madagascar. Mamy Andriantsoa, director de Pesca y Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Madagascar, destacó dicho proyecto y la capacidad de los técnicos chinos. Dos años después, China suministró a Madagascar 56 toneladas de semillas de arroz híbrido, y en 2010, la producción de arroz de este país africano obtuvo un aumento de 6.000 toneladas.
“Fui a China por primera vez en 1999 con la finalidad de introducir en mi país el arroz híbrido. Desde entonces he ido muchas veces. En realidad, ya no me acuerdo cuántas veces, pero lo que me queda muy claro es que fui demasiado tarde, si no, más campesinos pakistaníes hubieran salido de la pobreza y cambiado su modo de vivir”, manifestó Shehzad Ali Malik, presidente de Guard Agricultural Research & Services Private Limited.
En 1999, la compañía Guard inició una cooperación con la Compañía Limitada de Alta Tecnología Agrícola de Yuan Longping para promover la tecnología del arroz híbrido en Pakistán. “Antes, la producción por hectárea de arroz en Pakistán era de 3,5 toneladas y ahora asciende a 10, y en algunas regiones supera las 13”, explicó Malik, quien enfatizó que “se alcanzó el éxito gracias a los esfuerzos y asiduos trabajos de los técnicos chinos”. “En 2007, cuando en Lahore hacía tanto calor que la temperatura llegaba a los 53°C, muchos campesinos pakistaníes dejaban sus labores, pero los técnicos chinos continuaban trabajando en los arrozales. Su espíritu me conmovió”, añadió Malik.
Hasta el momento, EE. UU., la India, Vietnam, Indonesia, Sri Lanka, Myanmar, Tailandia, Camboya, Laos y muchos otros países asiáticos, africanos y sudamericanos han introducido el arroz híbrido chino.
Regalo de Dios
La promoción de la tecnología del arroz híbrido por todo el mundo ha hecho una gran contribución al abastecimiento seguro de cereales. Sin embargo, en los últimos 20 años, como se perseguía solo el alto rendimiento, el “súper arroz” solía exigir muchos recursos como agua, fertilizantes químicos y pesticidas. Para la producción de cereales, China utiliza el 40% de pesticidas y fertilizantes químicos del mundo, y la producción de arroz implica el 50% de recursos de agua dulce del país. Una gran inversión en la plantación de arroz deteriora el medio ambiente. Con el fin de disminuir la inversión, aumentar la producción y proteger el ambiente, los científicos chinos se han dedicado desde finales del siglo pasado a cultivar variedades ecológicas de “súper arroz”.
En 2008, China inició la cooperación con la Fundación Bill y Melinda Gates para cultivar y promover el “súper arroz” ecológico. En 2009, los científicos empezaron a plantar dicho arroz en ocho países que están alrededor del Desierto del Sahara (Liberia, Malí, Mozambique, Nigeria, Ruanda, Senegal, Tanzania y Uganda), cuatro países del Sudeste Asiático (Camboya, Indonesia, Laos y Vietnam), tres del Sur Asiático (Bangladés, Pakistán y Sri Lanka) y cuatro provincias y regiones autónomas del suroeste de China (Guangxi, Guizhou, Sichuan y Yunnan), con el fin de confirmar sus atributos de alto rendimiento y de resistencia a los pesticidas y la sequía. Dicho arroz no transgénico fue muy bien recibido en estos países, cuyos campesinos lo llamaron el “mejor regalo de Dios”.
Hoy en día, más de 1.000 millones de habitantes en el mundo viven en pobreza extrema y, de ellos, las tres cuartas partes están en las áreas rurales de Asia y África. Cada vez más países quieren participar en el proyecto de cooperación internacional del “súper arroz” ecológico para luchar contra la hambruna e impulsar la protección ambiental.
Li Zhikang, científico en jefe del proyecto del “súper arroz” ecológico de la Academia China de Ciencias Agrícolas, indicó que China desea ayudar no solo a los 15 países mencionados anteriormente, sino a todos los africanos. “Los campesinos en estos países no tienen dinero para comprar pesticidas ni fertilizantes químicos, sin embargo, el ‘súper arroz’ ecológico con sus sobresalientes atributos puede satisfacer sus necesidades”, subrayó Li.
Además de la enseñanza personalizada, los científicos chinos también invitan a los técnicos agrícolas de otros países a venir a China para capacitarse y los ayudan a establecer centros de investigación agrícola, los cuales mejoran la capacidad de estudio, de desarrollo y de producción de arroz en sus respectivas naciones.
El Gobierno chino y la Fundación de Bill y Melinda Gates planean ayudar a 20 millones de cultivadores de arroz en regiones de pocos recursos de Asia y África a aumentar un 20% la producción dentro de 10 años.