Aunque han transcurrido varios meses desde el acoplamiento de la nave Shenzhou-9 con el módulo Tiangong, a medida que se van revelando los detalles del viaje espacial –que duró trece días–, la gente va mostrando un mayor interés en saber cómo es la vida en el espacio. Por ejemplo, ¿los tres astronautas chinos, acostumbrados a la gastronomía nacional, pudieron disfrutar en la misión de raciones apetitosas? A continuación, desvelamos cómo fue la vida de estos héroes.
La vestimenta
Según los especialistas, además del traje aeroespacial en cápsula, a los astronautas se les proporcionó una variedad de vestimentas que incluyeron la ropa interior, los trajes de trabajo, los trajes deportivos, entre otros. “La ropa deportiva para el espacio luce igual que las que se usan en la Tierra, pero los diseñadores le dan mucha importancia a la comodidad, pues el entorno espacial exige un rápido secado. Por ello se les ofrece una sensación de sequedad y comodidad a los astronautas para cuando ellos, por ejemplo, hagan sus ejercicios en el espacio”, explica un especialista.
En un ambiente de ingravidez disminuye la tensión de los músculos en movimiento. Para contrarrestar este efecto, los expertos diseñaron el llamado “traje de pingüino”, el cual no es un traje aeroespacial en cápsula ni uno de trabajo, sino que sirve especialmente para combatir la atrofia muscular. Un freno artificial y el aumento de la presión al cuerpo estimulan los músculos de los astronautas, los cuales mantienen su estructura y funciones básicas.
Se dice que después de entrar en el módulo orbital Tiangong, los astronautas se colocaban el “traje de pingüino”, al menos, unas ocho horas diarias. Aunque perdían agilidad podían continuar trabajando con normalidad.
9 de mayo de 2012. Una gran variedad de menús fueron llevados al espacio. CFP
Las comidas
Después de realizar varios estudios sobre metabolismo y nutrición, los expertos diseñaron un menú especial que permitía a los astronautas de la nave Shenzhou-9 absorber los nutrientes necesarios y, al mismo tiempo, disfrutar de una buena comida y mantener una buena salud, acorde con la medicina tradicional china.
“Se incluyeron más de 50 tipos de alimentos, como comidas enlatadas, deshidratadas y en estado natural; entre ellas, el camarón pelado con huevos, el muxurou (preparado con carne de cerdo, huevo y un hongo llamado “oreja de madera”), carne de res con pimiento negro, mientras que los refrescos eran té de limón, jugo de uvas, entre otros”, señala Chen Bin, director del Departamento de Estudios de Nutrición y Alimentos Espaciales. Asimismo, se les preparó pasta de chile al estilo de Sichuan, salsa de tomate pastosa, etc. Dicho sea de paso, la misión espacial coincidió con la Fiesta de Duanwu (Fiesta del Bote de Dragón), por lo que se les dio también el Babao Fan o “Pudín de arroz con ocho tesoros”.
Las comidas eran guardadas en un armario especial y antes de comer eran calentadas. Debido a la microgravedad, eran sujetadas al plato con botones de nailon; y los astronautas debían fijar el plato en un lugar conveniente para poder comer.
Además de la gran variedad de comidas y teniendo en cuenta la participación de la primera astronauta china en una misión espacial, los nutricionistas añadieron alimentos beneficiosos para la sangre, como alimentos bajos en grasa y ricos en antioxidantes, así como otros platillos que suelen gustar más a las mujeres.
En vista de lo largo del viaje, los astronautas disfrutaron también de postres y chocolates, que les proporcionaban una mayor energía.
Alojamiento
En comparación con el espacio de 8 m³ en la Shenzhou-9, la “habitación” del Tiangong, con 15 m³, era mucho más amplia y apropiada para el ser humano. Según He Yu, comandante jefe del Sistema de Naves Espaciales Tripuladas, los astronautas contaban en el Tiangong con dos zonas para dormir, una de muestra de instrumentos, una de laboratorio científico y otra de práctica de deportes orbital. Gracias a una cortina que separaba las dos zonas para dormir y al ajuste de la luz, los astronautas podían crear un ambiente nocturno en el espacio, donde cada 24 horas se experimentan 16 amaneceres y 16 puestas de sol.
El saco de dormir estaba fijado a la pared de la cápsula, por lo que parecía que los astronautas dormían de pie. La parte exterior del saco era de un azul ligero y por dentro, blanco. Además de un protector para la cabeza, se les proporcionó antifaces que cubrían los ojos y las orejas para aminorar el ruido y las luces de la cápsula.
Liu Weibo, responsable del Sistema de Astronautas de China, explica que la vida espacial se llevó a cabo de acuerdo con el principio de simultaneidad entre el espacio y la Tierra, por lo que los astronautas descansaban y trabajaban según el horario de Beijing.
Entretenimiento
Los astronautas necesitan también entretenerse. Chen Shanguang, comandante en jefe del Sistema de Astronautas, recuerda que ellos llevaron libros electrónicos y archivos de música, fotos y videos. Para aliviar el aburrimiento, los astronautas tuvieron algunas “sorpresas” especialmente en el Tiangong. “Escondimos pequeñas cosas en el Tiangong que ellos debían buscar. Así esperábamos darles una mayor distracción en el espacio”, indicó Gai Yuqing, subjefe de la Oficina de Supervisión y Garantía Médica del Centro de Adiestramiento Científico-Técnico de Astronautas de China.
Por otro lado, a la astronauta Liu Yang se le permitió llevar cosméticos que no contuvieran tóxicos ni contaminantes. Los astronautas usan cosméticos en el espacio, pero estos son normalmente cremas y no líquidos. En vista de que el lavado del cabello es algo incómodo en el espacio, los expertos diseñaron un champú especial, con un 96% de composición extraída de diversas plantas y que, además, no hacía necesario el uso del agua.
Confiamos en que el desarrollo de la ciencia y tecnología haga la vida de los astronautas más confortable y agradable en el espacio.