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2012-August-23 10:18

“Si el desarrollo es contaminación, yo no quiero desarrollo”

UNA PLÁTICA CON LOS EMBAJADORES

Por RAFAEL VALDEZ MERA

El embajador de Guyana en China destaca que ambos países comparten la filosofía socialista. Luo Yao

 

 

El embajador de Guyana, el profesor David Dabydeen, es enfático al decir que no le interesan aquellos inversionistas que solo buscan los recursos naturales de su país, sino los que creen en el desarrollo sostenible.

Tampoco le interesa aquel turista que solo busca mar, arena y fiestas, sino el que tenga conciencia ecológica. La prioridad de este país, ubicado al norte de Sudamérica, es la naturaleza. Por eso, actualmente Guyana mantiene sus puertas abiertas a compañías que quieran desarrollar tecnologías “verdes”. El embajador Dabydeen subraya que la relación diplomática con China se ha mantenido fuerte durante 40 años justamente porque comparten la filosofía socialista y la forma de hacer negocios.

China Hoy (CH): El primer presidente que tuvo Guyana como república independiente en la década de 1970 fue el chino Arthur Chung. El primer equipo médico que China envió a Sudamérica fue a Guyana en 1993. Y en marzo pasado, ambos países firmaron un acuerdo comercial por 7,2 millones de dólares. Todo esto da cuenta de la estrecha relación de amistad que existe. Después de 40 años de relaciones diplomáticas, ¿cuáles han sido los principales beneficios para ambos países?

David Dabydeen (DD): Nuestra relación con China comenzó mucho antes de que esta se convirtiera en una potencia mundial, así que no se basa en el dinero. Nosotros no establecimos relaciones con China con fines económicos, sino porque tenemos una posición ideológica similar. Somos parte del grupo de naciones que no quiso alinearse a ninguno de los dos poderes del pasado, la Unión Soviética y Estados Unidos. Por otro lado, Guyana y China comparten la filosofía socialista y el modelo de desarrollo.

II Reunión Anual del Consejo de Desarrollo Comercial China-Guyana, celebrada en la ciudad de Xiamen.

CH: ¿Cuáles son los sectores de la economía que se han beneficiado de esta buena relación?

DD: China está muy interesada en los recursos mineros de Guyana. Actualmente, las empresas chinas invierten en la producción de oro y bauxita. De hecho, Guyana tiene una de las principales reservas de bauxita en el mundo y una de las mayores minas de este mineral en nuestro país es propiedad de una compañía china.

CH: ¿Cuál es la situación actual del comercio maderero entre Guyana y China?

DD: Actualmente tratamos de desalentar las inversiones en la industria forestal porque muchas compañías de madera no son muy responsables en la tala de árboles y no se preocupan por el desarrollo sostenible. Ya tenemos a dos empresas chinas talando en Guyana y también a compañías de Indonesia, con eso es suficiente.

CH: ¿Desde hace cuántos años se aplica esta medida de desalentar la tala de árboles?

DD: Es reciente. Guyana actualmente aplica la Estrategia de Desarrollo de Bajo Carbono (LCDS, por sus siglas en inglés). Esto implica pasar del uso de combustibles fósiles a energías renovables.

Es importante preservar la selva tropical porque contribuye a minimizar el cambio climático. Cuando tienes inundaciones en Beijing o sequías en India, uno se da cuenta de los efectos de la tala de árboles en la contaminación del aire.

CH: ¿Y la minería no es una amenaza para el ambiente?

DD: Por supuesto que sí. Por eso hemos limitado el número de áreas donde se puede realizar explotación minera para minimizar el impacto. Si nosotros vemos que destruye el ambiente, la detendremos. Preservar el ambiente es la prioridad número 1 del Gobierno de Guyana.

Yo estoy feliz, de cierto modo, de que Guyana sea un país relativamente desconocido. No nos interesa tener millones de turistas que solo busquen el mar azul y las hamburguesas, sino el ecoturista que disfrute admirando la naturaleza.

CH: Las principales actividades económicas de Guyana son la agricultura y la pesca. Exportan azúcar y arroz, por ejemplo. ¿Guyana, además, prevé diversificar sus exportaciones?

DD:Por supuesto, pero tenemos otro modelo de desarrollo. El desarrollo no es acerca del consumo, sino acerca del desarrollo de los seres humanos. Cuando yo llegué a Beijing, se me hizo difícil respirar por algunos días… Si la contaminación es un signo del desarrollo, yo no lo quiero.

CH: Los países en vías de desarrollo saben que para crecer no solo deben exportar commodities (materias primas), sino también productos con valor agregado. Latinoamérica y el Caribe tienen ese desafío y para eso se requiere inversión en investigación y tecnología. ¿Qué está haciendo Guyana al respecto?

DD: El futuro del mundo está en el conocimiento. El mundo será gobernado por la propiedad intelectual, entonces tenemos que impulsar la ciencia y la tecnología. Sin embargo, la inversión extranjera en Guyana no es alta. Actualmente, algunas compañías están explorando petróleo en ultramar.

CH: ¿Cuáles son sus expectativas respecto a las reservas de petróleo?

DD: Personalmente, ninguna. Espero que no las encuentren porque el petróleo atrae la corrupción y genera contaminación ambiental. El petróleo es propio de los siglos XIX y XX, nosotros queremos nuevas formas de obtener energía.

CH: ¿Qué recomendación le daría usted a un inversionista chino si está buscando un país donde invertir?

DD: Le diría que venga preparado. Que no pretenda talar árboles, sino que venga a proponer agricultura orgánica, que nos hable de acuicultura, reciclaje; que plantee proyectos de infraestructura porque queremos construir un aeropuerto y mejorar nuestras carreteras. Queremos inversionistas que estén dispuestos a construir, poseer, operar y luego transferir los bienes.

CH: En junio, el primer ministro chino, Wen Jiabao, visitó Latinoamérica y propuso la creación de un fondo de cooperación entre China y América Latina y el Caribe. Dijo que China está dispuesta a aportar 5.000 millones de dólares al fondo que serviría para financiar proyectos para la industria manufacturera y el desarrollo tecnológico. ¿Qué expectativa tiene al respecto?

DD: Todas estas ideas son bienvenidas. Pero depende mucho de la capacidad de nuestros países para beneficiarse de la generosidad de los chinos y usar los fondos apropiadamente.

Vivimos en una era poscolonial. Antes las grandes potencias colonizaban para robar los recursos de los pueblos. En cambio, ahora hacemos negocios con China de manera honorable. Son negociaciones donde ambas partes ganan. China no está interesada en imponer un imperio en Guyana.

CH: Finalmente, sabemos que pronto el Instituto Confucio abrirá sus puertas en Guyana. ¿Qué significa esto para el sector educativo guyanés?

DD: Esperamos que entre agosto y septiembre todos los documentos estén firmados. El Instituto Confucio será el vehículo para conocer la filosofía china, su lenguaje y cultura. En Guyana preferimos este tipo de iniciativas porque el conocimiento es permanente.

El embajador Dabydeen concedió una entrevista a China Hoy para evaluar los 40 años de relaciones diplomáticas. Luo Yao