Las reformas ponen a prueba la capacidad de gobernación
Como partido gobernante, el Partido Comunista de China (PCCh) convoca anualmente a una sesión plenaria de su Comité Central, en la que anuncia nuevos planes de gobierno. En estos últimos cuatro años, el XVIII Comité Central del PCCh ha introducido planes específicos para la profundización integral de la reforma, la gobernación del país sobre la base de la ley, la construcción de una sociedad modestamente acomodada y el reforzamiento de la disciplina en el Partido. Todos ellos han sido denominados como la estrategia de las “Cuatro Integralidades” para afrontar las nuevas circunstancias internacionales y domésticas.
Durante la VI Sesión Plenaria de octubre, el Comité Central del PCCh decidió reforzar la disciplina en el Partido, con el fin de fortalecer las otras tres integralidades, en vista de que el PCCh es el partido gobernante de China y fuente de liderazgo, y defiende el socialismo con características chinas. Ello ha jugado un papel crucial en la profundización integral de la reforma, en la gobernación del país sobre la base de la ley y en la construcción de una sociedad modestamente acomodada. El PCCh se ha ido esforzando en mejorar su capacidad de gobernación y en ganarse la confianza del pueblo, mediante la mejora de su sistema de supervisión y autogestión para adaptarse a las nuevas clases sociales y las cambiantes relaciones sociales, a las reformas en la administración pública, a un modelo de gobernación conducido por la informatización y a un cambiante escenario político internacional. Por lo tanto, el “reforzamiento de la disciplina en el Partido” es la más importante de las “Cuatro Integralidades”.
La reforma y apertura ha sido una política de Estado esencial desde hace más de tres décadas. En estos últimos cuatro años, mientras la reforma china se iba dirigiendo a una zona de aguas profundas, el PCCh se convirtió en el propulsor de aquella y ha intentado mejorar su capacidad de autolimpieza, automejora, autoinnovación y autodesarrollo. La reforma sigue siendo el motor que impulsa el crecimiento de China y también el camino necesario para su desarrollo.
Desde el estallido de la crisis financiera internacional, China ha enfrentado muchos desafíos en el proceso de reequilibrio de su economía. Por ejemplo, tuvo que lidiar con la “trampa de los ingresos medios” antes de que pudiera celebrar su nueva condición de país de ingresos medios. Mientras va reduciendo su exceso de capacidad y entrando en una fase de desapalancamiento para ajustar su estructura económica, el Gobierno debe garantizar el bienestar de sus ciudadanos y preservar la estabilidad en el mercado laboral. Mientras se va agilizando la administración del Gobierno, se debe también prestar atención a la justicia procesal y a la gobernación del país sobre la base de la ley.
En China hay una brecha enorme entre la relativamente próspera costa oriental y las regiones pobres del centro y oeste del país. Una población de más de 1300 millones de habitantes expresa diferentes preocupaciones y tiene diversas necesidades. Una positiva coordinación entre el diseño de políticas de alto nivel y prácticas exploratorias a nivel de base ha ayudado al Gobierno chino a superar varios obstáculos a la reforma.
En estos últimos tres años, ello se ha convertido en una rutina para el Equipo de Liderazgo Central para la Profundización Integral de la Reforma que dirige el presidente Xi Jinping, grupo que celebra reuniones casi mensuales en las que se discuten un amplio rango de temas. En un total de 27 reuniones se han aprobado 162 documentos.
Las reformas que implican un profundo ajuste estructural han sido llevadas a cabo –una por una– bajo la coordinación y el respaldo de los altos dirigentes. Estas reformas se han dado principalmente en los siguientes campos: judicial, financiero y tributario, sistema de registro de hogares, salarios de ejecutivos de empresas estatales, sistema de examen y admisión a la universidad, terrenos rurales, hospitales públicos, y sistema científico y tecnológico.
Las reformas han permitido que la gente reciba más beneficios y lleve una vida más feliz.
La política de alivio de la pobreza sacará a más de 50 millones de personas de la miseria en los próximos cinco años. En mayo pasado, el Impuesto Empresarial fue reemplazado por el Impuesto al Valor Agregado. Se estima que los impuestos se reducirán en más de 500.000 millones de yuanes este año, el mayor recorte impositivo desde que fuera convocado el XVIII Congreso Nacional del PCCh.
Una serie de reformas han sido introducidas en campos que influyen directamente en la vida diaria de la gente. Para facilitar el acceso a servicios médicos y de atención sanitaria, se ha puesto en marcha una reforma integral de los hospitales urbanos y se ha lanzado el servicio de médico de familia. En cuanto a la educación, se han formulado planes para establecer más universidades y disciplinas de primer nivel mundial. Además, se vienen mejorando las condiciones de las escuelas en las zonas sumidas en la pobreza y apoyando a los docentes rurales.
Estas reformas han traído beneficios concretos a la población china y han sido una buena prueba para la capacidad de gobernación del Partido Comunista de China.