Acompañaron a la orquesta: el embajador de China en México, Qiu Xiaoqi; el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo; Zhuang Lixiao, consejera cultural de la Embajada de China en México; y Sergio Ley López, exembajador de México en China.
Fue una noche especial. Una noche mística en la que la música tradicional de China cubrió cada rincón de Guanajuato. El contexto no podría haber sido mejor: el XLVI Festival Internacional Cervantino, la celebración cultural más importante de México. Ahí, en medio de esa efervescencia artística, en donde músicos de más de 30 países se dieron cita, la Orquesta Tradicional de Shanghai cautivó al público mexicano durante su presentación del pasado 18 de octubre.
El peculiar sonido del sheng tuvo una gran presencia durante el concierto que la orquesta ofreció en el Festival Internacional Cervantino.
Durante hora y media de interpretaciones impecables –que combinaron piezas tradicionales con otras clásicas contemporáneas–, la Orquesta Tradicional de Shanghai cimbró la Alhóndiga de Granaditas, edificación emblemática del siglo XVIII y uno de los primeros escenarios de la lucha de independencia de México.
Fue un concierto gozoso con el que la orquesta concluyó exitosamente su gira por este país. El 14 de octubre se presentó en el auditorio Blas Galindo, del Centro Nacional de las Artes, en la Ciudad de México. Y dos días después, el 16, en el Teatro Degollado, en Guadalajara. En ambos casos, la orquesta mostró su elegancia oriental, tal y como ha hecho en otros países como Alemania, Bélgica, Reino Unido, Francia, Grecia y Austria, por citar solo algunos.
Los instrumentos de percusión también forman parte de la propuesta musical de esta orquesta nacional.
En Guanajuato, el concierto fue inolvidable. Mediante el programa La nueva escena de la música oriental china, dividido en cuatro capítulos, la agrupación, fundada en 1952, interpretó 13 temas en los que utilizó antiguos instrumentos de viento, cuerda y percusión para hablar de la pasión que sienten por la naturaleza, la familia, el amor y la patria.
Viaje milenario
El primer capítulo, Melodía de antigüedad natural, inició con el tema Amor por lo antiguo. Fue entonces que todo se tornó azul y el fino sonido de las flautas de bambú inundó el ambiente. El hechizo fue inmediato. Las cinco mil personas que se reunieron en las escalinatas de la Alhóndiga pasaron de la expectativa al encanto. No habían pasado ni cinco minutos y ya la música china había conquistado esta “fiesta del espíritu”.
El erhu, instrumento tradicional chino, endulzó los oídos del público entusiasta.
Fue solo el inicio de una pléyade de bellos sonidos que fueron ejecutados con maestría. Desfilaron las notas del erhu, el zheng, el jinghu, el ruan y el sheng, el instrumento armónico más antiguo de China. Y el público se entregó abiertamente a ellos. No por nada, la orquesta representa el mayor logro estético de la música china, que acompaña con diversas disciplinas artísticas (danza y canto) mediante una tecnología multimedia.
El principal objetivo de la orquesta es popularizar la música tradicional china alrededor del mundo, y en México lo lograron con creces. “Es la primera vez que escucho una orquesta china y quedé fascinado; disfruté cada instrumento”, dijo emocionado José Ríos, un estudiante de 17 años. Y Laura Martínez, de 54, mencionó: “Fue un concierto maravilloso. Siempre me ha encantado China”.
El segundo capítulo, La elegancia natural, destacó los sonidos de instrumentos de viento y cuerda, así como el peculiar timbre del zheng. Para entonces, todos observaban azorados lo que ocurría en ese escenario iluminado con motivos chinos. El tercer capítulo, Oda al amor inmortal, tuvo como protagonistas al erhu y al violonchelo, muestra del interés de la orquesta por la experimentación, al utilizar sonidos propios de Occidente.
Hasta este momento, más que un concierto, se trató de un viaje por el pensamiento milenario del gigante de Asia, en el que se embarcaron gustosos cientos de mexicanos, quienes no esperaban lo que ocurriría en el cuarto capítulo: Melodía de harmonía universal.
Si hasta ahora todo había tenido reminiscencias a la antigua China, la última parte mostró expresiones contemporáneas, algunas de ellas, incluso, con fusiones occidentales. Muestra de ello fue Vuelo de las abejas, donde la divertida interpretación del suona levantó al público de sus asientos. Este es el mejor ejemplo del puente cultural que la Orquesta Tradicional de Shanghai erigió con su música. Trascendió las barreras del lenguaje y unió a dos naciones.
El ambiente se volvió aún más alegre y festivo con el tema que reservaron para el cierre, un guiño para México: Tequila, del grupo estadounidense The Champs. El público no resistió la alusión y masivamente coreó “¡Tequila, tequila!”, al tiempo que bailaba divertido. Esto también fue la orquesta: desenfado y júbilo. Un regocijo que cinco mil almas agradecieron con profusos aplausos.
Invitados especiales
“El espectáculo de esta noche ha sido todo un éxito; despertó un gran interés del público por la cultura china”, dijo Qiu Xiaoqi, embajador de China en México e invitado especial de este concierto. Lo acompañaron Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, gobernador de Guanajuato; Zhuang Lixiao, consejera cultural de la Embajada de China en México; y Sergio Ley López, exembajador de México en China.
El triunfo de la orquesta es fácil de entender: además de compartir por el mundo los valores chinos, ofrece un temperamento contemporáneo. Así como ha hecho en las últimas cinco décadas, el ensamble seguirá promoviendo la vitalidad de la música tradicional china, pero también las nuevas propuestas que ahora se exploran.
Durante las múltiples presentaciones que ha hecho por todo el mundo, la Orquesta Tradicional de Shanghai ha sido aclamada por la crítica especializada como la “orquesta china más hermosa”. Tras este concierto, el segundo que hace en un festival cervantino, nadie podría negarlo. Es la orquesta más hermosa y también la más alegre.