27 de abril de 2018. El primer tren de la vía Chengdu-Viena llega a la estación de carga del sur de la capital austriaca. Xinhua
Por AUGUSTO SOTO*
Hoy, con la asistencia de más de 40 jefes de Estado y de Gobierno y representantes de un centenar de países, se inaugura en Beijing el segundo Foro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (más conocido en Occidente como Nueva Ruta de la Seda). El evento presidido por el presidente chino, Xi Jinping, ante líderes asiáticos, euroasiáticos, europeos, americanos, africanos, del mundo árabe y Oceanía, servirá para compartir una visión que enfatiza la necesidad de un consenso internacional más amplio y una profundización de la Iniciativa en pos de una prosperidad compartida sin precedentes históricos. El evento, el segundo desde la inauguración del primer Foro en 2017, cuenta desde entonces con el apoyo de Naciones Unidas.
Revolución geoeconómica
El concepto de la Iniciativa se ha ido enriqueciendo desde que el presidente Xi la anunció por primera vez en 2013, en el punto del planeta más alejado de los mares: en la capital de Kazajistán. En efecto, si en un primer momento se entendió el propósito de la Iniciativa intrínsecamente como parte de una Eurasia surcada por la Ruta de la Seda, seis años después ha quedado claro su aún mayor amplitud de visión por las magnitudes que se han ido involucrando. China ya ha firmado 173 documentos de cooperación con 125 países y 29 organizaciones internacionales y los presupuestos que se estiman provenientes de todos los sectores oscilan entre el billón y los 8 billones de dólares.
Al ser impulsada en el siglo XXI por la principal potencia económica de nuestra época, China (creciendo a un 6,5% anual), acompañada por naciones-Estado, no por los antiguos y premodernos imperios y pequeños reinos, apunta de hecho hacia la primera articulación histórica de Eurasia. Hoy por hoy China ha podido utilizar en tres años más cemento que EE. UU. en todo el siglo XX; un edificio de varias plantas se puede erigir en una semana, un tren de mercancías puede cruzar Eurasia en dos semanas e incluso ajustarse a una semana; el sistema interbancario internacional posibilita proyectos en transacciones instantáneas (además de en dólares, euros y yuanes).
En segundo lugar, la Iniciativa ha dado un salto, transformándose también en un proyecto más integralmente continental y marítimo. Y debido a ello en una propuesta más ambiciosa de desarrollo para el Sur Global (Asia, África y América Latina). Así, China ofrece construcción y reconstrucción de la infraestructura de transporte y logística y las fuentes de energía para una parte significativa de estas regiones.
Proyecto piloto
El segundo Foro sirve para plantear nuevos desafíos y a la vez para revisar algunos de los más antiguos, recientes y próximos proyectos de la Iniciativa. Entre los primeros destaca el famosísimo del puerto paquistaní de Gwadar, que relaciona al subcontinente indio con el Golfo Pérsico y África con las conexiones terrestres hacia la China occidental. También resalta el tren de mercancías denominado Yixinou, que cubre un trayecto de 13.000 km, operativo desde 2014 y cruzando China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España, con terminal y estación de regreso en Madrid (con enlace en Zaragoza).
En tanto, entre los proyectos punteros más recientes destaca la flamante fibra óptica submarina a lo largo de 6000 km entre Brasil y Camerún (o sea, entre América del Sur y África), concluida en septiembre de 2018 y coparticipada por la empresa de telecomunicaciones china Huawei. El enlace permitirá a su vez conexiones sucesivas e inmediatas entre los países BRICS. Y en el extremo sur de América sobresale el cable submarino de fibra óptica de 1547 km entre Puerto Montt y Puerto Williams, junto al Estrecho de Magallanes, también impulsado por Huawei. Pero lo más importante estaría por venir. Sería la concreción del plan de inversión por casi 650 millones de dólares para construir un cable de fibra óptica submarino de 20.000 km que conectaría a China con Chile (y por extensión con Sudamérica) a través del Pacífico.
Multipolarismo
Como se ve, el segundo Foro de la Iniciativa se puede entender como una instancia de reflexión y puesta al día de una especie de multipolarismo o policentrismo basado en planes y propuestas concretas.
Y si ya era necesaria la multipolaridad con el advenimiento de la desconcertante hegemonía trumpista que inexplicablemente fulmina al liberalismo desde una posición punitivo-proteccionista, ahora se ha convertido en asunto de necesidad para países tanto del hemisferio norte como sur. En efecto, en semanas recientes han sorprendido las inauditas presiones de Washington sobre la Unión Europea (UE) y América Latina para que sus países se abstengan de firmar un memorando de entendimiento (MOU, en inglés) sobre la Iniciativa o a profundizar en la relación con Huawei, el gigante de las telecomunicaciones chinas que encabeza la tecnología 5G. Sin embargo, se está reflexionando y actuando. Dos países estratégicamente situados en el mapa mundial, Italia, en el Mediterráneo, y Jamaica, en el Caribe, son los que más recientemente han firmado un MOU con Beijing sobre la Iniciativa. Y más aún, la misma UE, que hasta hace poco en tanto bloque dudaba si simplemente negarse a participar o integrarse o plantear una coparticipación con sinergias recíprocas, se dispone a hacer esto último. En un comunicado China-UE firmado hace dos semanas en Bruselas se alude a la acción conjunta mediante una Plataforma de Conectividad China-UE.
Diálogos y análisis
Por supuesto, el titánico empeño por desarrollar infraestructuras gigantescas descansa en el supuesto del entendimiento entre culturas. Al fin y al cabo en el mundo hay distintas maneras de hacer las cosas. Como durante el primer Foro realizado hace dos años, este de 2019 se celebra bajo la inspiración del discurso pronunciado por Xi Jinping en la sede central de la Unesco en París, en 2014. En esa ocasión destacó la importancia de mantener y reforzar el intercambio y el diálogo entre culturas. Resaltó entonces que “la historia nos enseña que las civilizaciones solo se revitalizan a través de los intercambios y el aprendizaje mutuo”. “Si adaptamos un espíritu de inclusión, el llamado ‘choque de civilizaciones’ no tendrá lugar, porque todas ellas podrán coexistir armoniosamente”, aseguró entonces. A la luz de las preocupantes presiones trumpistas del último mes en Europa y América Latina (más allá de la diplomacia tradicional) para que ambas regiones no suscriban un MOU sobre la Iniciativa ni tampoco desarrollen las redes de comunicaciones 5G con tecnología china, se hace más pertinente que antes entender este segundo Foro como sinónimo del libre flujo de ideas, bienes globales y mercancías. Precisamente es en este espíritu que se favorecerá más la conectividad entre personas de los países participantes. Asimismo, el Foro dará a luz la primera Red de Estudios de la Franja y la Ruta, compuesta por think tanks de todo el mundo y cuyos trabajos de coordinación (contemplando un encuentro con periodicidad anual) se acaban de iniciar.
*Augusto Soto es director de Dialogue with China Projecto.