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2012-December-19 13:18

60 años de español

El doctor Liu Jian.

Con motivo del 60º aniversario de la creación del Departamento de Español de la Facultad de Filología Española y Portuguesa de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, entrevistamos a su decano, el doctor Liu Jian.

China Hoy (CH): Estimado doctor Liu Jian, querríamos empezar con una introducción de la historia de la facultad.

Liu Jian (LJ): Ahora se está celebrando la creación del Departamento de Español. Cuando se fundó en 1952, fue el primer centro de enseñanza del español a nivel universitario en China. En esa época, el departamento estaba integrado en una facultad donde también se estudiaba francés y alemán. En 1959 fue cuando se creó la Facultad de Filología Hispánica, y unos diez años más tarde se transformó en la Facultad de Filología Española y Portuguesa, que tiene dos departamentos, el de español y el de portugués.

Se puede decir que de 1952 a 1959 fuimos un bebé, en 1959, nos independizamos. A comienzos de los años 60, después de la Revolución Cubana y del aumento de las relaciones con los países latinoamericanos, esta universidad también conoció sus primeros años de gran expansión. Durante los diez años de la Gran Revolución Cultural estuvo cerrada, y en 1977 reabrió sus puertas.

Sin embargo, hasta finales de los 80 y principios de los 90 fue una facultad muy pequeña con pocos estudiantes. Había grupos de menos de diez alumnos, lo cual es ideal desde el punto de vista pedagógico, pero también indicaba que estábamos en un periodo de estancamiento. A partir de los 90 llegó una segunda gran expansión del hispanismo, la cual se prolonga hasta hoy en día. A nivel nacional está creciendo de manera espectacular el número de departamentos y facultades de español.

CH: Como bien indica, ha habido dos grandes períodos de expansión en esta facultad.

LJ: Sí, así es. El primer momento de gran expansión tuvo lugar con la Revolución Cubana por motivos políticos evidentes. Pocos años después se realizó la visita del presidente de México, Luís Echeverría Álvarez, la cual fue muy importante para la formación de una generación de hispanistas, pues durante casi diez años seguidos decenas de estudiantes y profesores fueron a formarse al Colegio de México.

El auge de los años 90 se debió a la apertura de China. Las relaciones entre China y el mundo fueron ampliándose y creciendo, lo cual exigía un mayor número de personas que conocieran la lengua y la cultura de otros países. En los ministerios y las empresas de importación y exportación necesitaban a más profesionales especializados, lo cual provocó la creación de más departamentos y facultades, la formación de más profesores, etc.

CH: ¿Cree que desde los 90 ha aumentado el conocimiento que el chino medio tiene sobre los países donde se habla español?

LJ: Sí, yo creo que sí. Cuando empecé a estudiar español, mucha gente no sabía dónde estaba España ni en qué países se hablaba español. Por ejemplo, antes, de España, solo se sabía lo del toro, el flamenco... ahora el fútbol ha sustituido a estos dos. Sin embargo, hoy se conoce ya algo sobre el cine español. Y respecto a Latinoamérica, lo que más sobresale es la literatura. La literatura latinoamericana pisa fuerte en China.

CH: Según usted, ¿qué incita, qué motiva a los estudiantes a aprender español?

JL: La principal motivación es de tipo laboral. Los estudiantes de esta universidad son los que más fácilmente encuentran trabajo. Antes de licenciarse ya tienen tres o cuatro ofertas de trabajo, por lo que no necesitan ir a ferias a encontrar empresas. Por otra parte, también hay muchos estudiantes que vienen a esta facultad debido al interés que tienen por la cultura hispana. Tenemos alumnos que responden que el principal motivo es porque les gusta el cine español o la novela contemporánea hispanoamericana. Por ejemplo, unos diez egresados de los últimos años trabajan en las secciones deportivas de varios periódicos, especialmente en las secciones de fútbol, traduciendo artículos, escribiendo sobre la evolución de las ligas de fútbol en varios países y sobre los partidos de fútbol más importantes.

CH: ¿Cuáles son las asignaturas que más interesan a los alumnos?

JL: Además de las de lengua, están las de traducción e interpretación. Independientemente de lo que hagan tras graduarse, han de trabajar con ambas lenguas, y la traducción es interesante desde este punto de vista. También las clases de cultura. Tenemos un curso de cultura hispanoamericana y otro de cultura española, y las de literatura y relaciones diplomáticas.

CH. A la hora de ir a un país donde se hable español, ¿qué países interesan más a los estudiantes de su facultad?

LJ: Pues eso depende de lo que los estudiantes deseen hacer en cada país. Para los estudiantes de grado, la primera opción es España, pues esta lengua siempre se vincula directamente con ella, el país donde nació. Ahora con los convenios interuniversitarios tenemos unos 30 estudiantes que salen a estudiar fuera cada año. Muchos de ellos van a España. En el caso de los de maestría y postgrado, depende de su especialidad. Sin embargo, los principales países de destino son España, Chile y México, en menor medida Argentina, Colombia y Venezuela. Tenemos convenios con seis universidades españolas, como la UAM y la UAB, dos de México, como la UNAM, dos de Chile y de Colombia, y una de Perú, que también nos permiten intercambiar profesores. Por ejemplo, a muchos estudiantes les interesa ir a la UAB, pues en virtud del convenio que tenemos, obtienen un título tras un año de estudios en la Facultad de Traducción e Interpretación de esta universidad, el cual se suma al que obtengan aquí.

CH: Siendo una facultad de referencia en filología española, después de 60 años, ¿cuáles cree que deben de ser los pasos a seguir?

LJ: Bueno, antes esta facultad ocupaba un lugar destacado dentro del hispanismo en China. Eso se debió a sus trabajos académicos. En esta facultad el mayor logro ha sido crear un sistema pedagógico muy adecuado para los estudiantes chinos.

Pero también fue algo circunstancial, pues era la única. En los últimos diez años el número de departamentos de español se ha multiplicado por cinco. Para nosotros lo prioritario es hacer nuestra labor de investigación con mayor rigor. El nivel de nuestros trabajos está un tanto por debajo de los de otras facultades, como las de filología francesa o inglesa, por lo que estamos presionados por la abundancia de departamentos de español, y por los departamentos y facultades de otras lenguas extranjeras en China.

He de decir que yo no estoy muy contento con el crecimiento que ha habido en el número de estudiantes de español. No hay que considerar que estamos simplemente formando a estudiantes de español, sino a hispanistas, a profesionales que sean capaces de conocer y comprender la cultura de los países donde se habla español. Si tuviéramos 200 ó 300 hispanistas chinos, se promovería el entendimiento y las relaciones entre ambas partes. A menudo hay malentendidos por falta de conocimientos culturales. Eso no se remedia con cursos de idioma, sino de filología hispánica. Por ejemplo, de entre los que estudiaron en el Colegio de México, varios llegaron a ser consejeros y ministros del Gobierno chino, y su estancia allí les permitió conocer y comprender México, creando un afecto por el país azteca.

 

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