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2017-March-14 13:42

El “Liderazgo de Pensamiento” del PCCh

Un tren recorre la vía Adís Abeba-Yibuti durante una prueba operacional cerca de Adís Abeba, Etiopía, el 3 de octubre de 2016. El ferrocarril Adís Abeba-Yibuti, de fabricación china, es considerado como el “TAZARA” de la nueva era. Xinhua

 

Por JOHN ROSS

 

El diálogo entre China y los países occidentales en cuanto a las políticas económicas globales se profundizó considerablemente en 2016. Sin embargo, su carácter está cambiando: a medida que aumenta la “nueva mediocridad” económica en los países occidentales, los análisis y la agenda de China, específicamente del PCCh, están cobrando una mayor credibilidad por parte de la sociedad internacional.

 

Esta tendencia en discusiones internacionales fue clara durante tres importantes eventos en la segunda mitad de 2016: la Cumbre del G20, la conferencia “PCCh en Diálogo con el Mundo 2016” y la Cumbre de los BRICS en Goa, India.

 

No obstante, estos nuevos desarrollos no han surgido de la nada. Son la culminación de diferentes resultados obtenidos después de más de tres décadas de estrategias económicas divergentes entre China y Occidente, y de excelentes “estrategias de desarrollo socialista” de China en comparación con los números del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y con el Consenso de Washington.

 

El giro en 1978-80 y las tendencias acumuladas para 2016

 

Casi de manera simultánea, entre 1978 y 1980, tanto China como las economías occidentales tomaron rumbos nuevos, pero divergentes. En 1978, bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, China inició su época de reforma y apertura. Por su parte, en 1979-80 Occidente inició una serie de políticas que se consolidaron internacionalmente en 1989 como el Consenso de Washington. El marco fundamental de estas políticas divergentes ha continuado hasta el día de hoy.

 

Tres décadas y media después, el balance comercial de estos dos bloques económicos es claro. El crecimiento promedio anual del PIB chino ascendió de menos del 5 % entre 1950 y 1977 al 9,8 % entre 1978 y 2015. Por su parte, en el mismo lapso la economía de EE. UU. se desaceleró de un crecimiento promedio del 3,7 %, entre 1950 y 1980, al 2,7 % en el periodo 1980-2015.

 

Desde 1989 hasta 2015, mientras el porcentaje del PIB mundial de EE. UU. disminuyó del 28 % al 24 %, la participación de China se incrementó del 2 % al 15 %. En la misma medida, la participación total de las economías en desarrollo en la economía mundial creció del 16 al 35 %. China, desde una posición marginal, se convirtió en la segunda economía mundial.

 

Los cambios en la paridad de poder adquisitivo (PPA) son todavía más impresionantes. De acuerdo con esta medida, en 2015 la economía china representó el 17 % del total global, convirtiéndose en la mayor economía del mundo, por encima del 16 % de EE. UU. Las economías en desarrollo ahora representan la mayoría (53 %) del total mundial.

 

En pocas palabras, desde 1980, o 1989, el panorama económico mundial ha sido transformado por China y las economías en desarrollo.

 

En 1992, y a sus 88 años de edad, Deng Xiaoping volvió a realizar una inspección en la ciudad de Shenzhen. CIPG

 

Indochina, luego India

 

Hay tres países vecinos –Vietnam, Laos y Camboya– que fueron fuertemente influenciados por el modelo económico chino, y sus resultados fueron casi igual de espectaculares. Dejando a un lado pequeñas naciones con poblaciones de menos de cinco millones y países petroleros, las cuatro economías con mayor crecimiento del PIB per cápita desde el Consenso de Washington han sido China, Camboya, Vietnam y Laos. Una vez más, se comprobó que el “modelo de desarrollo socialista” de China tuvo un mejor desempeño que el modelo neoliberal occidental.

 

El éxito de la estrategia económica de China, y las repercusiones de este evidenciadas en el fuerte desarrollo económico en Indochina, se expandió a otros países, en especial a un país decisivo: India.

 

Algunos aspectos clave de las políticas económicas indias bajo el gobierno de Narendra Modi, como la fuerte inversión estatal en infraestructura, el giro hacia una industria manufacturera y el tipo de cambio competitivo, están influenciados por China. Al igual que en Indochina, el resultado ha sido un crecimiento espectacular.

 

Además de India, las políticas económicas chinas, sobre todo en cuanto a inversión estatal, han generado un impacto significativo en algunos países de África y Latinoamérica. Según Dani Rodrik, profesor de Economía Política Internacional en la Escuela Kennedy de Harvard, Etiopía representa el caso de mayor éxito económico en África durante la última década y, en Latinoamérica, en gran medida gracias a la inversión pública, Bolivia es uno de los países exportadores de minerales raros que logró escapar de la actual caída de precios de los productos básicos.

