La primera exposición a nivel nacional cuyo tema es la importación que se celebra en el mundo será una acción concreta para abrir el mercado chino y mostrar un fuerte voto de confianza en el libre comercio cuando el proteccionismo está amenazando el crecimiento global.
La Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), programada entre el 5 y 10 de noviembre en Shanghai, se inaugura en el momento oportuno.
La Exposición ha probado que China no descansará a la hora de avanzar en la promoción del comercio equilibrado y beneficioso para todos. Más de 3.000 empresas de más de 130 países y regiones llegarán ante las puertas de un vasto y dinámico mercado, que ya es el segundo importador de mercancías más importante del mundo durante nueve años consecutivos.
La feria, que no tiene precedentes, ofrecerá una vívida imagen de cómo China está convirtiéndose en un gran comprador de productos que van desde el café de Etiopia, los aguacates de Nueva Zelanda, los vehículos de nuevas energías de EEUU a mercancías electrónicas de Japón y una máquina fresadora de 200 toneladas de Alemania.
Estableciendo puentes entre proveedores del mundo y más de 160.000 compradores de más de 80.000 empresas tanto nacionales como extranjeras, la Exposición reducirá sustancialmente los costos comerciales y de información para el comercio y conseguirá acuerdos tangibles y beneficios para las firmas extranjeras.
Todo esto envía un mensaje rotundo: China habla en serio sobre abrir más sus puertas.
La Exposición, una creación del presidente Xi Jinping, está preparada para convertirse en un proyecto trascendental en la nueva ronda de apertura de mayor nivel del país.
China celebra este año el 40º aniversario de la reforma y apertura. Cuando su economía experimenta cambios en medio de la estabilidad general con una incrementada presión a la baja, la determinación del país de abrirse se fortalece aún más. ¿Por qué? Una lección que ha aprendido de su propia historia es que solo una economía abierta puede prosperar.
Un mercado chino más accesible lleva también seguridad y esperanza a una economía mundial con problemas, al ofrecer beneficios y oportunidades para todos.
Este año el país ha reducido aranceles a una variedad de productos, entre ellos vehículos, bienes de consumo, mercancías industriales, al bajar la tasa arancelaria general en productos importados del 9,8 por ciento del año pasado al 7,5 por ciento actual. También ha relajado las restricciones impuestas a la propiedad extranjera en los sectores automovilístico y de servicios financieros.
La Exposición se basa en dichos esfuerzos. Se celebra en un punto de inflexión en el que China pasa de ser la fábrica mundial a ser el mercado mundial, con la mayor población de clase media del mundo, donde se demandan bienes de consumo de alta calidad.
La respuesta a la Exposición por parte de empresas extranjeras fue tan activa que la zona de exposiciones tuvo que ser duplicada respecto a los planes originales y se extiende por una superficie equivalente a 38 campos de fútbol. Y cada vez más firmas se han registrado para la segunda CIIE, que está programada para el próximo año.
Con una amplia participación, la Exposición sirve como un producto público global para el crecimiento inclusivo. Compañías de todos los estados miembros del G20 y 58 países a lo largo de la Franja y la Ruta, así como más de 30 de los 44 países menos desarrollados en el mundo han enviado expositores al evento.
En los próximos seis días Shanghai vibrará con negocios y mostrará al mundo que la pionera Exposición no es un mero gesto.