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2015-June-1 15:04

El negocio verde en la ciudad

Por HU YUE

LA beijinesa Xue Lu y su marido Li He cuentan con un negocio de plantas suculentas. Su invernadero “Jardín Meinuo” se encuentra en el cuarto anillo oeste de la capital, a menos de 10 km de la Plaza Tian’anmen. En comparación con otros invernaderos hortícolas de Beijing, tiene una ubicación bastante céntrica. Por ello, cual enjambre de abejas, una gran cantidad de aficionados a las plantas suculentas viene aquí el fin de semana (cuando el invernadero está abierto al público) a escoger alguna de sus variedades.

Las plantas suculentas o crasas (del latín suculentus, ‘muy jugoso’) son aquellas en las que la raíz, el tallo o las hojas se han engrosado para permitir el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas. Esta adaptación les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados y sobrevivir en entornos áridos y secos que otras plantas encuentran inhabitables. Se han ido popularizando en China desde hace tres o cuatro años, cuando fueron importadas de Japón, Corea del Sur y otros países de Asia Oriental. Por su característica fina y delicada, por el hecho de que sean fáciles de plantar y por su poca exigencia de tierra, muchas jóvenes las consideran como “mascota” y las cultivan en las barandas de oficinas y casas.

Li He en su invernadero “Jardín Meinuo”.

De aficionados a negociantes

En 2011, cuando tenía 29 años de edad, Xue Lu compró a cinco yuanes tres macetas de plantas suculentas, de las cuales se enamoró. Constantemente llevaba a su casa nuevas variedades y su marido, Li He, quedó también cautivado por ellas. Con las hojas Li cultivó plántulas, cuya cantidad creció tanto hasta colmar su pequeño patio. A principios de 2013, la joven pareja abrió su tienda en Internet “Jardín Meinuo” para vender sus plántulas. Inesperadamente, les comenzó a ir bien en el negocio. Aunque la venta global de un mes era solo de centenares de yuanes, Li vio una oportunidad comercial.

Li He tomó una audaz decisión en 2014: renunció a su trabajo en tecnología informática, un sector de buen nivel de sueldo en China. Dejar un empleo de elevado salario para incorporarse a un sector desconocido ha sido, sin duda, un gran reto para este joven de 33 años. Xue Lu apoyó la decisión de su marido y fue así como ambos alquilaron en marzo un invernadero en el distrito de Haidian.

Al cabo de un año, en abril pasado, “Jardín Meinuo” se volvió la tienda de mayor venta en su tipo en Taobao.com. Xue Lu señala que la tienda online ofrece más de 400 variedades, aunque en el invernadero hay 200 más. Actualmente, la tienda recibe entre 6000 y 8000 visitas al día y se cierran entre 200 y 300 negocios, gracias a los cuales las ventas globales del mes pueden alcanzar los 800.000 yuanes. Más aún, se prevé que superen el millón de yuanes este otoño, temporada de mayor demanda. Sin embargo, Xue Lu precisa que, a diferencia de otras tiendas del tipo, sus beneficios netos son más bajos: alrededor del 20 % del total de ventas.

Al referirse al sector de las plantas suculentas, Xue Lu señala que “las variedades ofrecidas en China y sus precios son sumamente inestables, lo que va de la mano con la inmadurez de los consumidores”. El 80 % de los clientes de “Jardín Meinuo” son jóvenes, incluidas alumnas de educación secundaria. Este público se caracteriza por un consumo impulsivo y un poder adquisitivo inestable. “En Europa y EE. UU., la mayoría de aficionados a las plantas suculentas son de mediana y avanzada edad, y poseen un cierto nivel profesional. En Japón y Corea del Sur, el principal segmento de consumidores lo conforman las amas de casa de mediana edad, quienes suelen hacer cuidadosos presupuestos y dedicarle mucho tiempo a la jardinería”, añade Xue. Por supuesto, no es nada despreciable que los consumidores sean mayoritariamente jóvenes, pues ello habla de la incalculable potencialidad del mercado de plantas suculentas en China.

“Jardín Meinuo” alquila hoy tres invernaderos, donde se cultivan plántulas, se despacha la mercadería vendida en Internet y se atiende al público los fines de semana. Xue y Li están pensando en trasladarse a un invernadero más moderno. “Mantener una sola temperatura durante todo el año contribuirá a una mejor producción”, considera Xue Lu. Lo cierto es que tienen muchos otros planes concretos.

Una cafetería en Wudaoying. Wei Yao

Plantar verduras en la oficina

Puesto que es difícil suministrar la luz solar de manera duradera e intensa, las plántulas suculentas no siempre crecen bien en la ciudad. La luz solar, de hecho, es un recurso escaso en las modernas oficinas. A pesar de ello, la oficina del proyecto “Espacio Verde”, de Vantone Real Estate, está llena de un verdor y de un aroma vegetal.