 

En conclusión, ahora muchas potencias representativas miran hacia China, lo que supone el surgimiento del país asiático como un “líder de pensamiento” en la economía global.

 

Foros sobre el Liderazgo de Pensamiento de China

 

El “Liderazgo de Pensamiento” de China ha sido expresado de diversas maneras en varios foros recientes, dependiendo de su naturaleza.

 

La Cumbre del G20 en Hangzhou reunió a los jugadores económicos y políticos más importantes del mundo. A pesar de que China fue anfitrión, y por ende el país con mayor poder de iniciativa y liderazgo, no es posible que el G20 avance sin un acuerdo entre sus miembros más poderosos. Esto significa que China, EE. UU. y las demás naciones tienen el poder de llevar a cabo vetos efectivos en las iniciativas del G20, lo que se traduce en la poderosa influencia de la Cumbre en la gobernanza y estrategia económica global.

 

La Cumbre de los BRICS también debe proceder por consenso, y cada uno de sus miembros tiene derecho a veto efectivo. Sin embargo, en cuanto a ideas y ciertas acciones, los BRICS tienen la capacidad de llegar más lejos y más rápido que el G20 en términos de iniciativas, dado que cuatro de sus miembros son países en desarrollo y el otro, Rusia, es una economía avanzada relativamente subdesarrollada.

 

El foro “PCCh en Diálogo con el Mundo”, en Chongqing, tuvo un carácter diferente. Fue una reunión a la que asistieron representantes de más de 70 partidos políticos y expertos de más de 50 países. Al tratarse explícitamente de un diálogo con el PCCh, fue un claro ejemplo de la capacidad del PCCh para desempeñar un papel de “liderazgo de pensamiento”. Esto no suponía que los otros partidos políticos copiaran el modelo del PCCh, sino que resaltó una obvia influencia del PCCh en la agenda, que se vio reflejada en varios discursos e informes durante la conferencia.

 

Balance de las tendencias actuales

 

Para resumir estas tendencias y eventos es necesario hacer una evaluación balanceada. Además de iniciativas como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), actualmente se están llevando a cabo tres procesos.

 

En términos de crecimiento económico global, algunos países fuertemente influenciados por China tienen un papel decisivo. Entre 2007 y 2015 China e India solas tuvieron crecimientos del PIB de 8200 billones de dólares, en comparación con el crecimiento estadounidense de 3500 billones.

 

En términos del peso total actual en la economía mundial, en 2015 los BRICS representaron el 22 % del PIB mundial, aporte muy similar al 22 % de la UE y al 24 % de EE. UU. En cuanto a la paridad del poder adquisitivo (PPA), los BRICS tomaron una ventaja sorprendente. Mientras que en 2015 EE. UU. representó el 16 % de la economía mundial y la UE, el 17 %, el porcentaje de los BRICS fue del 31 % del PIB mundial.

 

No obstante, la coherencia y fuerza institucional de los BRICS aún no se puede comparar con la de EE. UU. o la UE, y todavía predominan dichos avanzados centros económicos.

 

El peso internacional de las políticas chinas, y por ende del PCCh, ha tenido una enorme influencia en India, Indochina y otros países en desarrollo.

 

Los países desarrollados, sin embargo, han sido afectados por una “maquinaria” propagandística que durante varias décadas se ha referido al “futuro colapso de China” o al “aterrizaje forzoso” de China. ¡Pero ninguna de estas predicciones ha ocurrido realmente! Por lo tanto, fuera de los “especialistas en China”, solo hasta ahora se están llevando a cabo análisis más objetivos de la economía china por parte de los círculos económicos más amplios

 

Las dinámicas

 

El punto clave del análisis previo es que el creciente peso de China en el debate económico internacional no se trata simplemente de una “batalla de ideas”, sino que el factor decisivo es el crecimiento superior experimentado por economías influenciadas por la estrategia de desarrollo socialista.

 

Esta realidad económica significa un incremento del peso internacional de las políticas del PCCh en el futuro. A diferencia de las economías occidentales, que tienen un crecimiento promedio del 2 %, las naciones influenciadas por las políticas económicas chinas presentan un desarrollo económico mucho más rápido. Por ende, el balance previo del debate internacional no es estático, sino que seguirá evolucionando a favor de China.

 

Entre mayor sea la influencia internacional de las políticas chinas, más rápido será el desarrollo de la economía global, y por lo tanto beneficiará también a China. Como consecuencia, la vigorosa participación del país asiático en el debate económico internacional no solo se limita a los intereses de otras economías, sino también al de su propio desarrollo.

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