“He sembrado mi semilla en esta sociedad y he visto los frutos”
Por DARÍO GUIJO
DESDE ya hace unos cuantos años, César Alejandro Alcaraz Acosta reside y trabaja en la capital china. Este profesor mexicano tuvo a bien hablar con China Hoy sobre su trabajo aquí.
China Hoy (CH): ¿Por qué vino a China y cuánto tiempo lleva aquí?
César Alcaraz (CA): En 2007 trabajaba como profesor de cátedra en el TEC de Monterrey, campus Guadalajara. Allí impartía las clases de Lenguaje y Comunicación, en el área de Bachillerato Internacional, y la clase de Conversación Avanzada, en el área de Español para Extranjeros.
Corría el mes de febrero y se me ofreció un puesto de trabajo en la Universidad de Kyoto, Japón, pero por cuestiones de conveniencia personal decidí no tomarlo. El jefe del Departamento de Asia Pacífico vio que me interesaba mucho por la región oriental y me comentó que había una posibilidad de intercambio entre nuestra universidad y la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing para empezar ya, y sin pensarlo demasiado, cogí esta oportunidad tan incierta que no sabía hacia dónde me llevaba.
Recuerdo perfectamente que el día 2 de agosto de 2007 se me propuso formalmente la posición laboral en dicha universidad china y, para el 28 de agosto, ya estaba en Beijing, así que mi trabajo como profesor de español como lengua extranjera me trajo y llevo más de cinco años radicando aquí.
CH: ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de China durante este tiempo?
CA: Vengo de Guadalajara, una ciudad no tan grande como Beijing, aunque eso sí, muy importante. Al llegar a Beijing me impactó mucho su edificación y las dimensiones tan extremadamente grandes, la construcción y la demolición en un dos por tres de los lugares. Siempre me tumban mis restaurantes favoritos. Hablando de restaurantes, soy un fanático de la comida china. Aunque no como mucha carne, me encanta todo.
Otra cosa que me llamó mucho la atención es la cultura china. Uno no sabe nada cuando llega. Bueno, también a los chinos les falta conocer un poco más sobre lo latinoamericano, pero como estamos tan lejos y somos diferentes, creo que siempre hay algo nuevo por aprender. No soy sinólogo, ni quiero serlo, pero me gusta mucho aprender de mis estudiantes y amigos sobre la cultura que, aunque no lo creas, me sigue causando confusión y un poco de rechazo.
CH: ¿En qué lugares ha trabajado en todo este tiempo?
CA: Pues mira, empecé hace cinco años en la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing y, luego de un año, colaboré en una escuela de guías turísticos en español, en una escuela al lado de dicha universidad. Después de casi dos años en China comencé a trabajar en el Instituto Cervantes de Pekín y hasta la fecha sigo impartiendo cursos ahí, los fines de semana.
Después de trabajar dos años en la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing me cambié a la Universidad de la Unión de Beijing, una universidad en la que no me acoplé mucho, así que duré solo un año. Ahora trabajo en dos universidades y en el Instituto Cervantes de Pekín. Mi trabajo formal es en la Universidad de la Ciudad de Beijing y los domingos doy una clase optativa de español en un intercambio entre los gobiernos español y chino, en la Universidad Tecnológica de Beijing.
CH: En todos estos años trabajando aquí, ¿qué cambios ha notado en su trabajo y en la recepción del español por parte de los alumnos?
CA: Bueno, cinco años se escucha poco tiempo, pero me siento muy orgulloso de mi labor docente. Ahora tengo muchos ex estudiantes que ya trabajan. Mira, Diana trabaja en el Banco de Desarrollo de China, Gracia es burócrata en el Aeropuerto Internacional de la Capital de Beijing, Alex y Victoria son dos profesores de español en dos de las más prestigiosas universidades de la capital, y un sinnúmero de antiguos estudiantes que ya trabajan con el español en compañías de importación y exportación. Qué te quiero decir con esto, pues que ya he sembrado mi semilla en esta sociedad y he visto los frutos. Llevo una muy buena relación con mis estudiantes y la verdad es que me fascina mi trabajo. Es curioso, yo pensaba ser traductor de alemán-español y acabé como profesor. Aunque no es muy bien pagado este trabajo, es muy gratificante, la verdad.
Los estudiantes chinos están muy interesados por el español, pero es la cultura la que mueve ese interés. No es una cultura profunda, sino la cultura popular: la música, el fútbol y los bailes. Hace un año di una conferencia en Jaén, España, sobre cómo es la percepción del español en China, al lado de mi colega y amiga Ana Lanau. Te lo resumo en un par de frases: el español es la segunda lengua extranjera estudiada en China después del inglés y hay más de 80 universidades que tienen departamento de español y en 60 de ellas es una carrera formal. El interés del español se divide en dos grandes grupos: los chinos que estudian español para seguir estudiando en España y los chinos que estudian español para trabajar en Latinoamérica. Son dos campos bien delimitados y conocidos por los estudiantes chinos. Sin embargo una cosa que tengo que decirte que sucede mucho en las universidades es que no todos los chinos tienen el talento para aprender el español, aunque sí un gran espíritu, que se mueve por el interés por la cultura hispana.
CH: ¿Cuál es el perfil del estudiante medio que tiene?
CA: Depende mucho de la institución. En las universidades son estudiantes chinos en su mayoría, solo he tenido un par de coreanos y un ruso. Son estudiantes de entre 18 y 25 años, mayormente mujeres, por eso no es raro que las mujeres sean quienes hablen mejor el español. Tienen diversas motivaciones para estudiar nuestra lengua y en algunos casos los padres fuerzan a los chicos a estudiar esta lengua para tener un futuro mejor.
En el Instituto Cervantes hay estudiantes de todo tipo. Hay jóvenes y adultos, también chinos y extranjeros, mujeres y hombres, pero en esta institución hay mucho más interés por España que por Latinoamérica.
CH: Y de sus estudiantes, ¿cuántos tienen interés por ir a México? ¿Qué interés sienten por la cultura mexicana?
CA: Muchos de mis estudiantes quieren ir, claro. ¡Si yo soy la principal motivación! No conocen muchos mexicanos, pero la verdad es que los pocos que conocen siempre dejan una muy buena imagen de nosotros. Los chinos piensan que los mexicanos somos muy simpáticos, sonrientes, interesantes y que además nos encanta comer. A ellos les interesa mucho México para viajar y practicar su español. Una cosa que también impulsa mucho esta motivación es que su profesora china estudió en la Ciudad de México y tienen un gran respeto por el Colegio de México y la UNAM, ya que, Estrella, la profesora china, siempre habla maravillas de estas instituciones. También les llama mucho la atención Cancún, por la cultura maya.
CH: ¿Cuáles son sus perspectivas de futuro aquí en China?
CA: Pues me gusta mucho mi trabajo, como te he dicho antes, así que quiero seguir aquí. Tengo una vida muy tranquila y cómoda, me encanta la cultura china, y mis estudiantes y yo tenemos mucha empatía. Si en un par de años todo sale bien, pienso que emigraré a otro lugar, como Japón o Australia, pero eso aún no lo he definido, pues prefiero vivir mi presente.