El día de nuestra visita, Beijing sufría una tormenta de arena. Sin embargo, al entrar en la oficina nos parecía estar en medio de un jardín botánico. Al lado de varios escritorios se erguían decenas de estantes de madera, desde donde las instalaciones de iluminación permiten el cultivo, por ejemplo, de manzanilla, menta, tomillo, entre otras especies. En las esquinas oscuras se habían colocado cajas de madera, donde se cultivaban todo tipo de hongos y setas.

Zhang Xun, responsable del proyecto “Espacio Verde”, tiene solo cinco personas bajo su mando. Su trabajo no tiene relación con el aspecto comercial. Aunque en Taobao.com se ofrecen los estantes, las instalaciones de iluminación, la tierra de cultivo y los paquetes de plantación en interiores, el proyecto “Espacio Verde” no se concentra en la venta de sus productos, sino en las actividades que organiza todas las semanas: una visita a los jardines infantiles de Beijing para enseñarles a los niños cómo sembrar verduras y flores. El proyecto coopera con empresas emergentes de Internet, a quienes les entrega cajas y estantes con plantas. “El proyecto está inspirado en la Fábrica de Plantas de Japón, en donde todo es controlado artificialmente, incluyendo la luz, la temperatura, la nutrición y el agua. Queremos probar esta técnica en el Norte de China”, menciona Zhang Xun.

Sin embargo, ¿cómo así nació un proyecto sin fines de lucro dentro de una compañía grande de bienes inmuebles? En 2010, el presidente de Vantone, Feng Lun, planteó el proyecto “Ciudad Tridimensional de Vantone” como parte de su planificación comercial en bienes raíces. Este concepto de “ciudad inteligente” se basa en una integración industrial y urbana, lo que incluye servicios muy modernos en el campo de la salud, la agricultura urbana, etc. El proyecto ha sido establecido en ciudades como Wenzhou y Xi’an. “Espacio Verde”, que nació gracias al desarrollo de la agricultura urbana, fue impulsado por Zhang Xun y otros jóvenes procedentes de diferentes círculos.

Al final, “Espacio Verde” combinó la agricultura ecológica con la decoración de interiores. Más allá de la producción agrícola, las plantas mejoran también el espacio interior. “Por ejemplo, en el comedor y la sala de estar se pueden colocar cajas de plantas, como si fuesen piezas de Lego. De este modo, al preparar ensaladas o ravioles uno puede obtener fácilmente, en su propio “jardín hortícola en caja”, algunas hojas de menta o puerros para su consumo inmediato, ya que están libres de pesticidas.

Cafetería terapéutica

El equipo de Zhang Xun está cultivando un potencial grupo de consumidores. Su porvenir comercial podría ser más brillante si más gente aceptara el concepto de vida verde. En ese sentido, “Una cucharada de azúcar” es similar a “Espacio Verde”, aunque la diferencia es que la primera es una cafetería ecológica, situada en el conocido callejón de Beijing--Tieshuxiejie.

En octubre de 2013, la Semana del Diseño de Beijing, cuyo tema fue “Capital del diseño, ciudad de sabiduría”, escogió como sitios de exhibición algunos callejones de Qianmen, incluido Tieshuxiejie, donde se presentaron diseños vanguardistas de planificación urbana. Después de su celebración, el Gobierno y la comunidad local comenzaron a atraer negocios, con el fin de que en estos callejones surgiese una industria creativa. Fue así como, a comienzos de 2014, se estableció aquí “Una cucharada de azúcar”.

La oficina del “Espacio Verde”.

 

La cafetería se ubica en la sede de la antigua Fábrica de Relevadores de Beijing, nombre que se mantiene en la puerta principal. Como la arquitectura data de mucho tiempo atrás, Lin Lin, la dueña de la cafetería, se tomó su tiempo en realizar las necesarias refacciones, a fin de crear un espacio de estilo pastoril. “La vida saludable, verde y orgánica” es el concepto que promueve Lin Lin, quien cultiva en la tienda una gran cantidad de flores, verduras y plantas, con las que espera autoabastecerse.

Rodeado de flores y hierbas, un chef español prepara con esmero la comida. Lo que saborean los clientes es lo que se cultiva en el lugar. Es una sensación muy especial. En la primera planta también se venden productos orgánicos importados de diferentes países, entre ellos, artículos para el cuidado personal, además de alimentos verdes.

Según Lin Lin, la mayor parte de su clientela está conformada por trabajadores profesionales. “El nombre de la cafetería, ‘Una cucharada de azúcar’, viene de la letra de una canción de la película estadounidense Mary Poppins: ‘A spoonful of sugar helps the medicine go down (Una cucharada de azúcar ayuda a tragar la medicina)’”, dice Lin.

La vida en la ciudad suele ser agitada y rutinaria. Vivir aquí es como un trompo que gira sin cesar todos los días. La gente prefiere tener un espacio agradable donde curar su angustia. El rápido crecimiento del “comercio verde” en las grandes ciudades de China refleja la preocupación de la gente por el bienestar físico y espiritual, sobre todo cuando uno se siente exhausto por el asiduo trabajo.

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